El expresidente uruguayo José Mujica se encuentra «bien y despierto» tras ser sometido esta semana en un hospital de Montevideo a una endoscopia, en la que le fue detectada una úlcera en el esófago. “Está bien Pepe, fue un accidente doméstico. Comiendo pescado tuvo la mala suerte que se le clavó allí una espina”, contó Lucía Topolansky, sobre la intervención que le fue realizada a su marido.
Según explicó esta mañana, la espina no pudo ser sacada de forma ambulatoria por el lugar donde se había depositado, “un lugar embromado”, describió Topolansky, por lo que el exmandatario debió ser internado y anestesiado. “Salió bien y ahora le van a hacer una ecografia y ya vuelve para casa. Hablé con él un ratito antes de que lo anestesiaran y en realidad se quejaba porque estaba muerto de hambre”, bromeó la esposa de Mujica, en diálogo con Radio10, a primera hora de este miércoles.
Según explicó Munyo, el exmandatario tenía «la sensación de un cuerpo extraño desde hace varios días» y el procedimiento, que duró unos 40 minutos, arrojó la existencia de «una úlcera en la mucosa del esófago», que Fraschini dijo podía estar relacionada precisamente «con la ingesta de un cuerpo extraño».
Inicialmente se transmitió que Mujica había ingresado con una espina clavada en el esófago, pero el secretario general del Consejo Directivo del centro hospitalario Casmu, Juan José Areosa, dijo que no fue hallado «cuerpo extraño» alguno.
Los doctores tomaron una biopsia de la zona para descartar alguna otra patología, si bien insistieron en que hay «alta chance (probabilidad) de que haya sido traumático», porque «puede pasar que un cuerpo extraño se impacte en la mucosa y provoque un cuadro inflamatorio, se abra y ahí la úlcera».
Areosa puntualizó que no iba a adelantarse ningún otro diagnóstico, ya que «esta fue la primera impresión» de los especialistas. «Esperemos la evolución y los ulteriores análisis. Por el momento es eso respecto a la patología», agregó.
Mujica, que se encontraba «contento entre comillas, atento a su situación» y «haciendo chistes», está solo en una habitación del área no covid del hospital, en la que únicamente estuvo por algunos momentos su doctora personal, Raquel Pannone.
Tras los resultados de algunas pruebas de imagen para descartar complicaciones en cuello y tórax, a las 13.00 horas (16.00 GMT), el cuerpo médico volverá a informar de la evolución.
«Va a estar lo que requiera, lo justo y necesario, ni más ni menos, no vamos a dilatar su estadía, pero tampoco vamos a dar un alta temprana hasta que ellos no estén seguros de la situación en la que está el paciente», argumentó Areosa.
El expresidente, que cumplirá 86 años el próximo 20 de mayo, abandonó su escaño en el Senado en 2020 tras el aumento de casos por la pandemia de covid-19 y ante el riesgo que suponía para su salud, ya que, además de su avanzada edad, padece una enfermedad autoinmune.
Fuente: Página/12
