El grupo de expertos de la ONU sobre cambio climático entregó la tercera parte de su informe sobre el calentamiento global, donde hay una clara advertencia de que la humanidad debe cambiar de manera drástica sus modelos de producción y consumo para evitar una catástrofe mundial.
Por: Guillermo Alvarado
Se trata de la culminación de un documento extenso, preparado por cientos de especialistas de todo el mundo durante tres años, con el propósito de dotar a los gobiernos de herramientas científicas para contener el deterioro del medio ambiente, salvar al planeta y permitir un futuro a nuestra especie.
La primera entrega del estudio se hizo en 2021 y en ella se analizaron en profundidad las causas del cambio climático. La segunda ocurrió en el reciente mes de febrero y los expertos abordaron los impactos del calentamiento global, la adaptación y las vulnerabilidades ante la nueva situación.
Ahora se trata del ¿Qué hacer?, o sea cómo evitar que alcancemos el punto donde ya no exista marcha atrás, que no está tan lejano como muchos piensan.
La tarea es urgente, pues apenas tenemos tres años, hasta 2025, para frenar las emisiones de carbono a la atmósfera, reducirlas a la mitad en 2030 e ir disminuyendo de manera rápida y profunda en 30 años más, si se quiere mantener el aumento de la temperatura en 1,5 grados centígrados.
Estamos ante una encrucijada, es ahora o nunca, dijeron los autores.
Las recomendaciones que hacen son drásticas y queda por ver si existe no sólo la voluntad política para realizarlas, sino que también las posibilidades reales de hacerlo, sobre todo entre los mayores contaminadores.
El uso del carbón debe reducirse al ciento por ciento; el petróleo al 60 y el gas natural al 70, de aquí al 2050, dentro de solo 28 años, lo que significa lograr transformaciones colosales a nivel mundial.
Para ello se sugiere reducir al máximo el transporte aéreo, convencer a las personas de que abandonen definitivamente el uso de vehículos con combustibles fósiles brindándoles, por supuesto, alternativas creíbles, cambiar la forma de construir edificios e incluso modificar los hábitos de alimentación.
Mantener los actuales esquemas, ignorar los Acuerdos de París y otros instrumentos actuales, como se viene haciendo, conduce directamente a un escenario letal, pues a finales de este siglo la temperatura promedio habría aumentado entre tres y cuatro grados centígrados.
No hay que poner en saco roto las palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, de que muchos gobernantes y empresarios dicen una cosa, pero hacen otra. Mienten y los resultados serán catastróficos.
Ya no se trata de la metáfora de Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su novela El Gatopardo, de que si queremos seguir viviendo como siempre, tenemos que empezar a cambiar, no, ahora se trata de que si queremos simplemente vivir, es esta la hora precisa de cambiar.
Fuente: Radio Habana Cuba
