El presidente electo Rodrigo Chaves llamó a la unidad de Costa Rica en su discurso del triunfo, contrario a su postura en la campaña proselitista en la cual utilizó siempre un lenguaje confrontativo.
Con el 96,95 por ciento de las seis mil 847 Juntas Receptoras de Votos escrutadas, Chaves -un economista de 60 años de edad- ganó el balotaje del domingo por la primera magistratura de esta nación, al obtener el 52,86 por ciento de los votos válidos emitidos.
Su oponente, el exmandatario José María Figueres, del Partido Liberación Nacional, alcanza el 47,14 por ciento, y el abstencionismo llega al 42,67 por ciento, superior al de la primera ronda electoral el 6 de febrero pasado cuando marcó 40,29 por ciento, mientras los votos nulos y en blanco suman poco más de 49 mil.
En su discurso de la victoria Chaves afirmó que «recibo con la más profunda humildad esta decisión sagrada del pueblo costarricense, para mí no es un momento para festejar, este resultado no es una medalla ni trofeo, sino una enorme responsabilidad con muchas dificultades que todos vamos a solucionar».
Costa Rica ha votado y el pueblo ha hablado, señaló y envió un reconocimiento a Figueres y a todos los que votaron por él. «Lo felicito y le pido que trabajemos juntos para hacer posible lo que él mismo llamó el milagro costarricense», indicó.
Ahora, resaltó, nos toca cumplir y no se vale fallarle a Costa Rica.
Abogó por discutir y encontrar soluciones de manera conjunta con la colaboración de todos, unidos y de la mano.
«Si superamos las diferencias con el propósito de que Costa Rica triunfe, el país podrá estar a salvo con mejores trabajos, servicios públicos, educación, salud y la seguridad que merece la patria», subrayó.
Chaves prometió hacer su mayor esfuerzo y pidió guardar las banderas partidarias y unirse en una sola, la de Costa Rica, para salir adelante.
En otro momento de su discurso, el presidente electo prometió gobernar de manera democrática y con respeto a la Constitución Política. «Nunca aceptaremos imposición y arbitrariedad», aseveró.
Dijo que en esta nueva etapa no cabe el revanchismo y destacó que acepta la advertencia de los costarricenses que se abstuvieron de participar en esta segunda ronda, al cual calificó de partido más grande del país. (PL)
