“Mientras sigan muriendo mujeres, no podemos hablar de la eficacia de un plan”, aseguró ORMUSA

Durante la cuarentena obligatoria 26 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas. Lo que indica que el hogar es el sitio más inseguro para las mujeres, opinó esta semana, Silvia Juárez, de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz, ORMUSA.

Sin embargo, el ministro de Justicia Rogelio Rivas, aseguró que hay un 61% de disminución en los feminicidios. El presidente Bukele agregó que “las mujeres ahora están más seguras”. Pero la representante de ORMUSA dijo que si bien hay una disminución, mientras sigan muriendo mujeres no se puede afirmar que el plan de seguridad sea eficaz.

“Desconozco de donde obtiene el dato el señor ministro, no podría ahondar en eso porque no sé cuál es la base del dato. Sí, es cierto hay una reducción significativa de las muertes violentas de mujeres, pero primero queremos aclarar que eso no significa que no sigan muriendo a manos de sus parejas, es decir eran muertes que se podían evitar”, dijo Silvia Juárez.

La representante de ORMUSA agregó que en una fase donde se esperaba la mayor protección de las personas, las mujeres continuaron muriendo asesinadas y “luego ves lo que ha ocurrido en abril y lo que ocurrió en mayo,  ves que hay un incremento. Mientras sigan muriendo asesinadas las mujeres, no podemos hablar de la eficacia de un plan”, enfatizó.

Juárez aseguró, durante la entrevista de Canal 33,  que un estudio de 2017 señala que solo 6 de cada 100 mujeres que dicen enfrentar violencia piden ayuda; es decir que el 94% de los hechos, el sistema de justicia es incapaz de detectarlos. La paralización de labores durante la cuarentena afectó aún más la posibilidad de la denuncia. Para la representante de ORMUSA no existe un plan de emergencia para proteger a las mujeres en tiempos de crisis como la actual. “Todavía no podemos hacer denuncias telefónicas, lo más que podemos hacer es pedir ayuda a partir del sistema de emergencia 911. Eso ha puesto en mayor riesgo a las mujeres y es que hay mayor exposición de las mujeres a sus agresores”, expresó la representante de ORMUSA.

Explicó que en las primeras semanas de la cuarentena las denuncias disminuyeron en la Policía y Fiscalía, pero se dispararon en las organizaciones porque las mujeres no tenían claro si los servicios de atención a la violencia estaban abiertos. “¿Qué nos falló? Un plan de emergencia para atender la violencia contra las mujeres”, expresó.

Por otra parte, María Teresa Blandón, de la Organización Sombrilla Centroamericana, señaló que durante la cuarentena ha quedado de manifiesto la discriminación hacia las mujeres, pero también ha quedado en evidencia las limitaciones de los Estados para diseñar políticas en situación de emergencia para proteger  a las mujeres sobre todo a las mujeres más pobres.

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