Síntomas de la hernia: ¿cuáles son los peligros de ignorar esta patología?

Infórmate sobre qué es una hernia, sus síntomas, los tipos que hay y el dolor que causan, así como sobre el proceso de tratamiento.

Hernia

Una hernia es una patología en la que los órganos internos sobresalen de una cavidad a otra (por ejemplo, del abdomen al tórax) o hacia el exterior a través de huecos naturales o que se hayan formado.

Las hernias van acompañadas del desplazamiento de órganos internos de las cavidades en las que residen normalmente a otros espacios cercanos. Su bulto puede ser como un órgano entero, o parte de él. Las hernias suelen salir bajo la piel, entre los músculos o penetrar en otras cavidades.

Esta condición a menudo se produce tras un sobreesfuerzo físico en personas no preparadas. En un contexto de aumento de la presión interna y debilidad de la pared muscular, el órgano luce como si fuera empujado hacia fuera.

Síntomas

La señal más evidente de que la enfermedad se está manifestando es un abultamiento abdominal. Los bultos normalmente aparecen en la ingle, en la zona del ombligo o en la zona de la cicatriz, si ha sido operado recientemente. Todo depende del tipo de hernia.

Pero no solo externamente es posible sospechar de la enfermedad, entre los síntomas que también son indicadores, están el dolor en el abdomen y en la ingle con una prolongada posición de pie, con esfuerzo físico, al levantar pesos. Una persona observa dolor al estornudar, toser, empujar.

La hernia umbilical es más frecuente entre los bebés. Suele pasar al medio año, cuando el niño empieza a sentarse y a moverse activamente, con lo que tensa y refuerza las paredes abdominales. No obstante, si se produce en los niños mucho más tarde, es necesario consultar a un médico. La enfermedad puede provocar estreñimiento frecuente, falta de actividad o tos constante. Si el niño se queja de dolor en la zona del ombligo y tiene abultamientos en el mismo lugar en posición de pie, entonces es un signo seguro de la aparición de una hernia umbilical. El menor también puede volverse letárgico, tener menos apetito y apatía.

La hernia inguinal es más frecuente en varones, sobre todo en la infancia. Los síntomas incluyen protuberancias en la zona, agrandamiento del escroto, dolor en la zona lumbar, los genitales y al orinar.

Con la hernia intervertebral hay dolor en las piernas o la columna después de realizar esfuerzos físicos, levantar peso, agacharse o como resultado de una posición incómoda durante el sueño o el trabajo. Las protuberancias aparecen en el área lateral de la columna vertebral o en la zona lumbar.

Las hernias vertebrales se producen en las zonas lumbar, cervical y torácica. Los síntomas de esta enfermedad son dolor en la zona correspondiente, debilidad en brazos y piernas, alteraciones sensoriales.

En el caso de una hernia lumbar, surgen protuberancias en la superficie lateral o posterior del abdomen. Este tipo de enfermedad puede detectarse en posición tumbada sobre el lado enfermo: las protuberancias son visibles, pero cuando la persona se da la vuelta hacia el lado sano, desaparecen.

Causas

Las hernias abdominales están causadas por puntos débiles en la pared abdominal, que son congénitos o aparecen durante la vida. Normalmente, los músculos abdominales funcionan como un corsé protector de los órganos internos. Cuando su elasticidad disminuye, se forma un saco herniario, dentro del cual se desplazan los órganos internos.

La hernia puede ser el resultado de una predisposición hereditaria, cambios relacionados con la edad, pérdida repentina de peso, obesidad, embarazo, estilo de vida inactivo o actividad física excesiva, peculiaridades de la estructura anatómica, intervenciones quirúrgicas, traumatismos abdominales o debilidad del tejido conjuntivo. También deben tenerse en cuenta los factores que aumentan la presión intraabdominal: tos crónica con enfermedad pulmonar, trabajo físico intenso, llanto frecuente en la infancia, parto difícil, vómitos forzados, estreñimiento prolongado e incluso tocar instrumentos de viento.

La principal razón que los médicos consideran para el desarrollo de la hernia intervertebral es la sobrecarga aguda o crónica de la columna vertebral, que se ve facilitada por el levantamiento de pesas, el trabajo sedentario prolongado, la mala postura, la exposición constante a la vibración.

Tipos de hernias

Se distinguen los siguientes tipos de hernias:

  • Diafragmática: una parte del esófago, estómago o intestinos que sobresale a través del diafragma hacia la cavidad torácica, desplazándose hacia el corazón y los pulmones. Provoca trastornos en el proceso digestivo.
  • Hernia inguinal (anatómicamente las hay oblicuas y directas): es el tipo más común de hernia, más frecuente en hombres que en mujeres. Sobresale en el canal inguinal. Puede ser congénita o adquirida. Interfiere con la capacidad de la persona para caminar y sentarse, causando graves molestias.
  • Hernia abdominal de línea blanca: divergencia de las fibras de tejido conjuntivo en el centro del abdomen, entre los abdominales. A menudo se desarrolla tras una intervención quirúrgica abierta con una incisión amplia.
  • Hernias femorales: los órganos internos salen a través del canal femoral, es decir, una laguna vascular donde se encuentran tanto la arteria y vena femorales como los nervios.
  • Hernia umbilical: la puerta de la hernia se forma en la zona del anillo umbilical. Hernias postoperatorias: se forman en la zona de las cicatrices y cicatrices postoperatorias.

Según el lugar de aparición, las hernias abdominales son externas e internas.

Hernias internas

Una hernia interna es la salida de órganos abdominales a través de las aberturas del diafragma hacia la cavidad torácica. Las hernias internas son mucho menos frecuentes.

Hernias externas

La hernia externa en el abdomen es un desplazamiento hacia afuera de los órganos internos de la cavidad abdominal. Las hernias abdominales externas se dan en el 2-5% de las mujeres y en el 6-7% de los hombres. Por ello, la herniorrafia y la hernioplastia son las intervenciones quirúrgicas abdominales más frecuentes. Representan el 20%, es decir, 1,5 millones de operaciones.

Complicaciones y consecuencias

La complicación más peligrosa de una hernia es el pinzamiento de la hernia. Si las asas intestinales se introducen en el saco herniario, pueden quedar pinzadas. Esto ocurre debido a la contracción de los músculos abdominales y a la reducción del orificio de la hernia. Como consecuencia, se interrumpe el riego sanguíneo del órgano, se desarrolla necrosis intestinal, que suele ir acompañada de afecciones potencialmente mortales como:

  • Obstrucción intestinal aguda;
  • inflamación de la cavidad abdominal (peritonitis);
  • intoxicación grave del organismo;
  • insuficiencia renal y hepática.

En el peor de los casos, este problema de la hernia acaba en muerte. La única forma de deshacerse permanentemente de la hernia abdominal es la cirugía. Cualquier hernia abdominal se trata únicamente con intervención quirúrgica. Esta patología no puede revertirse, y con el tiempo el tamaño de la protuberancia puede solamente aumentar.

Hay un tipo de hernia, que puede pasar de forma independiente, es la hernia umbilical en niños menores de 5 años. En todos los demás casos, es necesario un tratamiento quirúrgico.

¿Cuándo acudir al médico?

Si experimentas los primeros síntomas de una hernia, acude al médico.

La hernia en adultos es detectada por un médico general, tras lo cual el médico deriva al paciente a uno o varios especialistas. Esto depende de la localización y la naturaleza de la enfermedad. Hace falta entender que del tratamiento de la hernia cervical se encargan unos especialistas, y del tratamiento de la hernia inguinal, otros.

El terapeuta puede referirse a un traumatólogo, cirujano, ortopedista, neuropatólogo. Mientras que para tratar una hernia discal se debe consultar a un vertebrólogo.

Diagnóstico

La hernia en hombres y mujeres se diagnostica en la consulta médica. El especialista recurre a los métodos de:

  • Palpación;
  • percusión;
  • auscultación (escucha de los sonidos corporales).

Para obtener una imagen más completa del tipo y grado de desarrollo de la enfermedad (hernia vertebral, hernia cervical, etc.), se realiza un examen especial:

  • Ultrasonido;
  • radiografía;
  • tomografía computarizada.

Tratamiento

Las hernias se tratan con dos métodos: conservador y quirúrgico. El tratamiento conservador incluye:

  • Terapia física;
  • técnicas fisioterapéuticas: masaje, reflexología, tracción mecánica, tratamiento magnético y con ultrasonidos.

Pero todos estos métodos se utilizan muy poco, muy a menudo no pueden librar a una persona de una hernia, excepto en casos muy particulares. El tratamiento conservador está diseñado para reducir el dolor y la protuberancia. El método de tratamiento quirúrgico más utilizado consiste en extirpar la hernia de forma permanente.

La cirugía de la hernia puede realizarse con anestesia local, el tiempo de la intervención oscila entre 30 minutos y varias horas, todo depende de la gravedad y el tipo de la enfermedad.

Prevención

Si tus familiares se han enfrentado a un problema como una hernia vertebral, debes estar siempre atento; estás en el grupo de riesgo. La prevención incluye:

  • Ejercicios regulares, incluso ejercicios para fortalecer el corsé muscular, y el estiramiento de los músculos de la espalda, y si es posible, inscribirse en una piscina y practicar natación. 
  • Alimentación adecuada. Es importante que el cuerpo tenga suficientes proteínas y calcio. Por lo tanto, el consumo de requesón, kéfir, carne de pollo debe ser regular. 
  • Terapia de vitaminas. Si consumes pocas verduras, frutas, a menudo te resfrías, no descuides la terapia vitamínica. Un cuerpo debilitado es un blanco directo para los trastornos de la columna vertebral.
  • Tome suplementos con condrocitos para la elasticidad del tejido conjuntivo.
  • Especialmente si hay signos de osteocondrosis, artrosis o ha habido lesiones recientes.
  • Control del peso corporal. El sobrepeso es especialmente peligroso para la columna vertebral. Al fin y al cabo, crea una presión y una carga adicionales sobre las vértebras. Y, en caso del más mínimo trauma, la aparición de una hernia en este caso – un proceso natural. Abstenerse de alimentos ricos en calorías, carnes ahumadas.

Consejos médicos

En caso de que tengas todos los síntomas de una hernia, nunca debes automedicarte. Sólo es posible librarse de la enfermedad mediante cirugía. Por lo tanto, no esperes una recuperación completa tomando remedios naturales.

Algunas personas están absolutamente seguras de que la operación de una hernia no le permite deshacerse por completo de ella. Sin embargo, esto es un mito que vale la pena desmontar. El hecho es que la operación le permite eliminar la hernia, y los medicamentos adicionales que se prescriben después de la cirugía, contribuir al fortalecimiento de las paredes de los órganos internos.

No se puede confiar en el hecho de que la propia dolencia se disolverá. La extirpación de la hernia es la única solución verdadera.

Fuente: Sputnik

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