La Bipolaridad del Mal: Pobre contra Pobre

Nuevamente El Salvador de Qué está a las puertas de una confrontación sin sentido, no se peleará por el bienestar de un pueblo, no, será una lucha que, sostenida por un discurso confortativo anegará  de odio a dos bandos: Un pueblo que no es pueblo y a las fuerzas de seguridad que no dan seguridad; un duelo al que estamos acostumbrados hasta el copete, donde siempre el pobre sacará la peor parte, no importa si este pobre es el policía, el soldado o el pueblo pobre, y es ese pobre quien decidió darles el poder a un estado para que lo maten, lo persigan, lo torturen.

Por: Francisco Parada Walsh*

Los jóvenes soldados y policías no saben de nuestra historia, creen que la historia se escribe no con tintas ni en bellos cuadernos rellenos de escritos con letra palmer, no, el soldado o policía cree que la historia se escribe con patadas, culatazos, balazos y muerte.

Recientemente vi un video que circula en las redes sociales donde tres policías aparecen torturando a otro pobre, con una duración de 1.18 minutos y se puede ver con lujo de barbarie que el detenido, totalmente sometido recibe trece patadas, entre ellas un agente se para en la cabeza, lo golpea repetidamente en el cuerpo, pero lo más triste es ver a una mujer policía que olvidando los orígenes de la Policía Nacional Civil se ensaña con el detenido de una forma brutal, a eso se le llama TORTURA y ¿A dónde puede ir este hombre a denunciar este acto irracional y sádico? ¡A ningún lado! Dudo que estos agentes que participan en tan abominable hecho pertenezcan a la oligarquía  ni el detenido parece pertenecer al bloque hegemónico empresarial salvadoreño, no, el común denominador es que ¡Todos somos pobres! El problema de esto, es que la violencia que ejercen estos malos agentes irá en aumento, cada vez más violentos, y al ver que gozan de total impunidad será la muerte del detenido lo que se viene a este país.

Pareciera que este artículo no tiene relevancia pero cuando sea a usted amigo lector o a sus hijos a quienes les pase un acto tan espantoso pondrá el grito en el cielo o en el infierno pero nada se podrá hacer, las estructuras que un día protegían al ciudadano no pertenecen a la sociedad sino al ejecutivo.

Ver ese video es insano pues me pregunto ¿Qué pueden hacer con un detenido en la oscuridad de una lúgubre noche? Si a plena luz del día, torturan a un detenido totalmente sometido, a un hombre pobre igual que ellos pero lo más aberrante es que una mujer sea la más violenta ¿Cómo actuará esta mujer policía, madre de familia con sus hijos? Dudo que las cosas cambien, no, si el respeto al uniforme, a una sociedad y a un detenido no le importa ¿Cómo le va importar la salud mental de su familia, de sus pequeños  hijos ?A eso hemos llegado y esto es un retroceso gravísimo en el campo de los derechos humanos, no, ni pensar que esta impunidad será lo que viviremos.

Deben los jóvenes que le dieron el triunfo al ejecutivo revisar el video para apenas entender que solo por ser jóvenes se es sospechoso y que, empezará una violencia contra todo aquel que por una u otra situación despierte algún sentimiento adverso a las autoridades, nada raro que los escuadrones de la muerte revivan, nunca han estado muertos, sino que siempre están por ahí, asolapados, solo esperando ser ajotados para morder y matar a otro pobre como ellos.

Para entender la tortura, se debe leer sobre los Convenios de Ginebra y aun, el manual de la Inspectoría General de la Policía Nacional Civil donde una vez que el  infractor es detenido, basta una palabra ofensiva para ser considerada tortura, no digamos lo que se ve en ese video.

Tristemente vivimos en un país violento por antonomasia donde disfrutamos ver sangre, una sociedad sádica y enferma donde la violencia se ejerce desde el útero hasta el ciudadano presidente; nadie sale bien librado de esta locura pero debe el lector comprender que será el pobre quien vapuleará al pobre, será el pobre el que le arrancará las uñas al pobre, será el pobre el que violará a la joven detenida y vale la pena no perdernos de vista la masacre de Chalchuapa donde el principal sospechoso había sido un agente de la Policía Nacional Civil, de repente recibe trato preferencial y se aparta de la vitrina, desaparece  de mentiras ¡no como los desaparecidos de verdad! dentro de esos muertos se reconoce a “Samurái”, el asesino de la agente Carla Ayala que tristemente fue desaparecida mientras toda una institución cubría al hechor o hechores, mientras debe el lector saber quién era el  subdirector de Áreas Especializadas de la Policía Nacional Civil, nada menos que el actual director Mauricio Arriaza Chicas; esto no es confuso, sencillamente se perdieron los equilibrios y ahora, toda la fuerza pública está puesta al servicio de tan solo un hombre quien mientras se sienta acuerpado por directores y ministros pusilánimes que por unos dólares vendieron la paz de un país, la sangre derramada por más de cien mil personas y toda la tragedia de las personas asesinadas  en la post guerra,  poco les importó la historia de un país que aunque duela se debe conservar pero no; ahora importa más aumentar el número de soldados y permitir la tortura como una forma de vida en nuestro país; esto apenas comienza, lamentablemente me da náuseas ver que es el policía pobre torturando a otro pobre, eso es enfermizo, demasiado grave la violación a los derechos humanos.

Muchos lectores, no estarán de acuerdo con este artículo pues la violencia excita a las masas y no me preocupa en absoluto, solo deben pensar que no vaya a ser una hija o un hijo a quien torturen pues ahí las cosas cambian. El país al revés, donde el pobre jode al pobre, el rico jode al pobre y aun, somos “El País de la Sonrisa”. País más enfermo como El Salvador ¡No hay en el mundo!

*Médico salvadoreño

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