Manuel Alcántara «Muchos gobiernos serán zarandeados por la población por su ineptitud»

Manuel Alcántara Catedrático de Ciencia Política de la USAL

Considera que las trabas de la Generalitat catalana y del Ejecutivo vasco frente a las medidas gubernamentales contra el coronavirus son «demenciales»

RICARDO RÁBADE / WORD

SALAMANCA. Manuel Alcántara es uno de los politólogos más destacados del panorama universitario español. Imparte clases en la Universidad de Salamanca como profesor del área de Ciencia Política y de la Administración. Su perfil biográfico y académico incluye un amplio y prolífico abanico de facetas, dado que es doctor en Ciencias Políticas (1983) por la Universidad Complutense de Madrid y licenciado en Ciencias Políticas y Sociología (1976). Además, ha impartido cursos en distintas universidades españolas y extranjeras.

Sus principales líneas de investigación versan sobre la profesionalización de la política, las elites parlamentarias, los partidos políticos y los poderes legislativos en América Latina. Igualmente, desarrolla investigaciones sobre el comportamiento electoral y la opinión pública. En esta entrevista revela sus opiniones y sus puntos de vista sobre la crisis del coronavirus.

¿Cree usted que habrá un antes y un después en el mundo por la crisis sanitaria y económica que ha desencadenado el avance imparable de la mortífera covid-19?

Sin duda alguna, primero por los cambios en el nivel individual, dado que está siendo una experiencia muy intensa para millones de personas en la que la incertidumbre, por primera vez en la vida de muchos, lo domina todo. Pero también habrá cambios en las dinámicas de la política tanto en el ámbito nacional (muchos gobiernos van a ser zarandeados por la población por su ineptitud y otros van a salir reforzados; además se van a consolidar determinadas formas de hacer política), como en el ámbito internacional.

¿Considera que ese antes y ese después se notará también en el futuro de la política española? 

Sí se notará, pero ahora mismo me cuesta predecir sobre qué lado de la balanza se notará más. Hablo en términos del binomio Gobierno-oposición.

¿Cree que el Gobierno español ha gestionado bien esta crisis, con suficiente antelación o se ha equivocado estrepitosamente por su falta de previsión ante la llegada del virus? 

Gestionar bien o mal significa establecer una comparación con un determinado estandar y con las premisas (experiencias) que se tienen. En términos comparados (con los países de nuestro entorno) la actuación del Gobierno español ha sido normal. En términos de la experiencia y de la magnitud del problema, la actuación ha sido correcta. Posiblemente se podría haber hecho mejor, pero también peor. A tres meses vista es muy fácil señalar lo que se debería haber hecho. Ello es pura demagogia.

Algunos juristas y periodistas plantean que lo que estamos viviendo realmente desde hace semanas en España es un auténtico estado de excepción y no un estado de alarma propiamente dicho, que es lo que se ha presentado oficialmente. ¿Qué opina usted de estos planteamientos? 

No soy jurista y no voy a entrar en algo que es pura técnica. Yo he vivido en una situación de estado de excepción decretado por el Gobierno de Franco y le puedo asegurar que no estamos viviendo en uno.

¿Estima que el actual sistema político puede quedar gravemente herido por esta crisis, especialmente por culpa de nuestros políticos, que discuten estos días de forma virulenta en el Parlamento mientras las cifras de fallecidos por el coronavirus siguen, trágicamente, aumentando cada día? 

Sí lo creo. La clase política española, una vez más, ha perdido una gran oportunidad de actuar con altura de miras y con una actitud de servicio a la sociedad fuera de su mirada (electorera) a corto plazo y de su vanidad enfermiza.

¿Augura que el actual Gobierno de coalición formado por el PSOE y Unidas Podemos saldrá airoso de esta dura crisis? 

No lo sé.

¿Qué opina de las posturas que están adoptando la Generalitat de Cataluña y el Gobierno vasco en relación a las medidas que está promulgando el Gobierno central para frenar la propagación del coronavirus? 

Demenciales. No son conscientes de que un virus, ni el desastre ecológico, ni la crisis económica que nos va a destrozar es una cuestión de grupos humanos, se llamen naciones o lo que sea, encerrados en sí mismos. -¿Nos encaminamos inexorablemente hacia un nuevo orden mundial como consecuencia directa de esta crisis? 

Creo que sí, pero no sé muy bien cuál. Por un lado la globalización es irreversible, pero por otro habrá una gran marcha atrás en determinados ámbitos.

-En la lucha que están entablando los Gobiernos de la práctica totalidad del planeta contra el coronavirus… ¿corren peligro las libertades de los ciudadanos? 

Sí. Los Gobiernos van a centralizar más poder, más información y como la gente tiene miedo les darán un bono.

Italia ha pedido ayuda hace unas semanas a Rusia y a Vladimir Putin para afrontar esta terrorífica crisis, Serbia ha hecho otro tanto solicitando ayuda a China. Ante un panorama de estas características, ¿estima usted que éste puede ser el ocaso sin retorno de la Unión Europea dada su escasa capacidad de reacción? 

Por un lado, pienso que la Unión Europea tiene unos cimientos sólidos construidos a lo largo de más de medio siglo, pero, por otro, los dos últimos meses la han puesto a prueba, habiéndose producido decisiones poco airosas. La cuestión de los eurobonos es fundamental. Es un proceso de entendimiento de muy diferentes sensibilidades que, poco a poco, tiene que ir abriéndose camino.

-¿Quién pronostica usted que saldrá reforzado finalmente de esta colosal crisis planetaria en la geopolítica mundial?… ¿Será China o, por el contrario, será Estados Unidos? 

China, sin duda alguna.

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