Mujeres en El Salvador dicen que tienen mucho que lamentar

En víspera de su Día Internacional, las mujeres de El Salvador plantean que no tienen nada que celebrar, sino mucho que lamentar.

Así lo manifestaron miembros de organizaciones feministas salvadoreñas que marcharán el 8 de marzo en San Salvador en reclamo de sus derechos y contra el desmantelamiento de las instituciones encargadas de brindar atención a las mujeres y los discursos de estigmatización hacia la diversidad sexual, entre otros temas en la movilización.

El miércoles dos grupos de activismo femenino anunciaron dos marchas por el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora cada 8 de marzo y expusieron su preocupación por la situación actual de vulneración de sus derechos.

La Red Feminista Frente a las Violencia contra las Mujeres (Redfem), integrada por Las Dignas, Las Mélidas, ORMUSA, entre otras organizaciones, anunciaron que el próximo viernes realizarán una movilización que saldrá del parque Cuscatlán hacia el Ministerio de Trabajo en esta capital.

Otra manifestación recorrerá calles ya venidas desde la Universidad de El Salvador (UES) y finalizará en el parque Cuscatlán el próximo 9 de marzo, anunciaron activistas.

Las protestas se desarrollarán bajo el lema: “Nosotras Juntas”, para representar que “todas estamos en favor de luchar, defender y exigir nuestros derechos”, dijo Griselda Mata, del Consorcio Feminista. La principal consigna será “Contra la violencia, el fraude y la persecución, juntos fortalezcamos la lucha y la organización”.

Los grupos de expresaron preocupación ante el desmantelamiento del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu), así como la eliminación del presupuesto para la atención de las féminas.

Según las organizadoras, la protesta responde además a una cruzada que emprendió el Gobierno contra todo material que mencione la diversidad sexual, y que incluye a las clínicas de Vigilancia Centinela y Control de las Infecciones de Transmisión Sexual, donde se brindaba consejería y tratamientos a la población Lgbtiq+.

“Participación en la sociedad y desarrollo íntegro como persona” son dos objetivos que enfrentan un escabroso camino para las féminas en el país, las cuales pese a ser mayoría a la hora de votar, por ejemplo, tienen una escasa participación en la toma de decisiones y en la ocupación de cargos electivos.

En las elecciones del 3 de marzo para integrar la Asamblea Legislativa, por ejemplo, de 316 candidatos a encabezar los concejos municipales, alcaldes, apenas 59 pertenecían al mal llamado sexo débil (18.5 por ciento).

Las estadísticas indican que ellas están poco representadas en diferentes sectores de la vida en el país, y el político no es la excepción, pues solo dos de cada 10 candidatos a dirigir alcaldías eran féminas. (PL)

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