El Papa: no podemos usar “photoshop” con la realidad ni con nosotros mismos

Francisco a los jóvenes de Lima: “Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad”

ANDREA TORNIELLI
ENVIADO A LIMA

“El corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad”. Después de haber invitado a los obispos peruanos a aprender el lenguaje digital, después de haber invitado a los jóvenes chilenos a usar la contraseña para estar siempre conectados a Cristo (“¿Qué haría Jesús en mi lugar?”), el Papa Francisco vuelve a usar un lenguaje nunca utilizado antes por sus predecesores.

La ocasión elegida es el Ángelus en la Plaza de Armas en Lima. El Papa es recibido por miles de jóvenes. “Sus rostros, sus búsquedas, sus vidas, son importantes para la Iglesia y debemos darle la importancia que se merecen y tener la valentía que tuvieron muchos jóvenes de esta tierra que no se asustaron de amar y jugársela por Jesús”.

El Papa pone el ejemplo de San Martín de Porres, joven “mulato” que tuvo que enfrentarse “a muchas privaciones. A los ojos humanos, o de sus amigos, parecía que tenía todo para «perder»”. En cambio nada le “impidió cumplir sus sueños, nada le impidió gastar su vida por los demás, nada le impidió amar. Y lo hizo porque había experimentado que el Señor lo había amado primero”.

Después Bergoglio se refiere a los momentos difíciles, a los pensamientos negativos: “Hay muchas situaciones que se nos vienen encima y pareciera que nos vamos quedando «fuera del mundial»; pareciera que nos van ganando…Todos hemos pasado situaciones así”. Momentos en los cuales

“parece que se apaga la fe”. Pero, ha añadido el pontífice, “no se olviden que Jesús está a su lado. ¡No se den por vencidos, no pierdan la esperanza! No se olviden de los santos que desde el cielo nos acompañan”. Los santos de ayer pero también de hoy: “Busquen la ayuda –sugiere el Papa–, el consejo de personas que ustedes saben que son buenas para aconsejar porque sus rostros muestran alegría y paz. Déjense acompañar por ellas y así andar el camino de la vida”.

“Jesús –explica– quiere vernos en movimiento; quiere verte llevar adelante tus ideales, y que te animes a seguir sus instrucciones. Él los llevará por el camino de las bienaventuranzas, un camino nada fácil pero apasionante, un camino que no se puede recorrer sólo, sino en equipo, donde cada uno puede colaborar con lo mejor de sí”. El Señor “los mira con esperanza, nunca se desanima de nosotros. Quizás nosotros sí podemos desanimarnos de nosotros mismos o de los demás”.

Aquí Bergoglio ha introducido el ejemplo del retoque de fotografías: “Sé que es muy lindo ver las fotos arregladas digitalmente, pero eso sólo sirve para las fotos, no podemos hacerle «photoshop» a los demás, a la realidad, ni a nosotros. Los filtros de colores y la alta definición sólo van bien en los videos, pero nunca podemos aplicárselos a los amigos. Hay fotos que son muy lindas, pero están todas trucadas y déjenme decirles que el corazón no se puede «photoshopear», porque ahí es donde se juega el amor verdadero, ahí se juega la felicidad”.

Jesús, ha explicado el Papa, “no quiere que te «maquillen» el corazón; Él te ama así como eres y tiene un sueño para realizar con cada uno de ustedes. No se olviden: Él no se desanima de nosotros. Y si ustedes se desaniman los invito a agarrar la Biblia y recordar a los amigos que Dios se eligió: Moisés era tartamudo; Abrahán, un anciano; Jeremías, muy joven; Zaqueo, uno de baja estatura; los discípulos, cuando Jesús les decía que tenían que rezar, se dormían; Pablo, un perseguidor de cristianos; Pedro, lo negó… y así podríamos seguir esta lista. ¿Qué excusa queremos poner?”.

“Cuando Jesús nos mira, no piensa en lo perfecto somos, sino en todo el amor que tenemos en el corazón para brindar y servir a los demás. Para Él eso es lo importante y siempre va a insistir en lo mismo —no se fija en tu altura, si hablas bien o mal, si te duermes rezando, si eres muy joven o un anciano. La única pregunta es: ¿Quieres seguirme y ser mi discípulo? ¡No gastes en disfrazar tu corazón, llena tu vida del Espíritu!”.

Finalmente, antes de recitar la oración mariana, Francisco ha añadido al texto preparado para la ocasión, unas palabras sobre la situación en África: “Hoy me llegan noticias muy preocupantes desde la República Democrática del Congo: ¡pensemos en el Congo! En estos momentos, desde esta plaza y con todos estos jóvenes, pido a las autoridades, a los responsables que pongan su máximo empeño y esfuerzo, a fin de evitar toda forma de violencia y buscar soluciones a favor del bien común. Todos juntos, en silencio, rezamos por esta intención, por nuestros hermanos de la República Democrática del Congo”.

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