El final de la guerra fría, la democracia liberal salió malograda, posición opuesta a la visión del filósofo estadounidense de origen japonés, Francis Fukuyama, quien creí que la democracia liberal era el modelo universal a seguir.
Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*
En “La Luz que se apaga” el politólogo búlgaro, Ivan Krastev, y el profesor en derecho, el estadounidense Stephen Holmes constatan, desde entonces, el dominio de la derecha en la agenda política. En su opinión, la democracia liberal se introdujo a los europeos del este. Las antiguas dictaduras intentaron copiar a occidente.
Pero, no se les dijo que hacer y sus instructores no resultaron ser tan buenos. La economía política de occidente, presentada como modelo, entro en crisis en el dos mil ocho, haciendo añicos cualquier ilusión.
Aparecieron nuevos nacionalismos que, convirtieron la imitación en arma ofensiva. Sembraron el desencanto contra occidente y socavaron la noción de verdad. Lo que sentó las bases a la xenofobia populista y al nativismo reaccionario. Estas actitudes intolerantes, son propias de una mentalidad autoritaria cuya característica principal es, la imposición de su verdad. Detrás, hay una intolerancia a la complejidad.
Es decir, no entienden que las razones de determinados hechos, derivan de varios factores. Por ejemplo, Hannah Arendt, considera que la mentalidad autoritaria, deriva de un fracaso en hacer culpar al sistema. Son creencias infundadas como que, la falta de empleo es debida a los inmigrantes.
Las personas autoritarias, líderes y militantes, encuentran cobijo en partidos que apuestan por sistemas unipartidistas. Estas personas, apuntan por sistemas antidemocráticos y anti meritocráticos y denominan a sus oponentes, con conceptos extremos. Utilizan la equivalencia moral, para excusarse en el mal de otros y violar, ellos mismos, las leyes.
En “El ocaso de la democracia: la seducción del autoritarismo”, obra publicada en el dos mil veinte por la periodista estadounidense Anne Elizabeth Applebaum, escribe que toda narrativa para que tenga éxito, como realidad alternativa, necesita de los intelectuales.
La crisis que el mundo está viviendo no se debe a una crisis económica, sino, es producto de la elite creadora de auténticas alternativas las cuales, jamás han vivido las consecuencias de una crisis. La crisis de Europa, dirá, no viene por temas del pasado. Esta resulta de acciones especiales de personas concretas, a quienes no les gusta la situación actual.
Los intelectuales, deberían comunicar narrativas vitales de la democracia. Pues esta necesita de la lógica, la verdad y la racionalidad. Las narrativas deben tocar la parte lógica y racional de las personas. Pero, los intelectuales han traicionado a la verdad a favor de causas políticas concretas. Su mentalidad autoritaria pone en peligro a las democracias, debido a la irracionalidad emotiva de su narrativa.
En su libro, Applebaum analiza la debacle democrática y el surgimiento del populismo de derecha con tendencias autoritarias. Critica a los intelectuales, quienes proporcionan justificaciones al autoritarismo. Su libro comienza en la Polonia de mil novecientos noventa y nueve.
Narra una fiesta realizada a fines de ese año, en la que asistieron “defensores de la democracia” y el “libre mercado”. Luego traza la evolución de cada uno de los asistentes, donde algunos terminaron abrazando el populismo y el autoritarismo de derecha, mientras otros continuaron siendo demócratas.
Explica que, algunos intelectuales se volvieron defensores de líderes deshonestos y corruptos, con impacto desastroso en la gente y en las instituciones.
Mucha gente apoya al autoritarismo por angustias económicas, por miedo al terrorismo o a la inmigración. Pero, los intelectuales que dan su apoyo a los autoritarios, gozan de un alto nivel educativo, han viajado y no tienen problemas económicos.
Sus motivos pueden ser la oportunidad para hacerse notar o venganza por desaires de otras élites. Estos han alimentado la idea que las actuales minorías rectoras, han convertido en lugares tenebrosos a sus países.
Applebaum piensa que mucha gente apoya al autoritarismo, porque tienen el perfil de una personalidad autoritaria. Muchos anticomunistas terminaron desencantados de la meritocracia, porque los nuevos sistemas los excluyeron.
Aquellos que creen en “medias mentiras”, teorías conspirativas y realidades alternativas, se convirtieron en seguidores de los partidos de derecha.
Y la comunidad internacional es atraída por la dura retórica de los populistas de derecha, quienes crean cortinas de humo para ocultar sus acciones autoritarias y su corrupción política. Ya hay dictaduras instauradas en Polonia y en Hungría, dice Applebaum.
Basada en la realidad, fantasía o alimentada por la falsedad, los inmigrantes han provocado una alarma demográfica.
Los nacionalismos políticos de extrema derecha, han alentado una lucha contra la inmigración, a través de movimientos nativistas que buscan la defensa de los intereses autóctonos o nativos.
Los autoritarios, necesitan el apoyo de las masas e igual que los fascistas de la década de los treinta del siglo veinte, necesitan de los intelectuales. Applebaum recuerda que María Schmidt, directora del museo Casa del Terror de Budapest, lugar que narra la historia de opresión fascista y comunista que, en los últimos años, culpa a los extranjeros de los males de Hungría y descarga su furia contra todos aquellos que buscan socavar la “hungaridad”.
Otra antigua conocida de Applebaum es, la presentadora de un programa de entrevistas sobre la política estadounidense, Laura Ingraham, quien considera a los inmigrantes ilegales como ladrones y asesinos. A pesar de la abrumadora evidencia que, los inmigrantes cometen menos delitos que los estadounidenses nativos.
La actitud de Ingraham puede deberse, según la autora, a su progreso profesional o a la desesperación de ver a Estados Unidos, como un lugar donde acecha la guerra civil y la violencia. Resultado de una “élite” que se revuelca en la decadencia, en el desorden y en la muerte.
En general, Applebaum busca construir la psicología y la motivación de esas personas que, abrazan el populismo y el autoritarismo de derecha.
*Psicólogo salvadoreño
