Cambios en el trabajo y sus implicaciones en las personas y la sociedad

Róger Hernán Gutiérrez
Sindicalista salvadoreño

Históricamente, las innovaciones tecnológicas han tenido una gran repercusión en los lugares y el programa de trabajo, en las dimensiones temporal y espacial del trabajo. La primera revolución industrial provocó la concentración de personas obreras de la industria en grandes plantas e impuso fórmulas rígidas sobre las horas de trabajo. La luz eléctrica, amplió las horas con luz natural, con importantes repercusiones para las personas y la sociedad. Nuevas medidas, llevaron al número máximo de horas de trabajo y al trabajo nocturno de las mujeres, entre otras.”

Eran los años (1770-1880). Los medios de producción, surgen las máquinas de vapor y otras para la industria, la agricultura, desarrollo de la minería y metalurgia, es la posibilidad de organizar una contraparte que enfrente la situación de cambios en el trabajo, dando paso a la fundación de organización sindical (1790) y la creación de la internacional de trabajadores (1864) conocida como la 1ª Internacional. Surge el proletariado industrial, más división del trabajo, y cada persona proletaria hace una parte de una producción en serie. En El Salvador se inicia la acumulación originaria de capital (1864) e inicio de relaciones capitalistas de producción.

“¿Qué podría conllevar la 4a revolución industrial? La combinación de tecnología y decisiones políticas en los últimos decenios ya ha impulsado la interdependencia de las economías y la rápida inclusión de muchos millones de personas en un único sistema global de producción e intercambio. El proceso mismo de esta integración de producción y servicios, en ocasiones a escala internacional, también pueda provocar la desintegración o dispersión de la organización espaciotemporal del trabajo, lo cual entrañaría importantes consecuencias para las personas y la sociedad. Congregando a más personas en el mismo sistema de producción mundial, acompañado de la desintegración vertical de las empresas, centrándose en las actividades más beneficiosas y externalizan las demás.”

Medios de producción, mucho más desarrollo de las máquinas, de los medios de comunicación y transporte, comercio, banca y demás servicios. En El Salvador, 1864: capitalismo agrario: obreros agrícolas son mayormente reprimidos. 1950: desarrollo de la manufactura: cierta evolución del obrero industrial, que se organiza y es reprimido; 1989: Se termina el capitalismo agrario y surge un modelo de servicios-economía terciaria (con la Presidencia de Alfredo Cristiani y ARENA). Hay segmentación del proceso productivo: se introducen figuras de mayor fraccionamiento del proceso productivo; sub contratación, flexibilización de las relaciones sociales de producción.

¿Qué tipo de sindicatos necesitan hoy las personas trabajadoras? ¿Con qué estrategias? ¿Con cuáles tácticas? ¿Qué debe ser implementado? ¿Qué debe ser cambiado? ¿Cuán nuevas son las teorías que hoy se propugnan repetidas muchas veces después de 150 años? ¿A quiénes pertenece el futuro? ¿Acaso juzgaremos a los sindicatos más por sus palabras u omisión que por su obra?. Esto a nivel de autocrítica a lo interno del movimiento sindical, ciertos sindicatos no han logrado profundizar en estos aspectos y siguen limitándose a una acción sindical oportunista, “de irla pasando”, desconocedores de su historia y de su función de detener al capitalismo en su más sofisticados y sutiles cambios en el mundo del trabajo. La crítica exacerbada de la sociedad burguesa, por errores o faltas de interés y voluntad por una buena causa sindical, siempre serán razones para reencontrarse en un rumbo sindical más de defensa laboral y de la sociedad política.

Estos cambios le han proporcionado importantes ventajas a las fuerzas del capital en contra del trabajo. El dominio temporal del capital intensifica la explotación capitalista de los pueblos y de los Estados, las riquezas producidas por el trabajo se concentran cada vez más en las manos de las minorías ricas del mundo.

La convención (1919) estableció el principio de una semana laboral de cinco días y dos días consecutivos de descanso. Estos instrumentos constituyen lo que hace cien años se consideraba una organización del trabajo socialmente deseable y económicamente posible. ¿Cómo sería una declaración similar adaptada a nuestro tiempo, y qué cuestiones están en juego?

Indicadores laborales claves futuros, flexibilización y tercerización galopante; la política empresarial del bajo costo de producción se impondrá; desempleo y subempleo creciente; alto ejército de reserva y como resultado: flexibilización, tercerización y precariedad laboral. Además de la fuerte migración interna y externa, por decir algunas implicaciones.

*Sindicalista salvadoreño

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