Y la clase trabajadora hacia menores niveles de subsistencia y deterioros de las condiciones de vida y de trabajo

Las condiciones globales presagian y se observan situaciones difíciles, sobre todo en muchos países empobrecidos como el nuestro, en el corto y mediano plazo; y la contradicción es que los gobernantes que no están preparados para abrir brecha y dirigir, serán desplazados y quitados del poder, por la angustia y la zozobra que nos amenaza y nos alcanza a cada momento que damos un paso, siempre incierto pero seguro de mayor empobrecimiento económico para la clase trabajadora.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Habrá voces que dirán que los aumentos de salario deben impedirse, así como evitar medidas proteccionistas de las redes comerciales, y hacer acciones de reducción de los costos del comercio. Necesario combatir el aumento en los precios de los alimentos y brindar ayudas específicas a los muchos hogares vulnerables.

Lo grave es la escasez agudizada de alimentos, las políticas neoliberales de ARENA, nos llevaron a una completa dependencia del mercado globalizado, hacernos de una plataforma de servicios con buenos puertos y aeropuertos, además de súper carreteras fue totalmente ilusorio. Seguimos siendo un país atrasado y carcomido por los intereses mezquinos y corruptos siempre en vigencia para echar al traste cualquier buena intención económica y social.

Todos deberíamos saber cómo clase trabajadora, que los salarios pierden poder de compra cada día, y los alimentos mantienen una alta proporción de ese ingreso para comprarlos ( más del 50%), además de que se trata de un deterioro potencialmente abrumador por cuanto sólo un 25% de la fuerza laboral es formal, y está con una fundamentos básicos en materia de protección social y prestaciones socio-económicas, el resto de la clase trabajadora no es asalariada y depende de una situación económica favorable para adquirir productos y servicios que le permitan obtener ingresos de su venta.

La inflación va en aumento, y deteriora los ingresos como ácido, lo que termina en la zozobra y un grave problema de subsistencia para una clase trabajadora que se debate diariamente en una situación a cada momento deteriorándose; una realidad que erosiona esos mínimos ingresos y pesa fuertemente en el nivel de consumo, vemos la mercadería (alimentos y otros) que va escaseando, lo que hace elevar los precios, y la compra para vender algo que traiga ingresos a una familia—informalidad de la economía— va siendo cada vez más difícil por esa escasez de alimentos y de productos básicos.
Necesario los subsidios para mantener la ayuda alimentaria, la base financiera para una existencia mínima, los costos de vivienda, educación, servicios públicos, transporte son claves para que la gobernanza no se deteriore y caiga en una anarquía de intereses, en un aprovechamiento político, y sobre todo en la ganancia exorbitante de los detentadores del dominio y del poder económico.

Es claro que los alimentos siguen subiendo de precio, resultado de la escasez cada vez más sintomática de la realidad que vivimos a diario—no obstante, Calleja y los supermercados Selectos, siguen llenando sus bolsillos a costa de la incertidumbre y la concentración acumulada, se mantuvo abierto durante la pandemia y mantiene el control de los productores pequeños y medianos de bienes básicos para la subsistencia propia y familiar.

El covid 19, es todavía una variable que ha afectado los fundamentos de la existencia social, comunal, familiar, y la economía propia de país no logra proyectarse hacia generar la base económica, para que la crisis sea superada, en tanto importadores de casi todo, generamos un alto déficit fiscal por el endeudamiento al comprar los bienes y servicios más caros.

Como todos sabemos sólo disponemos de política fiscal, por estar dolarizados, y por ello nos encontramos en graves repercusiones de los efectos de las crisis mundiales y de los eventos que afectan directamente la economía. Mucha de la población está desprotegida y no presenta una protección social debida. Los gobernantes no logran encajar las políticas públicas que traigan el resarcimiento y empujen hacia una realidad de bienestar socio-económico—este tema sigue siendo inconcluso y no ha logrado permear la realidad de la clase trabajadora, sometida a la fuerza de la empresa para mantener relaciones laborales verticales, injustas y desiguales.

La educación es importante, los controles de precios, los subsidios, necesitamos diversos programas gubernamentales para resurgir el agro y volvernos menos dependientes de productos alimenticios en la región, logrando la soberanía alimentaria. Es claro que necesitamos cambios en el sistema productivo, impulsando la tecnología necesaria para superar las deficiencias históricas. Importante los subsidios al salario y políticas fiscales progresistas, así como en la creación, fortalecimiento y asistencia de mayores niveles de empleo.

*Sindicalista salvadoreño

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