Fui donante voluntario de la Cruz Roja. Un día pasaba por el local que se había habilitado en Metro Sur y entré, luego donaba cada vez que podía. Por cosas del destino hasta mi sangre es negativa y de cien personas solo tres tenemos mi tipo de sangre.
Por: Francisco Parada Walsh*
Escribo este artículo como un llamado a la gran empresa a que colaboren en habilitar diferentes locales en esos lujosos centros comerciales, si no tienen problemas en que le chupen la sangre a los clientes en pagos de parqueos, lo que se gasta en consumo sea en el área de restaurantes y las compras que el consumidor realiza ¿Por qué no permiten que haya un lugar donde chupen la sangre verdadera para servicios a pacientes que la necesitan? Recientemente un colega quien ha salvado tantísimas vidas por el Covid necesitaba sangre y era la que yo tengo, viajar desde mi montaña hasta el hospital General no es fácil, es caro, es una carretera peligrosa y al final, no se pudo concretar la donación.
San Salvador ha cambiado, el tráfico es exasperante y violento, creo que si un joven camina por esos lujosos pasillos y ve una sucursal de la Cruz Roja donde se pueda donar sangre, quizá sea que la misma comodidad lo haga entrar y en vez de ofrecer ese pequeño jugo de naranja con esa galletitita, sugiero que se le dé un vale para una pizza, una hamburguesa o algo que motive, somos una sociedad desmotivada y si, se puede incentivar a la población a que en cada lujoso centro comercial que pululan se pueda donar sangre ¿Por qué no hacerlo? Recuerdo que hace unos diez años visité la Cruz Roja, dije que era donante voluntario, una empleada mal educada me dijo que debía esperar a más de veinte personas que estaban sentadas en la sala de espera; no disponía de tiempo y luego me dijeron que el donante voluntario es en el momento que se le atiende y dona su sangre.
Ultima vez que fui. Luego doné en una campaña en la iglesia Cristo Redentor pero algo que debería ser ágil, expedito, aquí es un martirio. Ojalá estas líneas lleguen al grupo hegemónico de poder y así como nos han chupado la sangre verde, nos chupen la sangre que da vida, para el gran capital acondicionar un sencillo local es un pelo de gato y cuánto podrían hacer por tantas personas que necesitan el vital líquido.
En vez de sortear ese tráfico de locura para llegar a la Cruz Roja, después de pasear por esos pasillos y almorzar con los suyos ve que hay una sede de la Cruz Roja, muchísimos visitantes quizá se animarían a ser donantes voluntarios, y como mencioné al principio, que haya un incentivo que nos mueva, y que se firme un convenio entre la Cruz Roja y alguna franquicia de comida americana pues una vida vale infinitas veces más que una hamburguesa.
Escribo este artículo como uno de los sueños más grandes que puedo tener, y es ese ejemplo de solidaridad que el hijo verá en el padre el que hará que poco a poco tengamos una sociedad donde los valores derroten a los anti valores. En mi caso, no vivo cerca y sé que puedo necesitar sangre y nunca olvidar “Hoy por ti, mañana por mí”. Que no se quede en una frase hueca sino que tome vida y que, a la mayor brevedad se descongestione la Cruz Roja y haya sedes en lugares de gran circulación de personas. Eso me hiciera inmensamente feliz, muy feliz.
*Médico salvadoreño
