Descubren un gen que está vinculado con la gravedad de un ictus

Un equipo de especialistas descubrió una correlación entre la estructura del gen que codifica la proteína de choque térmico y la evolución de un ictus isquémico.

Los patrones identificados pueden ser aplicables en medicina para predecir la gravedad del ictus y la duración de la recuperación tras el mismo.

El ictus isquémico es una afección patológica de la circulación cerebral que causa daños en el tejido cerebral. Sus consecuencias son la base de la mayoría de las muertes, de acuerdo con las estadísticas de la OMS. Los científicos explicaron que las causas de esta enfermedad pueden deberse tanto a factores externos como a la genética del paciente.

En condiciones de estrés, incluidos los accidentes cerebrovasculares, las proteínas de choque térmico se activan para minimizar los posibles daños en las células del organismo. En los accidentes cerebrovasculares, ayudan a las proteínas del tejido cerebral a adoptar de nuevo la estructura geométrica correcta y evitan que se peguen entre sí, lo que puede ser letal.

Investigadores de la Universidad Estatal de Bélgorod, en Rusia, junto con investigadores rusos y británicos, comprobaron la existencia de una relación directa entre la secuencia del gen responsable de la producción de la proteína de choque térmico HSP70 y las peculiaridades del curso y la recuperación tras un ictus isquémico. A juicio de los científicos, esto permitirá prever con mayor exactitud la evolución de la enfermedad y ajustar el tratamiento.

Los expertos explicaron que lo más frecuente es que la secuencia del mismo gen sea la misma, pero a menudo se observa el fenómeno del polimorfismo, es decir, diferencias de una o más bases en un gran número de personas en la misma posición de la secuencia. Las distintas variaciones de un mismo gen se llaman alelos.

«Hemos tomado muestras de ADN de pacientes con ictus isquémico diagnosticado y de voluntarios sanos. Al estudiar las diferencias más pequeñas en el gen HSPA8, que codifica la proteína HSP70, llegamos a la conclusión de que existe un vínculo entre la secuencia de nucleótidos en él y el ictus isquémico», afirmó Alexéi Deikin, uno de los investigadores.

Añadió que en el estudio participaron más de 2.000 personas y que, si se considerasen todos los resultados en conjunto, no sería posible establecer una relación entre el polimorfismo HSPA8 y el ictus isquémico. Sin embargo, cuando se analizan subgrupos, como solo los hombres o solo los sujetos fumadores, es posible señalar alelos que indican un alto riesgo de ictus y de ictus muy grave.

«Los resultados del estudio tendrán implicaciones prácticas. Cuando un paciente con un tipo predeterminado de proteína de choque térmico se diagnostica un ictus isquémico, será posible seleccionar inmediatamente la atención adecuada, incluso en ausencia de signos para referirlo a los enfermos críticos, entendiendo que soportarán esta patología con dificultad», explicó Deikin.

En su opinión, al mismo tiempo, el trabajo es también un estudio fundamental, ya que nos permite acercarnos a la comprensión de la relación entre el genotipo y el fenotipo humano. (Sputnik)

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