Sin revelar detalles sobre lo solicitado, el fiscal del caso explicó que la investigación ha tenido avances desde la emisión de una orden de detención contra Saravia, excapitán de la Fuerza Armada.
El juez Rigoberto Chicas consideró viable decretar la detención de Saravia pues hay elementos suficientes para estimar que participó en el crimen, cuya autoría es atribuida al mayor Roberto D’Aubuisson, fundador del partido Arena.
De hecho, el Centro Judicial Isidro Menéndez guarda la declaración de un testigo del diálogo en que Saravia confirmó que D’Aubuisson ordenó el asesinato de monseñor Romero, cuya prédica incomodaba a la oligarquía y a la cúpula castrense.
Saravia hace años abandonó El Salvador y varias fuentes periodísticas lo ubican en Estados Unidos.