Carta a Estados Unidos de Norte América

Nuevamente insisto en escribir otra carta a la tierra de Cochise. No es una carta cualquiera sino una sugerencia que los Estados Unidos deben quizá tomar con la seriedad que se requiere. Hace un par de años escribí una carta titulada “Yankees come home”, era una llamada en nombre de este país a que pusieran orden en esta destartalada tierra y no les importó el rumbo perdido que esta tierra ha tomado.

Por: Francisco Parada Walsh*

Nuevamente queda demostrado que en ese universo de países, somos absolutamente ¡La Nada! Deben saber que enviar a una persona sea como encargada de asuntos internos, de comercio o de embajadora a este país, poco importa su preparación en lo que concierne a la diplomacia; deben saber escoger a una persona que sepa antropología, sociología, criminología y economía; siquiera para tener una somera idea de lo que es nuestra patria y así, entender un poco de lo que sucede en la mente del salvadoreño.

Poco sirve saber relaciones diplomáticas cuando lo que importa es entender por qué somos tan sumisos, conocer nuestra historia para entender que este bicentenario es una de las farsas más grandes de nuestra inventada independencia, porque ustedes con todo el dolo del mundo han permitido que cual laboratorio de experimentación se ocupe a esta desdichada tierra para probar si la cripto moneda funciona o no; tienen años de volcar su injerencia en El Salvador y pareciera que no conocen la verdadera pobreza de mi gente; ustedes disponen de empleados salvadoreños y fácil sería preguntar si lo que les pagan alcanza o no alcanza, visitar sus dignísimas casas para conocer cómo vive nuestra gente; muchísimas personas que trabajan en la embajada acreditada en esta patria no son ni por cerca familias de clase media en su tierra, acá, usurpan vidas y sin duda alguna, la pasan bien; pero ¿Por qué mandar a una ex embajadora que pasa besos y abrazos con el enemigo del pueblo? ¡Gravísimo error! Sigo creyendo que tienen buenas intenciones y no programas como la esterilización forzada, la inoculación de sífilis y otros crímenes de lesa humanidad que han cometido en Guatemala y otros países, por lo tanto importa a El Salvador que quien represente a una nación decadente como lo son ustedes sepan nombrar a un embajador que debe tener amplios conocimientos de criminalista para apenas conocer por qué nos matamos por nada, que pueda ayudar a encontrar todas las fosas clandestinas, todas “Las Fosas Chalchuapas” que sirven de morada a la gente más valiosa de mi país; se necesita que dicho embajador  tenga amplios conocimientos de historia para conocer por qué nos encendemos cuando escuchamos “El Pájaro Picón Picón” y si tan necesario fuese, cambiar nuestro eterno, rimbombante y vacío Himno Nacional; no necesita saber de exportaciones ni de T.P.S. sino ser un erudito en por qué nos zampamos tanta cocaína, qué nos mueve a migrar a cada segundo en busca de la fortuna o de la muerte; cómo es que piensan que el pobre de pobres podrá vender plátanos, guayabas, chancletas, diademas usando la cripto moneda.

Un día, cuando era niño viajar a su tierra fue un espectáculo, tras de mí, ese infinito consumo; no puedo olvidar un sencillo disco que compré, la canción que retumbaba en mi cabeza era: “It´s a small world after all” y parece que nada ha cambiado; quizá la icónica canción “The song remains the same” tenga mucho en común de lo que vivimos en esta patria ya no tan exacta; parecemos cuyos, cobayos procreándonos y  girando la tómbola de la vida sin nunca llegar a un destino más que a  esa maldita pobreza y marginación.

No envíen personal que regala helicópteros, necesitamos libros y más libros y siquiera para conocernos un poco, debe el nuevo embajador no ser un matón de la C.I.A. sino un genio en economía  para que apenas, apenitas pueda conocer nuestra tragegia, que de ella, mucha culpa tienen ustedes.

No les digo “Yankees go home”, no, los necesitamos pero de una forma solidaria, no queremos ser centro de experimentación pues existiendo 195 países en el mundo, ustedes deciden escoger a esta patria para experimentar lo que nunca nadie ha realizado. Por favor, ya no más, somos demasiado pobres y sencillos, no, queremos vivir en paz. Realizar algún sueño, por pequeño que sea, pero revestidos de dignidad, poca, pero dignidad al fin.

*Médico salvadoreño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: