Desalojo cargado de mentiras

El desalojo de los comerciantes del Centro de San Salvador es la punta del iceberg que estamos viendo. En muchas alcaldías controladas por el partido del presidente ya se están operando desalojos y amenazas de desalojos.

Por: Edwin Felipe Aldana Aguirre*

Y esto se está dando no en un contexto de Estado Democrático, sino que, en el contexto de una guerra continuada por parte del sector dominante de la economía, a los cuales el presidente y su gobierno representa, en contra de los sectores populares que con su trabajo resisten al sistema.

El Mercado como concepto y el Mercado como realidad, son dos cosas que deberíamos dilucidar; quizá ese no sea el espacio de este artículo, pero es una necesidad el que se vaya haciendo. Por tanto, acá sólo esbozaremos unas líneas sobre ello.

Siempre nos han dicho, por cierto, que en el sistema capitalista en una sociedad democrática “como la nuestra”, el Mercado rige la economía y con ello la convivencia de la gente a través de dos mecanismos: la oferta y la demanda. Pero ante esto dicen: Eso opera sólo con los sujetos económicos que están en la Formalidad legal del sistema. Y con ello justifican el carácter abusivo y violento del neo militarismo del régimen que se expresa en la aplicación de la fuerza y la amenaza, en un momento en que en la nación está en suspenso el régimen democrático. No obstante, esta es una de las mentiras que justifican el desalojo de los Trabajadores por cuenta propia, como se definen muchos sectores del comercio ambulante y estacionario.

Lo cierto es, que la Competencia, -santo grial del mercado y la economía-, está siendo dejada de lado y, en cambio, este gobierno que representa a los tenderos de nuevo tipo, -una de las mutaciones de la vieja oligarquía-, desaloja a los competidores de su sector por la vía de la fuerza y la amenaza. Manifiestan los comerciantes la ausencia de diálogo en todo esto, pero sí la presión por ser considerados delincuentes.

Por cierto, el combate a las pandillas fue aplaudido por los comerciantes populares, ya que de hecho eran victimas de estos grupos. Ellos prestaron colaboración a la policía nacional civil, en el combate de estos grupos, al interior de la actividad comercial. Para el caso de la tendencia que tenemos a generalizar, es necesario apuntar los siguientes ejemplos: La inmensa mayoría de la gente del Distrito Italia, son gente honrada y trabajadora. Los delincuentes eran una minoría, -armada y criminal-, eso sí. De igual manera, la gente de la Campanera o de la Comunidad de Las Palmas, la inmensa mayoría son gente honrada y trabajadora. Eso lo pueden constatar en la Fiscalía y en la policía, ya que en dichos lugares la policía está realizando un trabajo de convivencia pacífica con los pobladores, que también eran víctimas de las pandillas.

El mercado como realidad nacional, es algo más grande y de otra naturaleza, que viene incluso desde antes de la invasión española. La actividad comercial como parte de la actividad económica está inmersa en la convivencia social, no sólo de productos sino también de relaciones sociales entre productores, comerciantes y clientes.

Los días de mercado o días de plaza todavía son una hermosa realidad a lo largo y ancho del país y en buena parte del continente. Porque el comercio es también una actividad cultural de las diversas sociedades. Tan es así, que el comercio en el centro de San Salvador como la plaza de las plazas, como el día a día de los días de comercio no es una realidad reciente. Plantear esto como el desorden y el abuso de los comerciantes, es negarse a ver la historia, las fotos de las diversas épocas y la literatura que nos muestra estas realidades.

El centro de San Salvador nos muestra todavía, además, el carácter rural de nuestra nación. Para mucha gente del interior del país, venir a San Salvador es venir al pueblo, al pueblón, dicen algunos. Hasta las infidelidades se realizan en las pensiones del centro, aunque haya lugares más discretos, pero más caros y lejos del alcance de los sectores populares.

San Salvador y su centro, otrora corazón de la actividad económica, literaria y cultural; se convirtió también en un nudo fundamental del transporte público, ya que éste respondió a la necesidad de la movilización de las personas hacia el Centro. ¿Vestigios coloniales? Lo más seguro es que sí. Pero también, vestigios de los días de mercado de los pueblos ancestrales. Eso también es innegable. De hecho, el sacar al transporte urbano del Centro de San Salvador, va en la lógica de quitarle el agua al pez, ya que hoy por hoy, no hay una propuesta estructural, realista, estética y humana, no a las ventas, sino que, a las personas de nuestras sociedades que se ganan la vida en la actividad comercial. La lógica militar gringa de tierra arrasada nunca ha podido con la resistencia de nuestros pueblos y, los neo militarista deberían saberlo.

El comercio y dentro de él, el mercado como realidad local, diversa y colorida, ha participado en el desarrollo de la nación. Conozco una buena cantidad de amigas y amigos, profesionales exitosos que con orgullo te dicen: Yo me críe en el mercado, mi mamá y mi papá de eso nos sacaron adelante y yo pude estudiar y ahora soy profesional. Sí, ellos han construido también esta nación y ahora muchos de ellos están tristes y con ira viendo como sus parientes que siguieron en el mercado son tratados como basura que afea el ambiente. Y cómo no hablar de la gente comerciante que en eso nacieron y que ahora no saben que hacer para seguir viviendo; y cómo no hablar de los chicos y chicas que tendrán que dejar los estudios, porque la actividad económica de sus padres es un riesgo para los grandes comerciantes y su proyecto político.

Más verdades de los comerciantes.

Los trabajadores por cuenta propia, ambulantes y estacionarios, siempre han pagado impuestos a las alcaldías por tener sus puestos de ventas. Pagan limpieza y recolección de basura, pagan vigilancia. Por la misma realidad de delincuencia e inseguridad que vivíamos, continuamente las autoridades pasaban verificando si los comerciantes tenían facturas de las mercaderías que comercializaban. Y, además, a través de sus compras pagaban el IVA.

El asalto del neo liberalismo a los Estados nacionales, dio como resultado acá en El Salvador y Centroamérica, la privatización de los bienes de la nación administrados por los Estados. Privatización que realmente fue un proceso de saqueo desvergonzado de los bienes de toda la nación. Es lo que algunos economistas llaman: La segunda acumulación del Capital en El Salvador. Acá inicia también las diversas mutaciones de la oligarquía y la casta militar. Una de las mutaciones, como apuntábamos antes, es la de ser Tenderos de nuevo tipo; y, además, con la visión de ostentar el Estado como su herramienta y mecanismo patrimonial. Desde ahí empiezan a considerar a los comerciantes “informales” como una competencia dañina y desleal porque les resta ganancia a los nuevos señores del comercio.

Otra enorme verdad es el hecho de la incesante lucha de los trabajadores por cuenta propia, por ser registrados en el Ministerio de Hacienda, para ser “Formalizados” y pagar más impuestos. Pero eso, las diversas mafias como Arena, fmln y los de ahora, nunca nos lo dijeron. Porque al final de cuentas, prefirieron gobernar para los mismos de siempre. Y la respuesta del partido Arena fue la violencia; y la respuesta del fmln fue también la mentira y la violencia. Y la diferencia con los actuales estriba en que ellos sin tapujos, sin medias tintas ponen manos a la obra para destruir una competencia comercial que consideran molesta para su sector, y dada su naturaleza anti democrática lo hacen de manera autoritaria y violenta. A todos se les olvida la supuesta sana competencia dentro del capitalismo y no tienen reparos en quitarse la máscara democrática. Dicho sea de paso, una de las batallas que se ganó a medias, fue el hecho de poder inscribirse en el seguro social; lo cual, por cierto, si no esconden las estadísticas, éste dará cuenta de la enorme cantidad de gente que dejará de pagar al ISSS.

La tentación de confinar y excluir del comercio a amplios sectores de la población, quitándoles el Derecho al trabajo honrado muestra no sólo el carácter militarista y autoritario del régimen, sino que, también, pone las bases para futuros estallidos de violencia. El mercado como edificio se convierte en una camisa de fuerza para los vendedores. Están empeñados en trasladar un modelo de mercado que puede que no sea tan adecuado a nuestra realidad y quizá sea tiempo de construir una síntesis entre todos. O ¿Acaso están preparando al ejército y a la policía para repetir el tiempo oscuro del cuál venimos?

¿Qué hacer entonces? Quiero sugerir una cita de John Paul Lederach, que nos dice: “…La posibilidad de superar la violencia se forja por la capacidad de generar, movilizar y construir la imaginación moral. Y el tipo de imaginación a la que me refiero es la que se pone en juego cuando se conjugan y llevan a la práctica cuatro disciplinas y capacidades por parte quienes logran la manera de elevarse por encima de la violencia. Dicho simplemente, la imaginación moral requiere: la capacidad de imaginarnos en una red de relaciones que incluya a nuestros enemigos; la habilidad de alimentar una curiosidad contradictoria que abarque la complejidad sin depender de una polaridad dualista; una firme creencia y la búsqueda del acto creativo; y la aceptación del riesgo inherente a avanzar hacia el misterio de lo desconocido que está más allá del demasiado conocido paisaje de la violencia. (…) Nuestra tesis nos exige explorar la supervivencia del talento y del don artístico en los territorios de la violencia.” 1

El diálogo es nuestra salvación, la construcción de acuerdos que pase por convocar a ingenieros, arquitectos, diseñadores, empresas constructoras creativas que las hay en el país, instituciones y organismos que promueven el desarrollo sostenible y amigable con la naturaleza; estudiantes, universidades y personas de buena voluntad que se sumen a construir una o varias propuestas de modelos de comercio que conjuguen todas las identidades e intereses que propicien el trabajar en paz para todos y todas las personas de esta nación cuscatleca.

*Docente universitario e investigador social.

1- Lederach , J.P. (Gernika Gogoratuz. Centro de Investigación Por La Paz, https://www.gernikagogoratuz.org/wp-content/uploads/2020/04/RG09-la-imaginacion-moral.pdf. Available at: https://www.gernikagogoratuz.org/wp-content/uploads/2020/04/RG09-la-imaginacion-moral.pdf (Accessed: March 18, 2023).

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