EL SALVADOR: ENTRE DICTADURAS Y DICTADORES

Por Igor Iván Villalta Sorto*

Tawakkol Karman, premio Nobel de la Paz respondía a los cuestionamientos en una entrevista realizada por la BBC de Londres: “La capacidad de cambio de las personas es mucho más fuerte que la capacidad de supervivencia del dictador” a lo cual agregaría ningún dictador se puede sostener en el poder, si no hace uso de la fuerza e intimidación a los ciudadanos.

En estos momentos que vivimos por las declaraciones del presidente de la República, que anuncia, que se presentará como candidato a la reelección para continuar cinco años más ostentando el cargo. Estas declaraciones no sorprenden a nadie, debido que desde que andaba en campaña para la presidencia ya muchos de sus seguidores hacían campaña para su reelección.

Este anuncio lo único que refleja, es que ni el presidente, ni sus asesores conocen al pueblo, subestiman su inteligencia. Se apoyan en encuestas, compradas, en donde “la población, en su gran mayoría, expresa que está de acuerdo con el presidente” cuando la realidad es otra, a excepción de la barra que llevó para dar el fantástico anuncio, no ha existido un estado de efervescencia eufórica por el anuncio. Al contrario, en la población se percibe la tristeza, preocupación, temor y angustia.

Las percepciones populares nos llevan a intuir que se avecinan momentos mucho más difíciles para el país. Las personas que manifestamos nuestro descontento o frustración somos muy pocas por diversas razones, pero la masa silenciosa es grande. Esa masa de gente que sale a rebuscarse por llevar comida a la familia es la que en realidad tiene y tendrá la última palabra.

En el desfile del 15 de septiembre, el presidente salió a la ofensiva realizando una marcha militar, como lo han hecho los mismos de siempre, mostrando armamento por cielo y tierra. Como enviando mensajes a ese grupo de revoltosos que se atreven a cuestionar todo lo bueno que está haciendo el presidente.

Está más que demostrado que sustentar el poder por la fuerza de las armas, lo único que produce es dolor y luto. Con este mensaje enviaba otro a la población en general, miren las fuerzas armadas

me apoyan, tampoco ellos van a cumplir lo que mandata la constitución de sublevarse ante todo aquel que pretenda ostentar la presidencia un día más.

Todos los dictadores hacen desfilar a sus ejércitos para demostrar fuerza y lealtad hacia él. Siendo realistas, la familia Bukele y sus patrocinadores oligarcas, podrían perpetuarse en el poder todo y cuando logren consolidar un estado de paz y tranquilidad para la población, pero esto pasa por superar la crisis económica en que nos encontramos.

Lo que hemos podido observar en tres años de gobierno de Bukele, es el gran deterioro físico de la infraestructura del país, las escuelas, carreteras, hospitales son una ruina, con la brillante estrategia de haber dejado sin dinero a las alcaldía las calles parecen basureros, los ríos transportan toneladas y toneladas de basura al embalse del Cerrón Grande (lago Suchitlán) sin mencionar el grave deterioro de la institucionalidad del país, esto señores se llama violencia, que las personas estoicamente soportan, la pregunta es ¿hasta cuándo?

Una de las grandes lecciones que como sociedad debimos haber aprendido es que no debemos subestimar a los pueblos. Rubén Zamora en entrevista de televisión ilustraba con una anécdota, las consecuencias de vivir en el mundo de la mentira y la fantasía, hasta considerar que este mundo es la vida real.

Cuenta que en una oportunidad llegó a conversar con un personero del gobierno estadounidense sobre apoyar una solución negociada al conflicto. El funcionario le respondió: ¿y para que?, si ya vamos a derrotar a la guerrilla. Poco tiempo después, la guerrilla lanzaba la más grande ofensiva bélica que haya conocido América Latina, con negociaciones para la entrega de los Boinas Verdes atrapados en el Hotel Sheraton, procedentes de Panamá. En donde intervinieron en las maniobras para derrocar al General Noriega.

Muchos dicen: ¿y cuál es el problema que el presidente se reelija? si así se hace en muchos países como Estados Unidos y Europa, esta forma de pensar que proviene del discurso gubernamental y refleja un pensamiento simple y mecánico. El problema no es que un presidente se reelija, el problema depende de la naturaleza misma de los poderes que refleja la historia de los países, y esto lo plasman en sus constituciones.

Que un presidente se reelija de forma directa no es problema si se tratase de otro país, pero vivimos en El Salvador en donde todos los presidentes que han cambiado la constitución para reelegirse, inclusive corriendo en elecciones en donde fueron ellos los únicos candidatos, han terminado en convulsiones sociales, razón por la cual existen siete artículos en la constitución de la república en donde se prohíbe, sin dejar dudas, que ese acto es ilegitimo y debe ser desconocido por los ciudadanos, empezando por la Asamblea Legislativa.

Al terminar la entrevista Tawakkol Karman deja el siguiente mensaje: “Las dictaduras no tienen ningún proyecto de desarrollo ni de empoderamiento para las personas en lo que respecta a sus derechos políticos y económicos. Lo único que tienen es opresión, y ahogan a sus países en deudas. De hecho, un dictador trabaja inconscientemente para crear factores que acabarán con su gobierno y tiranía.”

*Biólogo e investigador

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: