Hace bastante ya que muchos de nosotros tenemos graves sospechas que los dioses, si existen, hace rato que vienen abusando de los seres humanos y ya era tiempo que alguien lo plasme y denuncie en un libro como lo hizo Vicente Zito Lema[1] con “El ultraje de los dioses” (editado por Sudestada) que hace foco en “el crimen de la pobreza y la belleza espantada”.
Por: Marcelo Valko*
Es un texto complejo, difícil, arrugado y en otros momentos alza vuelo para irse con el viento y las nubes que menciona más de una vez. ¿Cómo explicar de que trata este libro póstumo de Zito? Quizás diciendo que sin embargo y a pesar del llamado a degüello el viejo corazón humano resiste a borbotones de sueños. ¿Y nuestro rostro real? Es cierto que tanta derrota nos agobia mientras la tormenta lanza nuestro navío a nuevas rocas de nuevos naufragios…
Y sin embargo el viento sopla y las eternas nubes persisten en su bella indiferencia. ¿A dónde van esas sombras? ¿Por qué los perros famélicos aúllan en la cara de los niños? La estadística habla de “indigentes, de gente en situación de calle”. Siempre maquillaje de primera. Seres de los despojos que nunca terminaron de construirse. Entre tanto, la mañana, esa mañana: El Mañana, aguarda como si estuviera agazapado respirando cenizas enredado en medio de una maraña de cables y conexiones clandestinas.
Es así nomas. La noche de la miseria ni admite respiros, allí no busques a la belleza, la voracidad de la usura todo lo corroe y espanta. Hasta el fin de la fiesta los esclavos deben ofrecer su cuello de niño yuntero a la soga del yugo y de la horca. Soplan constantes las ráfagas de ruina. Un crimen como la pobreza no llama la atención. Mientras tanto algunas piedras acompañan palabras que, aunque hablen, poco dicen para que al fin pronuncien el espanto. Marginal significa estar en los márgenes, el mínimo movimiento lo puede hacer caer y lanzar en laberintos abismales de los cuales no logrará subir.
Y el horror, ese horror del Corazón de las Tinieblas, sigue firme como vieja práctica civilizatoria declarando triunfante a la cultura del capital y su teología de la riqueza. La memoria resiste desde viejos cementerios de la vida. Zanjas, basurales, cuerpos amontonados, espectros y Vicente, el poeta sueña mientras los dioses pasan su mirada a lo terrestre como si nada pasara. Un libro póstumo como es este tiene derecho el cuestionar tanta indiferencia celeste. Les advertí al comienzo que era un libro difícil, complejo, arrugado y agrego ahora: tan valiente como necesario.
Somos varios al igual que Zito Lema que sabemos que Es lento, pero viene…
*http://marcelovalko.com Es lento, pero viene…
[1] Vicente Zito Lema fallecido en diciembre pasado, fue un abogado especialista en DDHH, dramaturgo, periodista, filósofo, docente y poeta argentino. Colabora en la célebre revista Crisis junto a Galeano y Cortázar debió exiliarse durante la dictadura de 1976. Autor de numerosas publicaciones.
