René Mauricio Mejía.
La inversión social es una prioridad de primera línea en la gestión del Presidente Sánchez Cerén lo cual deriva una fuerte asignación presupuestaria a los rubros sociales cercana al 50 por ciento del presupuesto nacional.
La niñez salvadoreña es beneficiada desde temprana edad, con programas de atención tanto en salud como educación. En salud con un amplio programa de vacunación que ha permitido disminuir sensiblemente la mortalidad infantil y en educación una atención universal que va desde pre kínder hasta los estudios universitarios.
La desnutrición como causa de mal desempeño se está erradicando con los programas del vaso de leche, el refrigerio; la deserción escolar por causa económica igualmente ha disminuido drásticamente por los paquetes escolares y la dotación de uniformes. El programa Una Niña, Un Niño, Una Computadora, ha permitido el acceso a las nuevas tecnologías de información a más de 770 mil estudiantes y miles de jóvenes tienen oportunidades de superación con el programa “Jóvenes con todo” del INJUVE y la oportunidad de acceder de forma gratuita a la Universidad de El Salvador para quienes estudian en instituciones públicas.
Muchos de estos jóvenes están contribuyendo en calidad de voluntarios, a erradicar el analfabetismo y se espera que al final del año El Salvador sea declarado libre de analfabetismo con beneficios para una población mayoritariamente adulta mayor, entre los que están algunos que también son beneficiados con el programa Pensión Básica Universal que administra el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL).
Ciudad Mujer, es uno de los programas que por los millares de beneficios que presta a la mujer salvadoreña goza de un gran prestigio nacional e internacional, sólo ARENA se niega a darle el apoyo obstruyendo la construcción de nuevas sedes; a pesar de esto, son miles de mujeres que obtienen una solución a sus problemas de superación.
Otros sectores beneficiados son más de 24 mil privados de libertad en fase de confianza con el programa Yo Cambio, que les permite abandonar el ocio carcelario y volverse ciudadanos útiles a la sociedad. Más de 70 mil familias humildes que han recibido títulos de propiedad del lugar en el que residían; Más de 2 millones de personas residentes en 162 municipios que cuentan con centros de encuentro y participación comunitaria por la apertura de Casas de la Cultura que promueve a miles de artistas salvadoreños.
Consideramos importante destacar la protección dada a nuestro medio ambiente, con una masiva política de reforestación que ha permitido que El Salvador ya no sea uno de los países más vulnerables al mejorar 34 posiciones en el ranking mundial de vulnerabilidad, lo cual favorece el recurso hídrico generador de energía eléctrica, de la vida y por supuesto del buen vivir.
