Nulo debate legislativo y escaso diálogo social para fomentar mejores relaciones laborales

Las iniciativas laborales se topan con la incompetencia y el nulo diálogo social de parte de la fracción legislativa de Nuevas Ideas.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Recientemente se presentó ante el seno legislativo, inoperante en mucho de su quehacer en la promulgación de leyes en pro de la clase trabajadora, un ante proyecto de ley para apoyar la situación laboral en el contexto de crisis de producción en la confección de prendas e indumentaria, en las fábricas conocidas como maquilas. Supuestamente estas se han visto afectadas por la situación inflacionaria que ocurre en USA, el mayor mercado para este tipo de producción. A tal grado que hay afectaciones en las fábricas que confeccionan marcas prestigiosas, además de aquellas marcas que han instalado sus propias fábricas, a saber: Fruit Of The Loom; Hanes Brands; Under Armour y otras conocidas.

Es una situación laboral aseguran los maquileros organizados en CAMTEX, de afectación en el socio comercial más importante del país EEUU, en cuanto a las dificultades en la cadena de suministros y participación en conflictos bélicos y el posicionamiento de una nueva correlación de fuerzas en un mundo cada vez más multipolar. El país tiene condiciones para producir, sin embargo, es una maquila muy poco tecnológica; y con mano de obra poco o nada calificada; esa situación inflacionaria ha disminuido la capacidad de demanda de ropa en los consumidores, lo que afecta los pedidos para el país. Esto supuestamente ha sido comunicado en debida forma en un supuesto “diálogo fluido con las autoridades del gobierno que están relacionadas con la industria” como el Ministerio de Economía, la Secretaría de Comercio e Inversión y Aduanas. Según CAMTEX, la empresa ha comunicado a las autoridades salvadoreñas su decisión y “que como siempre lo han hecho, van a cumplir con todos los requisitos de la ley, en lo relativo a la relación laboral con este grupo de empleados despedidos”.

Este tipo de declaraciones caen en el vacío cuando se manifiestan posiciones recalcitrantes en los diputados oficialistas, que no quisieron debatir el proyecto de ley presentado por organizaciones sindicales, que recogiera la situación laboral que se vive en el país, y le diera una salida al problema de empleo y de incumplimientos con los derechos en tanto hay cierres de empresas de maquila, por la misma razón—lo que les cuesta ver a los diputados, es quizás entender que es una relación comercial con los EEUU, y pareciera según el análisis de los diputados, que eso está en concordancia con la supuesta línea política que Bukele rechaza las acciones de dominación que establece los EEUU al país.

La situación laboral que se demandó ante la Asamblea Legislativa, al parecer es de desconocimiento de parte de la fracción legislativa oficialista—quienes sin mayor análisis, rechazaron la iniciativa de ley, lo que en concreto implica no estar en pro de resolver la situación de desempleo, cierre de fábricas; desfavorecimientos de condiciones y derechos laborales, así como de incumplimientos de ley (indemnización, salarios, vacaciones, permisos por salud, subsidios, bonos, horas extras adeudadas, justificando el patrón la crisis económica arriba señalada—

No obstante, poco se conoce de las actuaciones por parte de diversas instancias del gobierno para atender el conflicto laboral, en primera instancia un Ministerio de Trabajo, que poco o nada hace para profundizar el análisis de la demanda laboral, en los elementos que afectan las relaciones laborales. Las fábricas están cerrando, las personas se quedan sin empleo de la noche a la mañana, otras reducen significativamente la plantilla laboral, se desmejoran las condiciones de trabajo y, sabemos que en mucho son acciones que afectan a personas con menos calificación laboral, con problemas de salud, de condiciones sindicales, de edad, de discriminación. La falta de diálogo social entre intereses de los empleadores y las personas trabajadoras es de una ausencia importante; y por ende las decisiones se toman afectando a la clase trabajadora y prevalecen los intereses del empleador—no existe una inspección y conciliación laboral con toda la entereza que implica la problemática detallada. La intención era reformas sustanciales en la ley de zonas francas, impuesta por la lógica de arena, y que pretendía crear empleos formales—sin embargo, hoy estos empleos están desapareciendo, sin que dinámicas de defensa laboral surjan en el Ministerio de Economía y de Trabajo, que son los que se mencionan en la ley de zonas francas.

El diálogo social basa su lógica en que debe existir todo tipo de negociaciones y consultas, lo que de nuestro lado lo denominamos una transición justa; es vital que haya información que entere sobre la realidad laboral y situación de las empresas, de tal manera de prever o idear formas de resolver el conflicto. No obstante, todo apunta a que las empresas deciden y toman acciones que en el 99% afectan intereses laborales; conservando la situación económica y legal para las empresas; lo que impide que temas de interés común no se puedan sostener y, por ello el proyecto presentado ante la asamblea fuera simplemente abortado y no aprobado en beneficio de las personas trabajadoras.

*Sindicalista salvadoreño

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