«Hablar de género no es hablar de mujeres ni de hombres»

Ricardo Oliva


Con estas palabras iniciamos la conversación con Dolores Gómez Sanz, abogada y notario, además posee una Maestría en perspectivas de Género y desarrollo, nació en Cataluña, España, radicada en Nicaragua hace más de 30 años.

Su participación en la elaboración de la Agenda Latinoamericana 2018, ha sido como colaboradora y asesora de la temática para la Agenda, trabajo que conoce desde su origen en el cual ha participado durante muchos años escribiendo individual y colectivamente.

Según nos comentó la profesional el tema de la igualdad de género es un tema de mucha actualidad, un tema de mucha frontera, un tema poco conocido porque “hablar de género no es hablar de mujeres ese es un error que se viene cometiendo porque ahora es como que las mujeres estuvieran de moda, lo cual no es así y tampoco es hablar de hombres”.

La especialista en perspectivas de Género y desarrollo nos comparte su visión y experiencia en este tema.

¿Qué es la perspectiva de género?

Es ver la relación, la calidad de relación que existe entre hombres y mujeres en las sociedades patriarcales, relación que existe en todos los niveles desde lo más intimo de una relación sexual, las relaciones familiares, las relaciones en el mundo educativo en los colegios que son espacios de socialización, en las iglesias, en la política, en la economía, en la cultura, etc.

La Agenda Latinoamericana, inicia con un mapa de la desigualdad de género que está construido por un equipo de expertos a partir de los informes de Naciones Unidas sobre desarrollo, tomando en cuenta una serie de indicadores que nos sirve como pincelada para desarrollar un tema muy amplio y profundo.

¿En qué áreas predomina más la desigualdad de Género?

En un mundo en el que más o menos el 50% son mujeres y 50% son hombres, hay indicadores en los que podemos ver que del total de horas trabajadas entendiendo el trabajo como la producción de bienes y servicios a partir de una actividad humana el 52% de las horas trabajadas lo realizan las mujeres y el 48% lo realizan los hombres. Esto nos muestra que la mujer tiene una mayor carga laboral para sostener la sociedad en su conjunto.

Otro indicador que nos muestra es la propiedad del dinero que circula o dinero en efectivo y resulta que el 90% del dinero circulante corresponde a los hombres y apenas el 10% corresponde a las mujeres, esto constituye una brecha de género el hecho de no tener dinero propio significa estar subordinada y dependiente.

En el tema de la tierra el 80 y el 90% es propiedad de hombres y lo restante es propiedad de las mujeres y cuando hablamos de la tierra nos referimos a la tierra productiva, tierra agrícola, tierra para el desarrollo.

En cuanto al crédito agrícola que va muy unido a la producción y a la propiedad de la tierra la brecha es aún mayor ya que el 98% se concede a hombres y el solo un 2% se concede a mujeres.

Ahora está de moda el microcrédito ese es completamente para mujeres el cual está destinado para la tiendita, para la tortillería, para lo pequeño, para complemento y lo que hace es cargar aún más el trabajo de las mujeres.

El mapa de extrema pobreza nos muestra que el 70% son mujeres que viven en esta condición y el 30% son hombres.

¿Existe algún indicador que muestre una esperanza para acabar con la desigualdad de Género?

El único indicador que ha cerrado brecha actual es el de educación, el acceso a la educación que va bastante parejo en las universidades Centroamericanas actualmente la matricula de mujeres es superior a la de hombres, esto no quiere decir que al salir graduadas sean las primeras en ser consideradas para ocupar puestos profesionales de responsabilidad en las empresas.

Nos encontramos con una serie de interrogantes como: ¿Será que las mujeres valemos menos?, ¿Tenemos menos capacidades?, ¿Somos menos inteligentes? Evidentemente la respuesta es no, porque somos seres humanos potencialmente convocados a la vida con la misma libertad e inteligencia sin embargo, construimos una sociedad que tiene como resultado esa desigualdad.

¿Cómo se da la violencia de Género contra las mujeres?

Al hablar de la violencia de género contra las mujeres, es importante aclarar que esto es un mal sistémico que no es fruto de la casualidad, algunos sectores a veces piensan que se da por el alcoholismo o pobreza, lo cierto es que no, la violencia de género en contra de las mujeres ya sea sexual, física, verbal, patrimonial, laboral, el feminicidio como primera causa de muerte de mujeres, no se da por estos factores.

Esta violencia es una consecuencia inherente y coherente con el sistema patriarcal que produce en su construcción genérica social.

Las sociedades que llamamos patriarcales de padre, de patrimonio en las cuales las mujeres son un patrimonio más en un imaginario cultural de 5 mil años, que se ha construido en un sistema que está altamente consolidado con el capitalismo, es decir patriarcado y capitalismo se dan la mano, se consolidan mutuamente y además, el sistema capitalista patriarcal es legitimado por las distintas religiones lo cual es grave.

¿Cuándo se desarrolla la mayor carga laboral en las mujeres?

Cuando hablamos de que las mujeres tienen mayor carga de trabajo, también hay que mencionar tres elementos importantes para entenderlo mejor: el trabajo productivo, el trabajo reproductivo (cuido) y el trabajo comunitario.

El trabajo productivo es el remunerado y puede ser formal, informal y precario, con prestaciones sociales, pero también ahí hay brechas de género y brechas salariales aunque desarrollen igual trabajo que los hombres ganan un 25% menos del salario.

En la medida que el capitalismo ha ido avanzando y oprimiendo también a los hombres y sienten el peso del desempleo, de la precarización del bajo salario, las mujeres han ingresado en el mercado laboral remunerado.

En cuanto al trabajo reproductivo, el trabajo de cuidar la vida, ninguna sociedad sobrevive sin este trabajo, es un trabajo bello podemos decir, cuidar la vida de los niños desde que nacen, educarlos, alimentarlos, la casa, hay que comer, hay que vivir con higiene, hay que hacer muchísimas tareas sin las cuales ninguna sociedad sobrevive, sin embargo, esas tareas se asignan en patriarcado en exclusiva a las mujeres como un mandato rígido.

En cuanto al trabajo comunitario ¿Quién va a las reuniones del colegio? ¿Quien lleva los niños al centro de salud? ¿Quién asume las reuniones en su barrio o colonia para gestionar los proyectos con las instituciones? ¿Quién participa en los espacios de base de las iglesias? Esto se convierte en espacios de triple jornada.

Todo esto debe cambiar porque si hablamos de desigualdad, de discriminación y de violencia sistémica en contra de las mujeres pues hay que ver como se cambia y no se trata de que solo las mujeres cambiemos, que solo las mujeres participemos, sino que seamos iguales en derechos, no lo conseguiremos si los hombres no cambian su manera de ser.

El sistema construye a los hombres para la violencia por ejemplo ¿Quién hace las guerras? ¿Quiénes son los militares que deciden apretar un misil y matar a miles de personas sin ningún pudor? ¿Quiénes son los que destruyen la naturaleza? ¿Quién mata a las mujeres? Es decir el sistema forma hombres deshumanizados y los hombres tienen que reflexionar sobre otra masculinidad posible.

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