Comunicado Feasies: Una realidad sindical y su trabajo en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Clase Trabajadora

CONTEXTO

Vamos llegando al final del tercer año de gobierno (junio/2022), conducido y gestionado por la persona del Presidente Nayib Bukele, y la situación de la clase trabajadora continua sin mejorar sustancialmente sus condiciones de vida y de trabajo; en consecuencia la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores (1886-2022) convoca a una clase trabajadora impactada por los niveles de pobreza, con mayor agravamiento por la pandemia, desarticulada para enfrentar sus contradicciones y en una lucha desunida, divorciada de sus intereses más sentidos y poco comprometida con la realidad socio-económica y política del país.

Los elementos básicos de la coyuntura en la correspondencia con el marco laboral, dentro del proceso histórico del movimiento sindical, mantienen una acción en pro y en contra de las condiciones políticas, socio-laborales y económicas que se vivencian en los lugares de trabajo privados y públicos. La amenaza al empleo y estabilidad laboral en los empleados públicos se centra en que los recursos disponibles a partir del gasto público derivados del déficit presupuestario, y gasto en función de lógicas de apoyo a la persona del presidente Bukele, lo que lleva a una concentración y acaparamiento de los recursos en el Ministerio de la Presidencia, de la Defensa, Seguridad Pública, de la Hacienda Pública y otras carteras y de órganos del Estado, que tienen que ver con garantizar el ejercicio de la gestión Bukele dentro de un supuesto trabajo de más atención a las necesidades de la gente.

La obra pública se supra valora sin terminarse y sólo anunciarse que se va a realizar para mejorar al país y para accesar a recursos diferentes, la situación turística en zonas que sustentan el uso del bitcoin, así como construcción de supuestas infraestructuras como en los municipios de Colón, de La Unión y, la acción de Bukele se respalda con la demanda del ejecutivo y aprobación a la instancia pertinente (Asamblea Legislativa) de muchos más recursos para sostener un trabajo de país, que en mucho la gente no sabe ni conoce o no está interesada en incorporarlo al estatus y situación de vida diaria.

Este Uno de Mayo, manifestamos que las empresas continúan logrando prebendas del gobierno como políticas públicas o proyectos políticos en favor del capital corporativo como fue el caso de la ley de aguas, retraso de leyes favorables a la población como la reforma previsional consecuente al interés de la persona trabajadora y no de los intereses corporativos de las AFP y sus satélites; y un ejercicio legislativo muy ágil y sin debate, en pro de aquello que vaya en función de los intereses de grupos empresariales alrededor del propio Presidente, y de ideas o leyes como el bitcoin, que surgen de la elite del círculo familiar en torno a la gestión del Presidente Bukele.

El sector privado, continúa negando las libertades sindicales: organización, contratación colectiva y huelga, y violenta el ámbito laboral con atropellos en una acción de imposición de sus intereses preferentemente vinculados con la ganancia, la supremacía del mercado-negocio sobre los derechos humanos, negación y anulación del trabajo de las entidades sindicales y no cumplimiento a diversos derechos laborales individuales y colectivos. Lo que conlleva a que las personas trabajadoras se vean constantemente acosadas, discriminadas, marginadas, excluidas, afectadas en su microeconomía por la situación de inestabilidad laboral, precarización, atrasos salariales y no otorgamiento, retraso, disminución y/o anulación de prestaciones socio económicas.
En consecuencia:

1. La clase trabajadora conmemora, con incertidumbre, con oportunismo y un tanto de zozobra la histórica fecha, con claras líneas de trabajo que van desde una expresión genuina por las demandas más sentidas como reforma de pensiones, mejoramiento del empleo y los salarios, recuperación de una microeconomía de las personas trabajadoras, ratificación de leyes en pro de la protección social, el derecho al trabajo—continuamos con la amenaza de un supuesto proyecto de reforma laboral, que no ofrece más derechos y mejores garantías a las personas trabajadoras, sino con un abordaje de mayor flexibilidad y desregulación laboral, de condicionamientos y negocios en pro de determinados grupos empresariales.

2. Hay un continuo debilitamiento de la gestión política en la administración del trabajo—sujeta a vaivenes más estructurales en el país, pero que muchos conducen al reforzamiento de la posición de las patronales en detrimento de los intereses laborales más sentidos; caracterizada de muchos retrasos desde el 2020; para el caso la aplicación efectiva del art.42 constitucional, relativo a la protección de la niñez, la maternidad, el cuidado y desarrollo infantil. Las leyes laborales continúan sin adecuarse a la norma primaria (1983) y se habla de la reforma constitucional, sin que hasta ahora haya claridad dentro de los grupos sindicales y laborales de una mejora sustancial de las condiciones en la lógica productiva.

3. Los salarios continúan contraídos y los efectos del covid 19, han impactado negativamente en un rescate del costo de vida, el aumento al salario mínimo el pasado agosto2021, no ha sido suficiente para paliar los salarios de los grupos laborales que se sitúan a ese nivel de precariedad, pero se continúa afectando los niveles salariales de más arriba, que continúan congelados por políticas empresariales inconsecuentes con los niveles de productividad laboral exigidos por estas y el mercado.

4. La política de empleo y salarial, continúan sin una efectiva concreción, el gobierno ha mantenido posturas opuestas a la ratificación de convenios de la OIT, y en todo el período la postura gubernamental ha sido demagógica y poco consecuente con los grupos laborales que demandan su ratificación por la Asamblea.

5. Los niveles de diálogo social, son oportunistas, de poco provecho para la parte laboral y condicionados a fuerzas retrógadas y conservadoras de parte del capital, que es avalado políticamente por el funcionario de turno en la cartera de trabajo, con algunos aires de un mínimo mejoramiento, pero sin una acción clara en pro de cambios estructurales en las relaciones capital-trabajo. Como consecuencia un tripartismo apagado, estancado, de poca visión dentro de la lógica económica de país. Y poco tino en lo relacionado con la producción de bienes y servicios y la reactivación económica.

En el marco de la conmemoración del UNO de MAYO, la lucha social, económica y política impulsada por el movimiento sindical, se encuentra retrasada en sus niveles ideológicos, con poco conocimiento sobre los sistemas productivos, con baja concienciación hacia la situación de imposición y administración estatal, en un alto grado de cooptación de los liderazgos por parte de patronales y gobierno; y en una dirección de manipulación, débil consenso y articulación en la defensa de los intereses concretos de la clase trabajadora.

UNIDAD, PROGRESO Y LUCHA MAYO/2022

 

 

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