Presentación del libro Varilla Negra

Varilla Negra es un libro catalogado por los entendidos en la materia como testimonio novelado, o ensayo novelado. Para los que no somos expertos en literatura, es un relato vivido en un entorno de guerra. Como diría Dagoberto Gutiérrez, en el prólogo del libro “es un relato abierto y descarnado”. En este contexto el FMLN Mejicanos nos invita a presentar el trabajo en su local cede.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

Nos encontramos agradablemente sorprendidos por la gran cantidad de personas que acudieron al llamado, entre el público se encontraban personas que con una gran trayectoria revolucionaria que podrían ser hasta más de cuatro décadas, los venerables veteranos de guerra, otros con militancia partidaria y otros jóvenes interesados en la historia y en las luchas del pueblo salvadoreño.

Nuestra exposición inició recordando a los que propusieron ideas diferentes, en donde se creía que no había que hacer nada porque todo estaba concluido, todo estaba terminado. Que el planeta ya estaba terminado y que así había sido siempre. La posición de filósofos como Heráclito que como premisa filosófica establece que: “nadie se baña dos veces en el mismo rio” contradiciendo la posición anterior. En el famoso devenir de Heráclito sienta las bases para postular el materialismo dialectico.

Otros investigadores y filósofos como Charles Darwin tomando en cuenta los postulados de Heráclito y otros como el naturalista francés Jean Baptiste Lamarck conforma la teoría de la evolución de las especies.

Pero nos podemos estar preguntando ¿y qué diablos tiene que ver esto con las luchas de un pueblo? Yo diría que mucho en el sentido de que antes de tomar acciones sobre el problema debemos teorizar sobre nuestros fundamentos de lucha, y fue eso precisamente lo que llevó a muchos de los teóricos de la revolución salvadoreña a cuestionarse sobre los métodos de lucha, la estrategia a emplear, que si lo mejor sería adoptar la estrategia de una guerra popular prolongada como el modelo vietnamita, o tenía que ser un movimiento insurreccional como el llevado a cabo con éxito por los compañeros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Nos quebramos la cabeza sobre las estrategias que más se adecuaran a la naturaleza del enemigo y las formas de lucha del pueblo salvadoreño y considero que fue una estrategia hibrida. Al fortalecer, por una parte, un ejército de liberación con una disciplina militar estricta, preparando cuadros de dirección en táctica y estrategia de forma local y con la ayuda de países amigos, y por otro lado establecimos ofensivas generales que permitían en su conjunto insurreccionar a las masas de población que soportaban en mayor medida la carga de la guerra.

Como académicos y estudiosos del tema no podemos dejar de lado otros aspectos como la sexualidad entre los compas, muchas veces las relaciones sexuales a horas tempranas que hacían que los compas se miraran unos a otros insinuando miradas pecaminosas, por los ruidos generados por el gozo y el placer de las relaciones entre parejas.

También un acercamiento al mundo paranormal que se desarrolla, en mi tesis, al encontrarnos sometidos a ambientes de estrés y hostiles para la existencia humana, nuestros sentidos tienden a acceder a otras percepciones que en nuestro normal desarrollo en ambientes controlados no los podemos percibir.

Recordamos a Peter Joseph Sanderson que siempre me explicaba la forma en que iba a morir y me mostraba en donde guardaba algunos dólares, advirtiéndome que no eran muchos, pero que los tomara y que le enviara una carta a su mamá. Hacía pocos días que había ingresado a Varilla Negra cuando me entero por la Radio Venceremos de la caída en combate del compañero, y que ellos se harían cargo de enviarle la carta a su madre.

O de la ocasión en donde me enfrenté a un supuesto coyote, en una noche de luna, el animal subido en un cerco de piedra me miró amenazante, como cuestionando mi presencia en el lugar. Inmediatamente ante la amenaza pensé en mi fusil y vi la casa campamento que por razones de supervivencia se encontraba bastante lejos.

No me quedaba otra que, sin ver atrás caminar sobre la vereda, en esos momentos todas las matas de maíz doblado y seco comenzaron a hacer un ruido espantoso, como si se tratase de una jauría de coyotes. Sin voltear a ver atrás sólo seguí caminando, invadiéndome un frio intenso que me recorrió toda la columna y cuando llegó a la cabeza sentí un fuerte golpe con el cual como que la cabeza se ensanchó. Con la piel de gallina, la respiración acelerada, el corazón que salía del pecho, por el susto llegué a la casa, preguntándome sobre lo sucedido.

Una de las participaciones más memorables fue la intervención de Gloria Anaya, hija de Herbert Anaya Sanabria, tenaz y valiente defensor de los derechos humanos, que entregó su vida por lograr el respeto de los derechos de cualquier salvadoreño. Glorita nos recitó un poema de su padre transportándonos a una atmosfera sublime.

*Biólogo e investigador

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