El gasto en salud por mala alimentación y el impacto en el medio ambiente, entre otras factores, esconden un costo de cinco mil millones de dólares anuales en El Salvador, según la FAO.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en una valoración señaló que los países de ingresos bajos, tienen los costos ocultos de los sistemas agroalimentarios más altos, en hasta un 25 por ciento del PIB, mientras que en los países de ingresos medios es 12 y en las economías de ingresos altos un ocho.
En el caso salvadoreño la afectación de las enfermedades por una mala alimentación supera los tres mil 400 millones de dólares anuales, mientras Centroamérica en conjunto pierde 66 mil 537 millones, de los cuales Guatemala y Panamá tienen los valores más altos.
En el estudio “El estado mundial de la agricultura y la alimentación (SOFA)”, la entidad analizó las afectaciones para 154 naciones desde «la granja a la mesa de una persona», incluyendo donde se cultiva o pesca, el procesamiento, la distribución, la comercialización, la preparación y el desecho.
En el caso de la mala alimentación, precisó, los llamados “costos ocultos” superan los 10 billones de dólares anuales, equivalentes a un 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Explicó la agencia que un 70 por ciento del costo oculto está determinado por las dietas “poco saludables”, con alto contenido de alimentos ultraprocesados, grasas y azúcares, que causan obesidad y enfermedades no transmisibles en las personas, como diabetes, cáncer o cardiovasculares.
En el estimado además se incluyeron los valores de las emisiones de gases de efecto invernadero y nitrógeno, los cambios del uso de la tierra (deforestación) y la utilización de agua.
El informe enumeró que en el caso salvadoreño la carga de las enfermedades tiene un precio anual de tres mil 425 millones de dólares, el clima 348 millones, las emisiones de nitrógeno 995 millones y el uso de la tierra 154 millones, a lo que se suman 73 millones relacionados con la pobreza en los trabajadores agrícolas y 28 millones relacionados con la desnutrición.
A partir de este estudio de costos ocultos, la FAO tiene previsto elaborar su informe anual de 2024 a «evaluaciones concretas en profundidad para determinar la mejor forma de mitigar estos gastos». (PL)
