‘Supremacía blanca’: Trump en la mira de las críticas

Estados Unidos está en estado de shock. En pocas horas, dos tiroteos mataron a 29 personas e hirieron a docenas. La oposición demócrata estima que la retórica de Trump ha normalizado expresiones de odio que hasta ahora estaban restringidas a foros ultraconservadores blancos.

Este fin de semana, en El Paso, en la frontera con México, un hombre blanco de 21 años abrió fuego cerca de un centro comercial y mató a 20 personas, entre ellas a seis mexicanos, antes de ser arrestado. En un barrio festivo de la ciudad de Dayton, en Ohio, otro joven blanco de 24 años mató a nueve personas, entre ellas a su propia hermana, antes de ser abatido por la policía.

Si bien para el segundo se desconocen por ahora las razones de su acto, en el caso del primero, Patrick Crusius, quería aparentemente atacarse a la comunidad latinoamericana. En un manifiesto que habría escrito, denuncia «una invasión hispánica de Texas». De hecho, condujo nueve horas desde Dallas para cometer sus crímenes. Acusado de asesinato, se expone a la pena de muerte.

«Terrorismo blanco»: Trump bajo el fuego de las críticas

Donald Trump afirmó el domingo que el «odio» no tiene cabida en Estados Unidos y ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas por «actos atroces y cobardes». Pero estos dos últimos tiroteos alimentan los temores de los que piensan que el «terrorismo blanco» es ahora la principal amenaza para el país. El manifiesto escrito por Patrick Crusius se asemeja al vocabulario usado por el presidente, que calificó de invasión las caravanas de inmigrantes que buscan llegar a Estados Unidos desde Centroamérica.

El fotógrafo Carlos Gutiérrez, de origen mexicano, vive en El Paso. Estima que «siempre había un racismo, aquí en Estados Unidos, pero estaba muy escondido. Ahora con Trump, con todas las cosas que dice, mucha gente salió al aire. Antes la gente no lo decía, pero ahora ya se ve, hay muchos videos donde la gente se enoja porque la gente habla en español y no en inglés. Creo que siempre ha estado, pero ahora hay un tipo de apoyo de Trump, Trump le echó un poquito más de leña al fuego».

El senador demócrata Corey Booker acusó al presidente de lo que algunos ya califican de «terrorismo blanco»: «Donald Trump es responsable de esto porque está avivando el miedo, el odio y la intolerancia. Es responsable porque no está condenando la supremacía y no lo califica como lo que es, el responsable de un número tan significativo de ataques terroristas».

«Las vidas perdidas en Charleston, San Diego, Pittsburgh y, probablemente ahora también en El Paso, son las consecuencias de un terrorismo nacionalista blanco», dijo por su parte Pete Buttigieg, candidato a las primarias demócratas, mientras que Bernie Sanders pedía a Trump en Twitter parar con «su retórica racista, odiosa y antiinmigrante. Su lenguaje crea un clima que alienta a los extremistas violentos».

La hija del presidente, Ivanka Trump, intentó calmar la situación: «La supremacía blanca, como cualquier otra forma de terrorismo, es una plaga que debe ser destruida», dijo.

Una tragedia que reaviva el debate sobre las armas

El país está regularmente de luto por estos tiroteos, y en cada ocasión resurge el debate acerca de una mejor regulación o incluso una prohibición de las armas, pero el lobby de las armas es muy poderoso: «La NRA y otros grupos similares saben movilizar al pequeño porcentaje de votantes para quienes las armas son un tema central. Porque para ellos si el gobierno nos toma nuestras armas, nos toma nuestro poder, y si nos toma nuestro poder, se vuelve tiranía. Entonces, al nivel nacional, es extremadamente difícil comprometerse sobre el control de las armas. Los demócratas van a proponer pequeñas medidas que podrán mejorar un poco las cosas pero que no impedirán la proliferación de las armas ni irán hacia su prohibición total», explica Didier Combeau, politólogo especialista de Estados Unidos.

Según la ONG Gun Violence Archives, Estados Unidos ha sufrido 251 tiroteos desde el principio del año, causando alrededor de 272 muertes y 1.000 heridos. Los motivos de los asesinos, a veces muy jóvenes, pueden ser ideológicos, racistas o simplemente vinculados a la venganza.

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