Nayib Bukele en naciones unidas: un discurso patético

Retomo el calificativo utilizado por Ronald Umaña en entrevista televisiva al discurso ofrecido por el presidente de El Salvador en Naciones Unidas, pero antes de abordar el contenido de este, los invito a escucharlo y luego veamos en el país en que convivimos. Realicemos un ejercicio mental. Si el país descrito por el presidente se parece al país que habitamos.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

Tomando en cuenta el mensaje no verbal del presidente: proyectó una imagen de inseguridad en todo lo que decía, como que ni él creía lo que estaba diciendo. Por otro lado, al observar casi todos los espacios vacíos, se observó desencajado, como cuando uno acude a una reunión en la que no es bien recibido, por tanto, se vio incómodo.

Como que el presidente se ha acostumbrado mucho al mundo virtual, y ya el contacto con los seres humanos de carne y hueso lo incomoda, como que lo han sacado de su zona de comodidad. Ya entrando en el discurso pidió Libertad, volviendo a las expresiones de Ronald Umaña en la misma entrevista televisiva. Se cuestionaba de ¿cuál Libertad? habla el señor presidente, si ellos y su grupo hegemónico tienen toda la libertad para hacer lo que quieran con nuestro país y su gente.

Fue notoria la vehemencia con la que pidió a la comunidad internacional que ahora en el país las cosas se estaban haciendo bien, que se estaba construyendo un techo sin goteras como se hacía antes, quizás se refería al techo del Hospital Rosales, o al techo de la bóveda en la colonia San Francisco, o al mercado inaugurado hace poco tiempo con todo bombo y platillo, o de las escuelas que ya ni techo tienen.

Otro de los llamados es señalar los grandes logros de su gobierno, como que tenemos las mejores playas para prácticas el surf, volcanes, café, pupusas y escuchemos bien. Nuestra carta de presentación en el concierto internacional de naciones es ser reconocidos como el país del bitcoin, quizás porque eso define a su gobierno, por la volatibilidad, la opacidad en el manejo de los fondos públicos y ser un rotundo fracaso.

El y su gobierno serán un faro de luz para las demás naciones que quieran compartir sus ideales, ambiciones y sueños como caminar en busca de la libertad y que en algún momento este vibrante discurso del representante del país más pequeñito del continente cambiará el formato obsoleto en el que aún funciona la organización de Naciones Unidas.

Bueno esto es como decir “candil de la calle oscuridad de tu casa” qué bueno que el presidente se maneje con esos ideales libertarios, pero en sus tres años de gobierno ha sido eso lo que ha entregado a los salvadoreños, recuerde otro sabio refrán: “hay que predicar con el ejemplo” quizá su disgusto al abordar un público que más que todo consistía en la canciller y su núcleo familiar.

Es que ya no se encontraba en el país en donde lo sigue su sequito que le celebra todo lo que expone. Se trataba de enfrentar a un público crítico que en primer lugar lo dejo sólo que en protesta se levantó de su silla y se retiró. Es inútil pretender que gente que vive en la política y que por eso se informa constantemente de lo que sucede alrededor del mundo, le iba a creer a Nayib Bukele.

El disgusto de la comunidad internacional también se vio reflejado en la carta dirigida por expresidentes de América Latina y España a la Organización de Estados Americano (OEA) para que Luis Almagro: realice un «análisis urgente» de la cuestión, disponiendo de los recursos necesarios, para «promover la normalización de la institucionalidad democrática» en El Salvador”.

La respuesta del presidente no se hizo esperar y acudiendo a la mejor de las diplomacias calificó a todos los firmantes de la carta de “corruptos, saqueadores y asesinos».

La molestia del presidente tiene mucho que ver con la falta de fanfarria por parte de otras naciones que no celebran que el presidente se quiera reelegir, violando la constitución de la república.

Haciendo un llamado para que lo dejen hacer lo que hacían los mismos de siempre como instaurar una dictadura para perseguir opositores políticos, realizar capturas arbitrarias, desaparecer a más personas, fustigar a la prensa independiente, serrar medios que no repitan el discurso de casa presidencial, eliminar de una sola vez la libertad de prensa y a los molestos defensores de los derechos humanos.

Este discurso contrasta con el ofrecido por el presidente de Colombia Gustavo Petro en la misma cede de Naciones Unidas. En primer lugar, por la cantidad de público que estaba atento a la alocución de Petro, enmarcado en las diferencias norte – sur, en la hipocresía en que los países ricos observan los problemas mundiales.

En la forma de cómo han abordado el problema de las drogas que responde a definiciones de esos países, que los lleva a esparcir venenos como el glifosato que destruye todo el entorno biológico.

En la necesidad de cuidar la selva que mientras se lanzan discursos que hay que salvar el planeta, por otro lado fomentan el saqueo de los países pobres, queman esa misma selva acelerando el cambio climático que traerá más hambre, más miseria, más muerte a todas las naciones del planeta.

*Biólogo investigador

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