Tasa de desempleo de El Salvador será de 9.5 % este 2021, según informe

Por Rosa María Pastrán.

El dato se reveló esta semana durante la presentación del informe Estado de la Región.

La tasa de desempleo de El Salvador alcanzaría 9.5 % en el 2021, según se proyectó en el sexto informe Estado de la Región 2021, el cual es elaborado por el Programa Estado de la Nación.

Esta tasa será la tercera más alta en Centroamérica, después de Belice con un 20.9 % y Costa Rica que llegaría en 2021 a un 18.5 %.

Hasta el 2019, la tasa de desempleo en El Salvador fue del 6.3 %, según la última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) que ha sido publicada por la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC). Para el 2019, los dos departamentos con mayor tasa de desempleo eran San Vicente (8.2 %) y Cabañas (7.3 %).

«La tasa de desempleo, expresa la proporción de la población económica activa que el sistema económico, en un período determinado no logra absorber», según define la DIGESTYC.

El sexto informe destacó que Centroamérica se «encuentra sumida en la peor crisis en décadas. El desempeño reciente de la región y de República Dominicana muestra un panorama complejo. El Istmo logró algunas mejoras, pero ellas fueron muy puntuales e insuficientes para revertir los rezagos históricos y el deterioro de los últimos años en diversos ámbitos, especialmente en materia político – institucional».

El informe también destaca que, ante este panorama ya frágil y desfavorable, la llegada de la pandemia del covid-19 indujo rápidos deterioros en los mercados laborales, y en el nivel de ingresos de la población, con consecuentes aumentos en el desempleo y la pobreza.

«Los países, que ya tenían limitados márgenes de maniobra fiscal fruto de los elevados déficits, tuvieron que recurrir a un todavía mayor endeudamiento público para financiar las intervenciones necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria», agrega.

«Para hacerle frente a esta situación, el presente Informe plantea que es tiempo de actuar, e insta a aprender del pasado, revaluar los activos con que cuenta la región y a no perder la esperanza, para, con la convicción de que la historia no está escrita, impulsar iniciativas concretas a favor del desarrollo humano y la democracia», propone el documento.

Fuente: El Economista.

 

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