Hablar de Brasil en Latinoamérica no es sólo futbol y zamba. Brasil tiene un gran peso en el continente latinoamericano. Con la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia, después de la modalidad de los golpes suaves a gobiernos progresistas para instaurar gobiernos más proclives a Washington, que les satisfagan sus necesidades políticas y económicas. Al seguirles proporcionando materias primas baratas, profundizando en el extractivismo que tanto daño están ocasionando a nuestros pueblos.
Por: Igor Iván Villalta Sorto*
En connivencia con las oligarquías locales que se aprovechan del estado y los recursos de los pueblos para lograr sus propósitos de continuar amasando grandes fortunas en detrimento de el empobrecimiento de los pueblos. Bolsonaro un líder mesiánico y populista, logra hacerse de la presidencia como una copia de su referente en Estados Unidas, Donald Trump. El arribo de este personaje en Estados Unidos, como que inaugura las tendencias de lideres de derecha autoritarios, racistas y excluyentes, que gobiernan supuestamente para redimir a los pueblos del atraso y la marginación.
Exhiben un discurso progresista atacando los males sociales arrastrados por centurias, son iluminados, que van de la mano de iglesias, por ser voluntad divina. El discurso se basa el pueblo al fin va a ganar. Pero al cabo de unos años, como ha sucedido en Estados Unidos y Brasil, los pueblos se dieron cuenta que todo era un discurso vacío, que los engañaron.
Pero eso, no fue solamente una mala experiencia. En Brasil se ha profundizado la quema de la selva amazónica para que los grandes productores de carne y cereales, soja tengan terrenos disponibles para sus cultivos, porque el consumo de los países ricos lo necesitan. Al mismo tiempo que los empresarios ricos hacen dinero y se les proporciona las materias primas necesarias para que los mas ricos del primer mundo hagan mas dinero, dejan nuestros recursos agotados, consumen grandes cantidades de agua, degradan nuestros suelos, intoxican con sus venenos el agua, la tierra, los océanos.
Estas prácticas depredadoras son las responsables de la perdida de biodiversidad biológica que impacta grandemente a la misma economía, este es el circulo perverso en donde se toman decisiones sin ver el futuro. En todas partes del mundo los ganaderos para proteger sus crianzas que son muy vulnerables al ataque de los depredadores al ser presas fáciles, han terminado envenado a los lobos, cazando a los tigres, pumas y otros. Sin tomar en cuenta que todos estos tienen una acción biológica sobre los ecosistemas que los reproduce y mantiene saludables.
El negocio es redondo porque ellos no pagan nada por todo el desastre que ocasionan, esclavizan a los nativos, al pagarles sueldos de hambre, obtienen las ganancias en muy poco tiempo y luego cuando la degradación de los ecosistemas se vuelven improductivos, simplemente los abandonan y migran a otros lugares en donde necesitan tener gobiernos genuflexos que les permitan seguir haciendo negocio.
Los años que Bolsonaro estuvo en el poder han servido para eso, ya no digamos el daño hecho a las poblaciones nativas que ven como se destruyen sus tierras, como se invaden sus poblaciones, como se margina y se expulsa a los jóvenes obligados a emigrar a las grandes ciudades en donde poco a poco van perdiendo su cultura e identidad.
Lula Da Silva, tiene grandes retos en primer lugar porque se vaticina que su tercer gobierno no será igual a los anteriores, debido a que se encuentra con una serie de amarres jurídicos que le hacen bregar cuesta arriba, debido a que tampoco cuenta con todo el poder, los sectores Bolsonaristas continúan siendo fuertes y darán una lucha encarnizada para lograr sus propósitos.
Se calcula que, si los Estados Unidos perdiera sus dominios en todo el mundo, pero conservara América Latina, siempre sería muy fuerte, debido a que nuestro continente tiene múltiples riquezas naturales. Si tomamos ejemplo del litio, en artículo publicado por la agencia de noticias Pelota de Trapo y Silvana Melo, de autoría, nos habla del problema:
“Este año, dicen las estadísticas, se producirán más de doce millones de automóviles eléctricos en el mundo. Para eso se necesitarán 625 mil toneladas de carbonato de litio. Los últimos niveles de extracción no superaron las 525 mil toneladas. Si a la industria de Elon Musk se suman los celulares y todas las variantes tecnológicas que utilizan baterías, es indudable que el litio de América de Sur es un botín a asaltar”.
Se tienen grandes expectativas que se trabaje, con el liderazgo de Lula y Brasil, en el fortalecimiento de la unión entre nuestros pueblos para el caso que se trabaje en el fortalecimiento del BRICS que comprende Brasil, la economía número 11 en el mundo, Sud África, Rusia, China y la India. Como observadores tenemos a México que ya superó económicamente a España, Argentina y a Arabia Saudita, el estado que mantiene la hegemonía del dólar por el hecho de ejercer gran control sobre la producción de petróleo y los llamados petrodólares. Otra república que podría formar parte es Irán.
La contraparte del BRICS es el G7 que incluye a siete países, los más desarrollados del primer mundo, con el 10% de la población mundial controla el 46 por ciento de la economía mundial. Mientras que el BRICS controla el 46% de la población mundial y el 25% del PIB global.
*Biólogo investigador
