(Por: Ramón Gutiérrez)
Es muy curioso, desde niño me gustó saber de los monstruos que las películas presentan; Drácula, Frankenstein, los licántropos, las brujas, los demonios, los fantasmas de hombres malvados y aquellas de animales prehistóricos que por alguna razón desconocida han sobrevivido en alguna isla aislada del mundo y de pronto llegan a sitios poblados y causan terror y destrucción.
Hoy los monstruos son más sofisticados y se elabora en el guión con asesores científicos la posibilidad de cómo un monstruo prehistórico puede aparecer en el mundo moderno, es el caso de la saga de Mundo Jurásico. Los avances en la Ingeniería genética son la explicación plausible
De alguna manera, quizás porque soy un alma vieja, que ha vivido muchas vidas a través del tiempo, desde niño sé, que la realidad supera la fantasía y que el terror que se pretende producir con esas historias fantásticas de la TV y del cine son ampliamente superados por esa horrible realidad que no se puede negar, la maldad inherente en los seres humanos.
Si se revisa la Historia de la Humanidad, la violencia y el crimen comienza desde que existe el hombre, es la especie que rompe el equilibrio en la naturaleza y que por su inteligencia es capaz de crear desde el inicio armas para matar.
Al inicio con las piedras, luego con los metales las espadas, lanzas y puñales; luego con la pólvora, las pistolas, mosquetes, bombas y cañones. Y es seguro que exista un libro que describa el desarrollo de las armas del hombre desde las primitivas hasta los sofisticados drones, bombas inteligentes, misiles, armamento nuclear, químicas, biológicas y muchas que son secreto militar de aquellos países capaces de destruir el planeta en una última guerra de las tantas que ha habido desde que el hombre puebla La Tierra.
El hombre también con ese germen de maldad interior que curiosamente según los que creen en un creador con propósitos definidos, perfecto y que por tanto su obra debiera también ser perfecta, pues quédense sentados al leer esto, ese germen de maldad es un error de ese Dios o fue totalmente su intención. Y por ello el hombre, hurta, roba, extorsiona, secuestra, viola, asesina, etcétera. De seguro también exista un libro que describa todos los tipos de crímenes que es capaz de cometer el hombre y todos los Tratados con Leyes penales los recogen , los describen y les asignan un valor y una penalidad.
En el cine y la TV, también hay una literatura dedicada a esto, se narran y presentan los crímenes, a veces reales, a veces ficticios, los criminales que los cometen y la acción de los agentes que trabajan para descubrirlos, capturarlos, enjuiciarlos y al final hacerlos pagar las penas en cárceles y en contadas ocasiones hasta con su muerte.
El país en que me toco nacer es uno de los países más violentos del mundo, es pequeño, pero en crímenes y criminales es grande, aquí no hay día que los medios noticiosos no nos consternen con la descripción de los más horrendos crímenes cometidos en el día previo y presentan las numerosas capturas hechas por la policía y salen esos hombres y mujeres que por su facha, el sólo imaginar que pueda uno encontrarse en algún lugar del país, expuesto a ser la víctima de uno de estos criminales hace que temblemos sin control.
Y aquí se dice que la tasa de homicidios ya bajó, que una vez estuvimos en el primer lugar en el mundo y que hoy con 10 homicidios por día estamos en el tercer lugar. ¡Diez homicidios por día! Si ese número hace pensar cada vez que salimos a cumplir cualquier mandado, si no seremos ese día, uno de esos diez. ¡Es un sentir pavoroso!
En varios momentos de mi vida he pensado en emigrar, he pensado en una migración interna revisando los municipios más seguros del país, que afortunadamente todavía los hay o he pensado en una migración exterior, buscando países seguros no sólo por la criminalidad, sino por los riesgos naturales, por ejemplo jamás se me ocurriría vivir en esos estados de EEUU en donde los tornados arrasan con todo o en otros que son golpeados por los huracanes, o los países donde ocurren los terremotos más fuertes del planeta o donde se encuentre un mega volcán o una falla geológica que hace predecir que en algún momento ocurrirá un terremoto colosal.
En estos días, en este pequeñísimo país nos hemos dado cuenta de un crimen cometido por uno de esos monstruos que superan cualquier fantasía, un tipo que se separó de su mujer hace seis años, seis años de pesadilla para la pobre mujer, pues constantemente la golpeaba, hasta que lo dejó, pero su acoso a pesar de ello, fue constante, hasta que hace unos pocos días llego a buscarla para que volviera con él y ante su negativa, arremetió a machetazos contra ella, le amputó una mano, le causó heridas profundas en el cráneo y en los hombros, la dejo casi muerta y luego el cobarde se produjo una herida penetrante con el mismo machete, pero no logró matarse y fue capturado.
También se me ha contado de fuente confiable, la última novedad de los pandilleros, asaltan en los buses, eso no es novedad, hoy eligen a algunos muchachos del bus y los violan. ¡Hoy han optado por violar hombres! Una madre se bajó del bus pidiendo que no le hicieran nada a su hijo, que mejor la violaran a ella, lo hicieron, pero también violaron al muchacho.
¡Monstruos! ¿Acaso no son estos monstruos? ¿Y adónde se encuentra ese Dios del que tanto predican? Lo sé, es todopoderoso, se encuentra en la esencia de los violadores y en la de los violados porque Dios es Omnipresente, está en todas partes, él fue el creador de los penes que penetraron y de los anos y rectos que sangraron con la penetración.
Sí, me siento indignado, asustado, porque si en realidad existe, el monstruo más espantoso, es Dios.
