En las elecciones de medio término en Los Estados Unidos, no se cumplieron los pronósticos que para muchos eran consecuencias directas de la situación política y económica que enfrenta el país.
Por: Igor Iván Villalta Sorto*
Se esperaba una marea roja en donde el partido republicano arrasaría en el senado y la cámara de representantes, sin embargo, los resultados no se dieron de esa manera y prácticamente fue un empate que concluirá cuando se realice la segunda vuelta en el estado de Georgia.
La esperanza para los seguidores de Bukele en nuestro país, era que en estas elecciones no salieran electos los candidatos, entre otros, Norma Torres miembro de la Cámara de Representantes y el congresista James P. McGovern de la cámara de representantes por Massachussets, por poner un ejemplo.
El odio del gobierno de Bukele más que todo a la Congresista Norma Torres es por sus críticas a las políticas violatorias a los derechos humanos, abuso de poder y corrupción practicada por el régimen de Bukele en sus tres años de gobierno. Esto llevó a criticas agrias en contra de la congresista y a comandar una campaña en contra de su reelección.
Pero para desgracia del régimen de Bukele el congresista McGovern logra una reelección con el 66.2 % de los votos y lo traigo a cuenta por su conocimiento de la situación en El Salvador, debido a que cuanto trabajaba en la oficina de John Joseph Moakley “se le pidió a Jim que ayudara a dirigir la investigación de los asesinatos de seis sacerdotes jesuitas, su ama de llaves y su hija en El Salvador luego de la indignación pública en el Congreso. Expuso que los asesinatos fueron cometidos por el ejército salvadoreño respaldado por los EE. UU., lo que llevó a un cambio importante en la política exterior de los EE. UU. que hizo que la futura ayuda militar dependiera de la mejora de los derechos humanos y una paz negociada en El Salvador”. **
En su última visita a El Salvador, el congresista expreso que Estados Unidos había intervenido en la guerra en El Salvador, sin embargo, no había contribuido de una manera más decidida a la reconstrucción del país.
El otro dolor de cabeza para el régimen de Bukele es la Congresista Norma Torres contra la cual ha desplegado todo el odio de sus troles y pidió que los hispanos no votaran por ella, lo cual parece sumamente ridículo, creerse que posee una voz tan poderosa que pueda influir en las elecciones de Estados Unidos. Eso es no estar consciente de sus limitaciones. Como lo expresa Ricardo Valencia en artículo publicado en el Faro: “Bukele logro convertirse en figura global, pero del autoritarismo”
La congresista Norma Torres no se ha quedado con los brazos cruzados, ha denunciado el hecho de acoso e intervención en las elecciones de Estados Unidos y posiblemente esto derivará en una demanda formal ante el sistema judicial estadounidense.
Por otro lado, la esperanza de los beneficiarios del bukelismo, que el expresidente estadounidense Donald Trump, que en sus cálculos esperaba la gran marejada roja que le permitiría afianzar sus aspiraciones de reelección a la presidencia, y con ello tener un presidente estadounidense permisivo, pero con los resultados de las elecciones. Trump la tiene cuesta arriba por el surgimiento de nuevos liderazgos en el partido republicano como el congresista por Florida Ron DeSantis.
Por donde se viera el académico Napoleón Campos encuentra dos grandes perdedores de las elecciones de medio término en Estados Unidos, uno de ellos es Donald Trump y el otro es el régimen de Bukele. No podemos dejar de lado la enorme influencia de nuestros compatriotas tienen sobre la política doméstica en El Salvador y el resultado de las elecciones en Estados Unidos tendrán repercusiones en el largo y mediano plazo.
Paradójicamente, cuando se les pregunta a representantes de la diáspora sobre la posición de apoyo que tienen nuestros compatriotas para los funcionarios que serán electos en las próximas elecciones en El Salvador en el año 2024, para la mayoría de ellos el interés de los salvadoreños es casi nulo. Lo que pone en duda las esperanzas puestas por el régimen al voto en el exterior. Los salvadoreños en Estados Unidos están más preocupados por su diario vivir que en quien gane las elecciones en El Salvador.
Además de esto, las últimas acciones tomadas por el gobierno estadounidense como la aprobación de la prórroga al TPS por 18 meses, que indudablemente el gobierno de Bukele se lo quiso adjudicar aduciendo una negociación secreta con el gobierno de Biden. Cuando la única negociación secreta que el gobierno de El Salvador fue con el gobierno de Trump de dar por finalizado el TPS, en donde se llegó al acuerdo de hacer la repatriación de nuestros compatriotas de una forma ordenada.
El gobierno salvadoreño no tuvo nada que ver en la aprobación de la prórroga del TPS, fueron nuestros compatriotas los que tuvieron la valentía de interponer recursos para que esta situación no se diera y son los mismos que están luchando por una reforma migratoria que les permita obtener su residencia permanente en la nación del norte.
Mientras el gobierno de El Salvador paga cuantiosas sumas a lobistas para que trabajen en la imagen del presidente.
*Biólogo e investigador
**Biography Jim McGovenrn [Internet] 18/11/2022 Disponible en: https://mcgovern.house.gov/about/
