Terapia para el Coronavirus

Por: Hernán Gómez Bruera

Con el pánico actuamos de forma irracional y no somos dueños de nuestros actos.

El domingo tuve una sesión con un psicoanalista a distancia. El doctor Jose Eduardo Tappan me atendió por Skype, mientras yo le formulaba preguntas de todo tipo. Era una entrevista, aunque por momentos una terapia para permanecer cuerdos en tiempos autoconfinamiento.

Veo gente muy histérica por ahí, doctor—le conté desde el diván de mi sala. Estoy tratando de no contagiarme, pero empiezo a hacerlo. Esto de las compras de pánico, ya terminé yo mismo comprando montones de cosas de más… Los supermercados no están cerrando. ¿Por qué nos estamos comportando de esa manera?, pregunté.

«Con el pánico actuamos de forma irracional y no somos intelectualmente dueños de nuestros actos, explicó. Un chip primitivo se nos activa y nos convertimos en ovejas, viendo qué hacen los otros y replicándolo.

Entiendo, doctor, pero más que el miedo y el pánico, lo que me preocupa es el sentimiento de sálvese quien pueda, esa falta de solidaridad… El otro día en el super encontré a una mujer aferrada a sus productos que nos veía a todos como potenciales criminales. Cuando me puse en la fila me gritó a 10 metros: ‘estoy formada, eh, solo estoy tratando de guardar distancia’. Era una persona de nivel socioconómico alto… Creo que no es casual: en esta coyuntura los más privilegiados son los que más han reaccionado de esa manera: preocupados por ellos mismos y nada más…

El doctor –antropólogo además— fue claro en su diagnóstico: México es una sociedad de castas, donde ciertos sectores se sienten con la autoridad y el permiso de pasar por encima de los demás. En ese contexto, mientras los de abajo han tenido que generar una serie de respuestas solidarias y de grupo —a veces económicamente necesarias— para apoyarse entre sí, la apuesta de los más privilegiados ha sido totalmente individualista.

¿Estamos viendo entonces en esta crisis el mismo racismo y clasismo que históricamente ha caracterizado a la sociedad mexicana?.

Así es, contestó, lo que observamos no hace más que exacerbar las cosas que ya están. Por eso los monstruos que nos habitan no tienen que ver con el coronavirus, este sólo es una condición que los hace emerger.

Doctor, es la primera pandemia que vive la humanidad en plena era de las redes sociales. Qué tanto las nuevas tecnologías nos han llevado a acrecentar el miedo y la ansiedad?

Mucho. Esta sobreinformación está teniendo efectos que pueden ser muy superiores al problema. El ruido blanco termina por desconectarnos.

Al final, pregunté: Puede esta crisis ser una oportunidad para convertirnos en mejores seres humanos o su lectura es negativa?

En la medida en que logremos construir algo desde la ciudadanía es posible que eso ocurra. contestó, pero el camino está minado… No creo que esta crisis necesariamente nos lleve a aprender y ser mejores humanos, estamos a prueba. Ojalá su respuesta me hubiese ofrecido más tranquilidad.

Tomado de El Heraldo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: