La fruta que toda la clase trabajadora esperaba, por fin cayó del árbol (Parte IV)

En tanto que dizque los diputados (as) de NI será el regalo de navidad para la clase trabajadora, será la última entrega del análisis sobre la reforma al sistema previsional ofrecida por Bukele. Tal como lo decíamos y muchos más que se atrevieron a decirlo abiertamente, la reforma resultó un total fiasco para los intereses de una población laboral necesitada de protección social.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Y la basamos en que el aumento de pensión reformado es el monto que el C102 contiene como un mínimo el 40% de tasa de reemplazo, lo que debe cumplirse para los países que lo han ratificado—hablamos del monto en dinero que sustituye al salario en la fase de pensionamiento—

En fin el 30% ofrecido, no llena las expectativas de buen número de personas trabajadoras, quienes esperaban la redefinición de un cálculo de pensión y poder tomar la decisión de pensionarse, en tanto los requisitos los tiene cumplidos desde hace años atrás—probablemente ya pasaron de la edad de 55 o 60 años, sin jubilarse en razón de esperar la reforma previsional ofrecida en el plan Cuscatlán y el pasado 15 de sept2021. La razón, todas las personas trabajadoras que se encuentran en esa fase de sus vidas, esperaban que la oferta de un 70% del salario básico regulador fuera una realidad, e inclusive muchas de esas personas esperaban que el cálculo de su pensión pudiera llegar hasta mucho más alto. Era desde un principio una irrealidad, en tanto los números actuariales se desconocen y sabemos que es una ciencia que técnicamente sustentaría si ese incremento de acuerdo a los números de la población cotizante lo sustenta—la actuaría de los datos es una profesión que respondería a cabalidad si el pretendido aumento en el monto de pensión era posible.

La población cotizante es muy poca, el número más conservador es del 25%, de 4 posibles afiliados sólo cotiza uno, lo que significa que aumentar los rendimientos de los fondos de pensión no sólo no garantiza una suficiencia de beneficios, sino debe restringir otros posibles como era el retiro de hasta un 25% de la cuenta individual de cada cotizante. De acuerdo a quienes se ven cerca del cumplimiento de este derecho, saben muy bien que lo que interesa es haber capitalizado el mayor ahorro posible durante los años de servicio acumulados. Sin embargo, la pensión en la mejoría del monto demandado, está claramente basado en salarios altos y rendimientos altos y seguros, ello por cuanto los ingresos, en concepto de cotizaciones, que ingresan alrededor de 800 millones o más de dólares mensuales, son insuficientes para disponer de una rentabilidad que pueda cubrir el incremento del 30% a la población que ya tiene los requisitos de pensión cumplidos. En tanto la rentabilidad está en su mayor parte invertida en instrumentos financieros públicos, que tienen su riesgo de seguridad aceptable, pero a una tasa de interés más abajo que las tasas de mercado; y lo más importante es que dichos fondos están comprometidos por el alto endeudamiento que ha significado la sustitución del sistema público de reparto y solidario en materia generacional y salarial por otro de ahorro individual con administración privada.

Esto significa que ARENA, responsable del cambio de sistema previsional (1996), impuso a través de cantos de sirena, y argumentó que el ahorro individual era mejor que el sistema de reparto—inter solidaridad— de primas escalonadas, según la necesidad de aumentar los fondos de pensión a través del incremento de la cotización, cuando actuarialmente pudieran llegar a ser los fondos de pensión, insuficientes para cubrir los beneficios otorgados por la ley anterior y la LSAP.

A lo largo de esta historia para llegar a un real sistema integral de pensiones, se han dicho muchas mentiras, y la actual reforma previsional ofrecida, está llena de ellas, y lo que se ha hecho es sacar el tema de la contienda electoral del próximo año, pretendiendo sacarlo aprobado sin el debate colectivo necesario, igual que lo hizo arena en su momento; y de allí las reformas subsiguientes al sistema siempre fueron parches que no cumplían con los intereses de los cotizantes, en tanto había desde su nacimiento una falla de origen.

El problema de una cobertura de cotizantes insuficiente, un alto endeudamiento del estado, a través de los préstamos a la AFP en certificados de inversión previsional (CIP), para cubrir los déficit que implicó cambiar el sistema público, dejándolo sin cotizantes y con la carga previsional de pagar las pensiones de los actuales y futuros cotizantes que se quedaron, además del pago de los déficit al terminarse los ahorros, así como pasar a quienes se jubilan con las AFP, los certificados de traspaso y de traspaso complementario.

Hace una insuficiencia de beneficios, y lo nuevo, simplemente se pasa por ministerio de ley a una nueva institución (ISP), se derogan leyes y se generan expectativas altas de cómo se tendrán que sostener los beneficios, cuando la reforma previsional sea insostenible, por qué no mejoró el sistema, sólo cambió color, contando con una estructura derruida por el capital voraz (AFP) y decisiones políticas abusivas y excluyentes de quienes son las mayorías, y la carga a través de impuestos para los sectores populares.

*Sindicalista salvadoreño

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