Cenar tarde y no desayunar: combinación mortal

Son costumbres muy arraigadas en nuestro país: se sale muy tarde de trabajar, luego se va al gimnasio, se hacen las compras… al final, se cena tarde, y muy pocas personas consiguen la utopía de dejar pasar dos horas antes de irse a la cama. Sobre el desayuno, tres cuartos de lo mismo: el café en una mano mientras con la otra ya está abriendo la puerta para salir corriendo, y la que se supone que es la comida más importante del día acaba siendo la gran olvidada.

Los nutricionistas llevan años alertando de la importancia de desayunar bien y de no cenar demasiado tarde, y ahora un estudio publicado en la revista European Journal of Preventive Cardiology añade un nuevo motivo para vigilar estas pautas: nuestra salud cardiovascular está en juego.

El trabajo se centró en estudiar los efectos de estos comportamientos poco saludables en pacientes con síndromes coronarios agudos y los resultados revelaron que las personas que acostumbran a cenar tarde y a saltarse el desayuno tenían una probabilidad de cuatro a cinco veces superior de no salir con vida de un ataque al corazón, o bien de sufrir otro en los 30 días posteriores al alta hospitalaria.

Ya se sabe: “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. Además, el desayuno debe ser equilibrado: “Generalmente se compone de un producto lácteo como leche descremada o baja en grasa, yogur y queso; un carbohidrato como pan integral o cereales, y frutas enteras. Debe suponer entre un 15 y un 35% de nuestra ingesta diaria total de calorías”, añade el experto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: