Libro | Confesiones de un gángster económico

¿Por qué se endeudan los países? Los Presupuestos Generales son una previsión de fondos de lo que va ingresar y lo que se va a gastar durante un periodo determinado.

Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*

Pero cuando los gastos de un país son superiores a sus ingresos, deben pedir dinero al exterior.  En periodos de crisis, los Estados suelen pedir fondos al exterior para poder financiarse. La deuda soberana es la deuda pública que el Estado contrae con la finalidad de financiarse. Mientras que la deuda pública, es la obligación del Estado por los préstamos que ha recibido. Las agencias de valoración o rating, son las encargadas de valorar la calidad crediticia de la deuda soberana. El requisito básico de financiación internacional es, el cumplimiento de obligaciones del Estado ante sus acreedores. El default se da, cuando un país entra en una situación de impago de manera prolongada. Consecuencias de ello son el endurecimiento de las condiciones de financiación y ser excluidos de la financiación internacional.

El servicio de la deuda es, el pago periódico de aquellas partidas que conforman el capital adeudado. Comprende entonces, la suma del capital adeudado más los intereses que éste genere. El servicio de la deuda no incluye un solo acreedor, sino, los acreedores que hayan abonado a la deuda. La ratio o razón de cobertura del servicio de la deuda es, el capital disponible en caja para afrontar el pago de deudas principales y los intereses que esta genera. A través de ella se puede saber, si la empresa o el país está solvente y puede pagar a sus acreedores o bien, si la empresa o país presenta dificultades para hacer frente a sus obligaciones.

El Sistema Financiero Internacional nació de una reunión de dirigentes de muchos países en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, en julio de mil novecientos cuarenta y cuatro. El precio que pagan los países que acceden a préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI), organización financiera de las Naciones Unidas, son recortes en lo social y estar supeditados a los lineamientos de los organismos multilaterales. Endeudar al Estado, financiar grandes empresas y cortar el gasto social, es la estrategia del FMI para subyugar a los países latinoamericanos. Debido a condiciones y políticas impuestas por los organismos multilaterales, se reducen los recursos destinados a educación, salud, servicios e infraestructuras. Los organismos multilaterales dicen que el financiamiento contribuye al desarrollo de los pueblo, pero, los únicos que resultar favorecidos son ellos y las corporaciones transnacionales. La deuda lo que fomenta es una “dependencia de la ayuda externa”.

A cambio de sus préstamos, el FMI impone una austeridad draconiana al país deudor. La austeridad implica la ejecución de ajustes estructurales que conducen a la desigualdad y al desempleo. Estas recetas exigidas son de corte neoliberal que se traducen en políticas monetarias y presupuestarias tales como devaluación de la moneda, aumento de los tipos de interés, restricciones a los créditos, disminución de la inversión social y prestación de servicios públicos, privatización de empresas estatales, incremento de impuestos, disminución del empleo público y subsidios. Es la clase trabajadora la que ve reducido sus ingresos por el pago de impuestos, que servirán para cumplir con las obligaciones de las deudas contraídas por los gobiernos. Además, los recursos energéticos del país deudor serán vendidos y comercializados para cumplir con las obligaciones. Los países deudores pueden reestructurar su deuda, siempre que no hayan incumplido con los pagos a sus acreedores o declararse en default. Para sacar a un país del cese de pagos, el FMI puede otorgarle préstamos de emergencia.

En “Confesiones de un gángster económico: la cara oculta del imperialismo americano”, John Perkins, autor estadounidense, revela que haciendo pronósticos económicos falsos en países del tercer mundo y manipulando a sus líderes corruptos, los Estados Unidos se convirtieron en una de las naciones más poderosas. Expone que él fue contratado por Chas. T. Main, empresa de ingeniería con servicios económicos y de consultoría. Su labor era convencer a países del tercer mundo, a pedir cuantiosos préstamos a la banca mundial. El cometido era estimular a los líderes de todos los países, para que formaran parte de una red que promociona los intereses comerciales de Estados Unidos en todo el mundo. Esos líderes son atrapados en una telaraña de endeudamiento, lo que garantiza su lealtad. A cambio de ello, consolidan su posición política.

Acarrean a sus países complejos industriales, centrales generadoras de energía, aeropuertos, etc. El juego de la ayuda exterior consiste en hacer rico al gobernante y encadenar a su país al endeudamiento, quedando, de esa manera, atados para siempre a Estados Unidos y a la corporatocracia. Por tanto, los sicarios económicos son una élite de hombres y mujeres utilizados por las organizaciones financieras internacionales, para que otras naciones queden sometidas a la corporatocracia.  Si el país deudor se declara insolvente e incapaz de pagar, el reclamo del pago se traduce en votos cautivos en la Naciones Unidas, en el establecimiento de bases militares en su territorio y en el acceso a sus recursos naturales. Perkins señala que cuando los sicarios económicos fracasan, intervienen los chacales. Cuando estos actúan los líderes de Estado son derribados o mueren en “accidentes” violentos. Y si fallan los chacales, el trabajo pasa a manos de los militares, enviando a la juventud estadounidense a matar y a morir.

*Psicólogo salvadoreño

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