París va contrarreloj por terminar el tanque gigante que limpiará el Sena para los Juegos Olímpicos

El río Sena y el entorno que lo rodea son unas de las zonas más bellas y emblemáticas del mundo, pero ese cuerpo de agua está contaminado y debe ser limpiado para que aloje competencias en los próximos Juegos Olímpicos. En eso trabaja a marchas forzadas la llamada Ciudad de la Luz.

Ingenieros del sistema de aguas de París se apresuran a terminar un faraónico proyecto antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos del año que viene: construir un túnel de 700 metros y un gran tanque de almacenamiento para limpiar el río emblemático de la capital francesa y que los atletas puedan competir en él en pruebas de natación y triatlón.

«Ha sido un maratón, pero estamos en la última etapa», dijo al Financial Times el ingeniero Samuel Colin-Canivez, jefe del sistema de aguas de París. «El objetivo es evitar que las aguas no tratadas se viertan al río».

La construcción del tanque subterráneo gigante comenzó hace casi cuatro años y está previsto que se concluya en primavera, con un coste de 90 millones de euros, según el medio. Tendrá una capacidad equivalente a 20 piscinas olímpicas y está diseñado para captar el desbordamiento del antiguo sistema de alcantarillado de la capital francesa durante las lluvias torrenciales.

Actualmente, varias veces al año los túneles subterráneos de alcantarillado de la ciudad se ven desbordados y, para evitar inundar las calles, vierten aguas residuales al río, incluida la peligrosa bacteria E Coli, presente en los vertidos de los inodoros.

París se vio obligada a cancelar varias pruebas este verano, luego de que los análisis de laboratorio mostraran que había demasiada E Coli en el Sena. El exceso de contaminación se debió a una racha de lluvias torrenciales, algo que el nuevo tanque debería ayudar a evitar.

Este dispositivo gigante conforma uno de los cinco proyectos de ingeniería que la región de París está llevando a cabo para sanear los ríos Sena y Marne, de cara a permitir que sus habitantes vuelvan a nadar en ellos.

Sin embargo, muchos residentes siguen mostrándose escépticos sobre la posibilidad de bañarse en el Sena y no hay garantías de que la limpieza relacionada con los Juegos Olímpicos sea lo bastante eficaz como para reducir los niveles de bacterias.

El baño en el Sena se prohibió en 1923 a causa de la contaminación, pero los políticos llevan mucho tiempo prometiendo recuperarlo. (Sputnik)

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