Mezquino, quien no reconozca los Acuerdos de Paz

Para quienes sufrimos en carne propia los rigores de la guerra, el advenimiento de la paz es un hecho que se debe celebrar por todo lo alto, es adoptar con sabiduría histórica un hecho que si los seres humanos hubiésemos sido más inteligentes la guerra nunca se habría desarrollado, sabemos que nunca nadie va a estar de acuerdo con los logros obtenidos a través de una guerra, puesto que los provechos siempre serán pírricos a comparación de los sufrimientos infringidos a hombres, mujeres y niños. Ninguna guerra es bonita, hablar de guerra es hablar de sufrimiento, angustia, miseria, hambre, muerte y desolación.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

Ya el cantautor argentino León Gieco escribió una bellísima canción haciendo alusión precisamente a la indiferencia que muchos podemos mostrar por la desgracia de otros, o simplemente ver para otro lado cuando los hechos se presentan, la soledad que se experimenta cuando nadie, o muy pocos comprenden tu desgracia, tu sufrimiento, tu angustia:

Solo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente

Gieco nos invita a ver la realidad de muchos a luchar tenazmente en contra de la guerra, a no permitir que estos hechos se repitan una y otra vez, independientemente que te encuentres cerca o lejos, que conozcan a las personas o no, al fin y al cabo, todos somos seres humanos y coexistimos en un planeta que llamamos Tierra.

En esta conmemoración de los acuerdos de paz en El Salvador, nuestra pequeña República se puso en la palestra del mundo, era la joya de la corona para las Naciones Unidas, como que habíamos logrado madurez como república y vimos con optimismo el futuro, porque logramos comprender que debíamos ser tolerantes con el otro, que no pensaba como nosotros, que la solución a los problemas no se logra matando personas, que la violencia lo único que genera es más violencia.

No podemos despreciar que las condiciones a nivel internacional habían cambiado, en primer lugar el derrumbe de la Unión Soviética, con lo cual terminaba la llamada guerra fría, por tanto a Estados Unidos ya no le interesaba mantener guerras que se enmarcasen en esa concepción, a los Estados Unidos le interesaban y le interesan los mercados, hacer más y más consumidores en su “patio trasero”, pero también ellos tuvieron que reconocer que a las fuerzas guerrilleras del FMLN no las podían derrotar militarmente a corto plazo.

Toda la comunidad internacional acompaño el difícil proceso de desmontar un conflicto armado, que no se produce espontáneamente, esto sólo lo pueden pensar los que no conocen el significado de la guerra, y observan en sus mentes simplistas una lucha entre dos actores que al fin se ponen de acuerdo, la guerra tiene brazos largos y de lo que menos tiene es de simpleza, son hechos humanos complejos, de causas objetivas y subjetivas de hechos concretos dotados de una gran carga emotiva.

Debo poseer una mente de los más mezquina al pretender borrar de un plumazo esta gesta heroica de todo un pueblo, el no reconocer los aportes de cada salvadoreño y salvadoreña realizada no sólo por alcanzar la paz, sino por desmontar una dictadura criminal y genocida de más de sesenta años, tratando de restar méritos a los actores, de tergiversar hechos, de destruir monumentos, pero eso es superficial lo trascendente es que la memoria persiste, y la palabra queda.

Cuando logras salir de un largo túnel y por fin observas la luz de salida, te invade la sensación que desde ese momento todo caminará por la senda escogida, pero después de la euforia te das cuenta que la convivencia pacífica, la paz y la democracia hay que construir la cada día, que nada está concluido, que nada más fue un gran obstáculo superado, que falta mucho que recorrer, que los problemas que enfrentamos como país y como humanidad son inmensos.

La humanidad enfrenta un gran despilfarro de recursos en donde un joven de un país rico gasta cincuenta veces más que un joven en un país pobre, que la economía basada en el consumo de combustibles fósiles están sobrecalentando el planeta, que para muchos esto derivará en el desaparecimiento de cinco mil millones de personas, para otros o sobrevivimos todos o morimos todos.

En estos momentos nos convertimos en la primera especie que está provocando la destrucción de todas las demás especies, el ser la especie dominante, el haber desarrollado una inteligencia capaz de realizar grandes transformaciones en nuestro planeta, lleva aparejado una gran responsabilidad, nuestra inteligencia nos permite tener plena conciencia de nuestra propia destrucción.

José Saramago reflexiona: “Tenemos medios para arreglarlo todo ¡No tenga la más mínima duda! Pero se invierten cantidades absurdas y astronómicas en armas mientras la gente se está muriendo de hambre. Yo a veces digo, y la gente se escandaliza, que para mí lo obsceno no es la pornografía, lo obsceno es que la gente se muera de hambre”1.

*Biólogo Investigador

1-José Saramagro. Premio Nobel de Literatura 1998. Recopilación de entrevistas, declaraciones y pequeños fragmentos de sus libros.(Internet) consultado el 07-08-2019. Disponible en: https://saramago.blogspot.com/2004/12/lo-obsceno-no-es-la-pornografa-sino.html

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