¿Qué hará el alto mando de la Fuerza Armada?

¿Cumplir las órdenes del  presidente o respetar la Constitución de la República? Solo ellos lo saben. Todo está claro. O se está a favor del Comandante General de la Fuerza Armada o a favor del pueblo.

Por: Francisco Parada Walsh*

El panorama que se vislumbra presagia una tragedia, nada raro en esta sufrida tierra; recuerdo cuando vivimos y morimos la guerra civil donde oír la palabra “El Alto Mando” paraba los pelos, era un grupo hegemónico marcado por fortísimos e indestructibles lazos de amistad y de sangre, no, decir “El Alto Mando” era una palabra no mala sino fuerte, poderosa; llego a viejo y en las redes sociales se habla del “Alto mando” pero no parece alto, ni medio ni bajo sino una caricatura de antaño, y quizá ni siquiera ellos saben que son los Atlas que cargan el peso de la sangre de un pueblo porque llegado el momento que reciban la orden de su jefe que les dice que deben disparar saben bien que trasladarán esa fatal orden a un grupo de soldados pobres que ametrallarán a otro pobre que pide una pensión digna, que sale a las calles porque a su hijo se lo han desaparecido, otro pobre que fue despedido, otro más pobre al que le quemaron su mercado, otro más jodido que el anterior que no tiene donde vivir y debe “El Alto Mando” estar preparado en sus conciencias y dignidades qué harán, no la tienen fácil pues algunos de estos oficiales sufrieron la guerra y saben lo duro que fue para El Salvador ese trago amargo, pero quizá algunos verán la oportunidad de sus vidas de traicionar a su patria y a su pueblo por un puñado de dólares, tampoco es algo raro pues si ha existido un gobierno donde la mayoría de sus funcionarios se han enriquecido es éste, muchísimos de los ex funcionarios de este gobierno pasaron a un dorado exilio, viven en Canadá con lo saqueado en apenas dos años y difícilmente el pueblo se acuerde de ellos; es por ese dinero maldito que somos capaces de volvernos sicarios de la vida y aceptar la oferta de liquidar a un pueblo.

La gente demostró que ama la paz pero a la vez que no le tiene miedo a la muerte, prueba de ello fue la apoteósica marcha del 15 d septiembre de 2021 donde un pueblo gritó que no quiere guerra, que anhela el estado de derecho, que pide se respeten los Acuerdos de Paz.

Algunos oficiales de “El Alto Mando” quizá estuvieron bajo las órdenes del coronel Domingo Monterrosa, héroe para unos y villano para otros (Todos hemos sido héroes y villanos en nuestras vidas)  quien fue el primer oficial en recibir la furia de las órdenes del supremo jefe ordenando borrar de las paredes de una Brigada Militar el nombre de este militar, algo que enfureció a algunos y alegró a otros, que reviviendo un deseo de venganza creyeron que la senda de un gobierno es el pasado y no el futuro; sirva este ejemplo para entender que todo lo que sube, baja; héroes o villanos, ahora son historia, algunos ya volaron y otros, pasaron varios años encerrados en el sector nueve de Mariona, es bueno recordar nuestra historia y si hablamos de pesos quizá un coronel es la pita más débil de esta maraña, son hombres sencillos, quizá clase media, nada de opulencias sino hombres de familia que juraron defender la soberanía y otros, que por ser las primeras antigüedades fueron cesados de sus funciones como militares de alta, se les mandó a sus casas y se nombraron a los incapaces al cargo de una guarnición militar, acá no importa la capacidad sino la lealtad a su jefe y claro, alguna recompensa habrá.

Debe recordar el Alto Mando actual el triste final del otrora “Alto Mando en tiempos de la guerra”, para conocedores de la historia sepan que son tan mortales como cualquiera y que, siempre la culebra muerde el talón del pobre y nuevamente en esa escala de poderes, es este grupo el más vulnerable.

Todo puede suceder. O cumplen y respetan a esta patria o sus manos llenas de sangre serán las que mecerán las cunas de sus nietos, y que por más que quieran escapar de la miseria que la muerte deja, siempre vivirán por la eternidad con el dolor de haber masacrado a otro pobre como ellos.

Solo es cuestión de tiempo para escuchar ráfagas de dolor, de llanto; hombres y mujeres salvadoreños que su pecado original es haber nacido en este karmático  país, donde se oirán gritos de terror; sesos salvadoreños tirados en el suelo, tripas de mi hermano que solo quiere comer, cuerpos decapitados cuyo único delito es ser salvadoreño. Dejo la pregunta al Alto Mando ¿Qué hará el Alto Mando?

*Médico salvadoreño

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