Trabajadoras y trabajadores que laboran día a día en la industria de la confección de prendas e indumentarias en las fábricas conocidas como maquilas

Es importante identificar un contexto para entender las razones que aduce el sector maquilero de la confección textil para cerrar fábricas, flexibilizar los derechos laborales, anular, reducir y atrasar prestaciones contempladas en la ley laboral, desmejorar las condiciones de salud y seguridad en el trabajo, presionar para una cada vez mayor vulnerabilidad socio-laboral para la clase obrera, que día a día necesita laborar para obtener ingresos que puedan ayudar a su sostenimiento individual y familiar.

Por: Róger Hernán Gutiérrrez*

1) La cadena de suministros, está retrasada y elevada en sus costos de llegada a los centros de producción, lo que conlleva a suspensiones del contrato individual en las zonas de producción, a generar poca productividad en el período y a una producción diaria menor y que conduce diariamente a incumplimientos en los contratos con los proveedores y a quienes debe llegar el producto terminado.

2) A la falta y suspensión de pedidos contractuales, que lleva a almacenar el producto, terminado, elevando los costos de inventario, a la dilación en el cumplimiento de los pedidos y a la suspensión y/o retraso del contrato de producción, así como a la elevación de costos de producción relacionados con la compra de materias primas, accesorios y demás efectos logísticos negativos para la actividad productiva en la organización del trabajo.

3) A efectos económicos más altos en la puesta del producto en los puertos de salida y en la entrada de materias primas necesarias para impulsar el proceso productivo a cabalidad, sin demoras y justo a tiempo.

4) Crisis económica mundializada, con altos niveles de deterioro en los empleos, aumento del sub empleo-desempleo, con afectación en los salarios y mantenimiento del costo-beneficio equilibrado para producir las ventas necesarias para la subsistencia de las empresas y estabilidad en los ingresos laborales.

5) El consumidor ha reducido por la crisis económica su poder de compra, y no alcanza a ser un potencial consumidor para adquirir productos de manufactura textil indumentarias, y prefiere comprar otros productos y servicios más necesarios.

La situación planteada arriba provoca en las personas trabajadoras, crisis de empleo, de bajos y estancados salarios mínimos, reducción de bonos de producción, eliminación de incentivos laborales y retraso o no cumplimiento de prestaciones de ley.

Lo que lleva a los sindicatos a mejorar la acción de representación de los intereses de los afiliados, dialogando con las patronales que no acceden a dialogar ni a negociar por la situación misma y por la cultura anti sindical que les caracteriza, faltando a una lógica ganar-ganar, terminando por la salida más fácil, reducir la plantilla laboral.

El impacto lo han sufrido marcas prestigiosas que ven sus ganancias reducidas, pero sin caer en pérdidas y con ello reducen contratos de producción y tomando medidas drásticas desde el cierre definitivo o temporal de las fábricas; despidos de personas trabajadoras sin justificación alguna, o con poca base legal para hacerlo, con poco o nulo resarcimiento de los efectos del desempleo, despidos sin alguna compensación adicional, en algunas fábricas sin indemnización o parcializada o en pago por cuotas mensuales; suspensiones del contrato individual de trabajo y otros efectos negativos en la vida laboral.

Son las personas trabajadoras las más golpeadas, quienes ven disminuidos o terminados sus ingresos para vivir, un caso la fábrica F&D en la zona franca de San Marcos, se ve obligada a despedir a 150 o más personas trabajadoras y entre estos a más del 70% pertenecientes a los dos sindicatos existentes en la fábrica.

El empresario reduce un porcentaje de sus ganancias por la crisis económica, pero la persona trabajadora se ve más afectada perdiendo su empleo (100%), lo que lo deja a merced de un mayor deterioro en su vida futura al no disponer de ingresos que le permitan sostenerse y a su familia; aunado a que no hay empleo en general en el país.

Debe el empresario, hacer mayores concesiones en el caso de crisis de producción, sobre todo que es un personal despedido que le ha producido ganancia, pero sin reconocerle nada más, y cuando lo necesitó y lo explotó, por qué no hubo una redistribución de las ganancias, el empresario a cargo de la dirección de F&D, necesita ponerse en los pies del que más pierde y encontrar una política laboral de mejor provecho tanto en tiempos buenos como en los tiempos malos.

*Sindicalista salvadoreño

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