La iglesia católica mexicana ante la propuesta de sinodal dad de Francisco

El Papa Francisco se reunión el 30 de agosto ante un número de 197 miembros integrantes del Colegio Cardenalicio en Roma, el motivo, retomar la relevancia de los laicos, se dijo, en funciones de liderazgo; por lo que resultó pertinente retomar la Praedicate Evangelium (cf. Mc 16,15;Mt 10, 7-8), puesta en vigor el cinco de junio del presente.

Por: Norma Barranco Torres y María Fernanda Ugarte Espinosa*

Para tal efecto, se recordó el número 10 de la misma “Todo cristiano es un discípulo misionero” ratificándose con esto una vez más que no solo son los obispos y otros ministros ordenados los únicos con la tarea de evangelizar, sino lo son también los laicos, inclusive va más allá de una participación evangelizadora, pues el documento los coloca en funciones de gobierno y responsabilidad, todo ello porque son finalmente los portadores y conocedores de las realidades sociales, y por tanto, se constituyen en los agentes verdaderos que necesita la Iglesia para renovarse y hacer frente a los nuevos tiempos y retos.

La clave, discernir los signos de los tiempos, algo que ha sido el talón de Aquiles para iglesia católica mexicana, caracterizada por su idolatría al poder, y de “predicar” al margen de las necesidades de su feligresía, nada que ver con la propuesta de Francisco que en reiteradas ocasiones ha enfatizado en el laico como un discípulo – misionero “que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús”, inclusive con funciones más altas de los dicasterios -término que adquirieron todas las oficinas del Vaticano-; los laicos no son una novedad, son el punto de partida para la Iglesia renovada que esta impulsando el papa.

El laico se constituye en el sustento de la teología de la vida, el mensaje es claro, recuperar la igualdad y la justicia; la mordaza impuesta bajo la idea de que los portavoces del cambio sean la doctrina y la vida de la Iglesia, es desplazada, ante la innovación y nada fácil tarea de la actual institución, concluir con el distanciamiento al pueblo y a sus necesidades. En un sentido, “difundir  y educar sobre la base de la vida”.

Algo inquietante para la Iglesia Católica Mexicana que ha simpatizado siempre y puesto su servicio al poder. El recurso por el cual han optado es el advenimiento de un catolicismo ultra tendiente a operar en el campo político mexicano; ahora de lo que se trata es de atender a dos frentes: al institucional y al Estado mexicano; para el primero han generado una suerte de iglesia local, que opera al margen de lo que el papa Francisco a propuesto desde que se anunció en marzo del 2013 sería la máxima autoridad que dirigiría una institución religiosa, encargada de exponer las injusticias del presente, para lo que lanzaría la labor de “todo será en el lenguaje del amor y atendiendo a los componentes demandados por la sociedad”; el fin, renovar la institución y lograr lo que él llama una Iglesia del tercer milenio; algo que la iglesia católica mexicana -representados por los obispos ahí presentes- comprobaría en febrero de 2016, ante una inminente y difícil solicitud hecha por Francisco, “les ruego no caer en la paralización de dar viejas respuestas a las nuevas demandas”, que  complementa con “asumir una mirada atenta y cercana no adormecida”.

Han pasado ya nueve años de esa reunión, y ante una propuesta que concretiza parte de las reformas de Francisco expuestas en la Praedicate Evangelium, hoy lo retoma nuevamente desde Roma, haciendo énfasis al punto 10, que reitera la importancia del laico, elemento integracionista de la feligresía que define la estructura misma de la institución. El fin recordar(les) que el desinterés hacia el pueblo es condenar la continuidad de ésta.

En tanto la enmienda de dirigir la mirada hacia el pueblo es opaca por el discurso de un sector conservador de la iglesia católica mexicana con fuerte arraigo al poder mundano. Vemos que desde el 1 de diciembre del 2018, han encontrado el mal de su tiempo, aquel que contradice su postura favorable con el poder. La sinodalidad impulsada por Francisco que exhorta a conocer y convivir con su feligresía dejando de lado la hierocracia de la burocracia institucional, se le resta importancia y en su lugar se superpone un catolicismo ultra y de élite, empecinado en trabajar de manera institucional y vertical, lo que continuará dificultando la incorporación de los laicos, que la mayoría de las veces parafraseando a Masferrer son vistos como meros auxiliares del clero.

*Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) – México


Referencias:

La Santa Sede (2016). Discurso del santo padre.  Viaje apostólico del Papa Francisco a México

(12-18 de febrero 2016). Encuentro con los obispos de México. El Vaticano: Dicastero perla Comunicazione – Libreria Editrice Vaticana Disponible en: https://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/february/documents/papafrancesc_20160213_messico-vescovi.html

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