Ministro de Salud ¡No mienta!

Por: Dr. Francisco Parada Walsh

Este día anunciamos el cumplimiento de una de las promesas del Presidente@nayibukele, ya se cuenta con un seguro de vida para el personal de salud, que se encuentra trabajando en el combate contra la pandemia”, Ministro@FranAlabi.

Nuevamente El Pinochini de América tiene a un dignísimo representante, mentir a un pueblo que se debate entre la vida y la muerte, personal de salud que agoniza y ahora resulta que por el encanto de la flauta mágica aparece una ley que brindará quince mil dólares a todo el personal de salud fallecido en la línea de fuego, debe ministro de salud ser sincero, ¡No mienta por Dios! Si fue su jefe quien lo vetó en ¡dos ocasiones! demostrando el desprecio hacia todo el personal de salud, ¡No mienta! Ustedes son el peor enemigo que podemos tener, en sus mundos no han dimensionado la tragedia que se vive, ¿Cuánto personal de Salud más debe morir? Solo ustedes y su indolencia tal vez, tal vez puedan contestarse;  estoy cansado, triste, frustrado de ver morir a mis hermanos, usted no pertenece a ese grupo, usted no es mi hermano, entiéndalo bien.

Mientras, esa moción surge como iniciativa de dos colegas, el Dr. Ricardo Lara y el Dr. Luis Rodríguez, solo ellos, no hay sindicatos, no hay asociaciones que ahora aparezcan cual los virtuosos del cuento, no, no se vale mentir a una sociedad mentirosa, a un gremio cansado, a una familia doliente; hay un dios silente, pensativo y quizá dubitativo ante sus falsas declaraciones; las piezas de dominó se hicieron añicos, la mentira suya no tiene límites, no conoce el decoro ni el respeto y se debe cual recurso de nemotécnica encaramar sobre un lápiz a un elefante, no importa que sea un imposible sin embargo, en su escala de valores ¡Lo es!, al final quizá le doy la razón, no tan de acuerdo pero se la doy; un hombre que consume la droga más poderosa como es el poder es capaz de cualquier cosa, vivir en un mundo de mentira, volver a poner a su jefe como un mesías redentor cuando todos sabemos que con todo el dolo y desprecio del mundo esa pieza de correspondencia fue vetada en dos ocasiones, ¡Dos veces!, mientras decenas de personal de salud caían fulminados victimas más de su indolencia y en menor proporción del virus; ¿Cómo puede ser tan cínico y mentiroso? Los valores como la verdad se aprenden en el hogar, no en las aulas universitarias  y solo usted y en su mundo puede creer que pertenece al gremio médico, quien mata a mis hermanos no pertenece al gremio, pertenece a hordas de entidades diabólicas donde lo único que importa es “yo y aquel”.

Lea la Santa Biblia, lea Septuaginta, el Talmud, el Catecismo de la Iglesia Católica donde señalan los Mandamientos de ese Yahvé depcionado de usted y de mí, léalos donde le increpa y le obliga como castigo primario a escribir 2020 veces la frase: “No debo mentirme, no debo mentir a mi familia, no debo mentir a mi gremio, no debo mentir a Dios”.

Sepa ministro de salud que aun en aquellos  barrios populosos y colonias apretujadas viven personas brillantes, ya la educación y los libros no son signos pato neumónicos de poder y riqueza, no, como parece molestar a un asesor jurídico de CAPRES;  no ministro, aun en las casas de cartón hay profesionales preparados, hombres que  leen, que saben discernir y saben que la mentira que usted dice quizá, ni usted mismo se la crea.

Gepeto no puede creer que el lindo muñeco se convierte en un diablillo mentiroso, sucumbe a la depresión y ante la maldad y la mentira de su obra maestra, decide inmolarse.

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