¿A quién no le gustaría seguir estando activo y sano durante toda la vida? En este artículo te contamos qué alimentos deberías añadir a tu dieta diaria si quieres vivir más y mejor y tal vez llegar a los 100 años.
Miel
La miel natural no solo es una alternativa deliciosa y saludable al azúcar refinado, sino también contiene cantidades impresionantes de nutrientes. En particular, es rica en antioxidantes —capaces de frenar el envejecimiento y proteger el sistema cardiovascular—, vitaminas y minerales.
Varios estudios también demuestran que tomar una cucharada de miel antes de ir a la cama combate el insomnio.
Alimentos fermentados
Consumir alimentos fermentados, como el yogur, los pepinillos agrios, el miso o la kombucha, también aporta muchos beneficios a la salud. Las bacterias que contienen ayudan a la digestión y, por consiguiente, garantizan una absorción más rápida de nutrientes.
Los alimentos fermentados también se destacan por sus propiedades antiinflamatorias y ayudan a fortalecer el sistema inmunológico de manera natural.
Granada
¿Una granada al día mantiene al doctor lejos? Resulta que sí: los nutricionistas coinciden en que esta refrescante fruta aporta muchos beneficios para las personas mayores.
En particular, un estudio realizado por la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, demostró que consumir granada ayuda a evitar el deterioro muscular asociado a la edad.
Banana verde
La banana o plátano verde también es muy beneficiosa para nuestro organismo. Regula la digestión, pues alivia el estreñimiento gracias a altas cantidades de fibra, pero, al mismo tiempo, ayuda a combatir la diarrea.
También es capaz de reducir los niveles de colesterol en sangre y, como resultado, previene enfermedades cardiovasculares y mejora la circulación sanguínea.
Es una fruta perfecta para quienes están a dieta: posee pocas calorías, estimula la quema de grasas y suprime el apetito.
Pescado
El pescado, tanto azul como blanco, también retrasa el envejecimiento celular, y es que es rico en los ácidos grasos omega-3 fundamentales para la salud. Este nutriente fortalece los músculos, regula la coagulación sanguínea, mejora la función cerebral y tiene propiedades antiinflamatorias.
Para obtener los mejores resultados, los médicos aconsejan combinar el consumo del pescado —por cierto, es mejor que lo cocines con aceite de oliva— con el ejercicio físico regular.