¡El Salvador de Qué!

Por: Francisco Parada Walsh*

Entre medidas políticas, los cambios y la impunidad pasada y presente, sabemos por conocimiento de la historia de El Salvador, que democracia, estado de derecho e institucionalidad, han sido palabras huecas para mantener a todo el estado a favor de las clases dominantes, la oligarquía, término tan de moda en estos días, pero paradójicamente desconocido para los jóvenes salvadoreños. Si se le pregunta incluso a un joven universitario, por el asunto de las leyes ejidales y comunales, si se le pregunta por quiénes son, han sido  y quieren ser los nuevos oligarcas de nuestro país, encontrará un asombroso desconocimiento.

Una historia real, y de terror: Soy muy poco para dar clases a profesionales, prefiero trabajar con infantes; los profesionales modernos todo lo saben, llegan tarde, y como eso de tener que soportar indisciplinas no me gusta, prefiero seguir en mi mundo sin embargo debe el lector saber que  en el 2014 impartí clases a un grupo de médicos en servicio social, mis clases no son de enseñar  las vocales ni los huesos del cuerpo sino hablar de temas reales, de la calle, de nuestra historia y un sábado decido pasar un video sobre la guerra civil de la década de los ochenta, hice una pregunta a todos los presentes, “Que si sabían algo de ese conflicto”, nadie levantó la mano, nadie, en ese momento me dieron ganas de abandonar el aula pero preferí conocer sus conocimientos y también, sus limitantes; aun, pensé que entendían que mi tono al hablar era una toma de pelo, pero ni eso entendieron, qué un grupo de 33 médicos no sepan apenas una página de nuestra historia dice y confirma todo lo que vivimos y para remachar me deja el responsable de la cátedra, mi amigo Dr. Ricardo Lara que le califique 33 pequeños resúmenes, parece mentira, los tres primeros solo fueron copia y pega; no seguí mas.

Nuestros jóvenes, cargadores de la democracia,no saben las causas de la guerra civil, que por seguro vivieron y sufrieron sus padres. Estamos en una generación que adora la propaganda, los medios. Que ya demostró ser exquisitamente sensible a la manipulación. Así le tomaron el pelo al  pueblo “Los mismos de siempre” (No hablamos de ARENA ni del FMLN) sino de los archimillonarios del país, que han mantenido todas las leyes, instituciones, la constitución misma, para que les favorezca. Con el negocio plagan todo, hasta el ingrato parqueo que pago cuando entro a un centro comercial de ellos mismos.

Sin hablar de jueces, magistrados, partidos políticos y virtualmente todas las instituciones. Sepa el lector que para una sencilla plaza de  juez, la carta de un diputado no tiene valor, debe ser de alguien de “los mismos de siempre”.  Así se vendió el frente. Así sirvió ARENA a esos intereses por sobre miles de salvadoreños muertos. Quizá estos motivos impulsaron a que se cambiara a la Sala de lo Constitucional y al fiscal general y se colocara en tan estratégicos puestos a personas que jamás morderían la mano del que les da de comer. Lo comprendemos, a sabiendas, que igual que antes, ya no existen contrapesos.

A sabiendas que, del manejo que se hizo con los fondos de la pandemia no sabremos nada (Nos referimos a los casos que la CICIES reportó en forma oportuna). Que se haya hecho antes, no significa que deba repetirse. Sin embargo, el salvadoreño promedio es pragmático. No le interesa que haya ricos, ni siquiera que roben. De otra forma no habríamos tenido treinta años a esos partidos  políticos tan  asquerosos que tanto daño y engaño hicieron al pueblo.

Nada diferente a lo que vivimos. De forma que la tal rendición de cuentas  con que la oposición “cacarea” apenas nos importa.  Pero  lo que si tiene nuestra preocupación, es que hasta la fecha no se haya visto nada de nada. Excepto la Ley del Agua, con algunas aristas que habrá que revisar, y aclarar, al contrario, se avecina una desgracia para las comunidades pobres con el tema de los mantos acuíferos  pues la ambición de “Los mismos de siempre” no tiene límites. ¿Qué pasó con la tal vitoreada reforma fiscal? ¿Con la revisión del salario mínimo? ¿Con las pensiones y las AFP oligarcas? Nuevamente, frente al presidente, la historia se deja ver.

Resuelto los problemas que apenas mencioné, tendrá por seguro seguidores incondicionales, mas allá de los fanáticos que ignoran que ignoran. Como proféticamente escribió George Orwell en dos hermosísimas citas: “Cuanto más se desvíe una sociedad de la verdad, mas odiará a aquellos que la proclaman” y “En nuestra época no existe tal cosa como “mantenerse fuera de la política”. Todas las cuestiones son cuestiones políticas, y la política misma es una masa de mentiras, evasivas, tonterías, odio y esquizofrenia”.

*Médico salvadoreño

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