Francisco y su perspectiva de género

Pocos días antes de viajar a dos países africanos, el papa Francisco dio una extensa entrevista periodística que produjo, como es habitual, un conjunto de emociones confrontadas. La entrevista le permitió abordar temas de actualidad, la relación con la República Popular China e hizo particular énfasis en la libertad de expresión dentro de la Iglesia; llamó a decir las opiniones en forma directa pues explicó que la critica fortalece a las personas.

Por: Elio Masferrer Kan*

El tramo de la entrevista que mas emocionó a la prensa fue cuando analizó la cuestión de la homosexualidad, explicó que este tipo de comportamiento era “un pecado, pero no un crimen”. Llamó a la cordura a los obispos que han lanzado descalificaciones y condenas a los miembros de la Comunidad LGTTTBQ a retractarse y establecer una pastoral adecuada; en un momento de la entrevista, comparó el regreso de los gays a la Iglesia con la parábola bíblica del “hijo pródigo”. Recordó también lo que dijo regresando de Brasil al inicio de su pontificado (2013), cuando mencionó “que si hay una personas que busca a Dios y es sincera, quién soy yo para juzgarla. Está el Señor”

El hijo descarriado que malgasto su herencia y se lanzó a vivir en el pecado, pero que al fin arrepentido y temeroso decide regresar a la casa paterna y es recibido con regocijo por el padre, lo cual indignó al hijo obediente, que serían en este caso los obispos homofóbicos.

“Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.” Lucas 15:30

Es importante recordar que el Nuevo Catecismo de 1992 redactado con la dirección de Ratzinger condenó la homosexualidad como un “comportamiento desordenado”, a lo cual los colectivos LGTTTBQ le respondieron que la Iglesia protegía a los pederastas que eran unos delincuentes. Probablemente a esto se refería Francisco, cuando deslindaba a los homosexuales del crimen y lo señalaba como un pecado.

Es importante mencionar que entre el 31 de enero y el 5 de febrero, Francisco estará en el Congo y Sudan del Sur. Muchos obispos africanos, tanto de la Iglesia Católica, como de la Iglesia Anglicana en África son firmes críticos de la homosexualidad y es un factor de discordia con las iglesias europeas que son más abiertas. Francisco llamó firmemente a despenalizar los comportamientos homosexuales, que puede implicar cárcel o pena de muerte en alrededor de 50 países.

Por su parte los colectivos LGTTTBQ criticaron a Francisco por descalificarlos caracterizando a sus preferencias sexuales como pecaminosas y el sacerdote jesuita James Martin que trabaja con católicos homosexuales envió una carta al Papa pidiéndole que aclarara algunos puntos que generaban dudas. La respuesta de Francisco fue en una carta escrita a mano y en castellano, la lengua materna del Papa.

“No es la primera vez que hablo de la homosexualidad y de las personas homosexuales. Y quería aclarar que no es un delito, para recalcar que la criminalización no es ni buena ni justa”. Aclara que “Cuando dije que es un pecado, simplemente me estaba refiriendo a la enseñanza moral católica, que dice que todo acto sexual fuera del matrimonio es un pecado. Por supuesto, también hay que considerar las circunstancias, que pueden disminuir o eliminar la culpa. Como pueden ver, estaba repitiendo algo en general. Debería haber dicho: Es un pecado, como lo es cualquier acto sexual fuera del matrimonio. Esto es hablar de “la materia” del pecado, pero bien sabemos que la moral católica no sólo toma en consideración la materia, sino que también valora la libertad y la intención; y esto, por toda clase de pecado.” Y agrega que “y yo le diría a quien quiera criminalizar la homosexualidad que se equivoca”. Termina diciéndole al padre Martin que “rezo por ti y por tu trabajo”. Lo cual representa un espaldarazo al trabajo pastoral de los católicos en comunidades LGTTTBQ.

El papa Francisco se convirtió así en el primer pontífice que pide la despenalización de la homosexualidad, un cambio histórico en la protección de estas poblaciones vulnerables y constantemente agredidas por discursos de odio.

En términos conceptuales, aplicó a su análisis del pecado una perspectiva de género, homologando las relaciones entre personas del mismo sexo a cualquier relación sexual fuera del matrimonio.

*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH

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