Con amigos así…

Por: Guillermo Alvarado.

Dirigentes y personalidades de la Unión Europea levantaron la voz para condenar una tarea de inteligencia, conocida como “Operación Dunhammer”, ejecutada por Estados Unidos con ayuda de Dinamarca para espiar a numerosos políticos de ese bloque integrador.

Los hechos se remontan a los años 2012 a 2014, cuando era presidente de la potencia norteña Barack Obama y Joe Biden fungía como segundo al mando en la Casa Blanca.

Una investigación periodística, divulgada este fin de semana en el Viejo Continente, determinó que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, NSA por sus siglas en inglés, aprovechó un convenio con sus homólogos daneses para hacer escuchas ilegales.

Hasta ahora sólo se conocen los nombres de las víctimas alemanas, donde destacan los de la canciller federal, Ángela Merkel, y el antiguo líder de la oposición, Peer Steinbrueck, pero se sabe que también hubo objetivos en Francia, Noruega y Suecia.

Merkel y el presidente francés, Emmanuel Macron, exigieron explicaciones a Dinamarca y Estados Unidos por una acción que califican de inaceptable entre aliados donde, señalaron, debe primar la confianza.

Por el mismo tono andan los reproches de otros líderes europeos que dijeron estar en espera de una amplia explicación de las dos naciones involucradas en el caso, calificado como escandaloso.

Especial embarazo hay en el ejecutivo danés, donde se conocía esta operación desde que en 2015 se realizó una investigación sobre los nexos de sus servicios de inteligencia con la NSA.

Para Washington la preocupación está en que el tema salga a relucir durante una visita de Biden a Europa, aunque nadie espera que la sangre llegue al río, ni que el tema se convierta en un escollo en los vínculos mutuos.

De hecho, lo que se está cuestionando hasta ahora no es el espionaje en sí mismo, sino el matiz de que se realice contra gobiernos aliados. La intervención en los asuntos internos de otros países no es el problema. El problema es que sean países supuestamente “amigos”.

Estados Unidos ha utilizado a Dinamarca para sus tareas de inteligencia por su posición geográfica, en el centro de Europa y con costas en el Báltico, donde espía desde la II Guerra Mundial, primero a la Unión Soviética y luego a la República Rusa, y eso no le quita el sueño a nadie en ese continente.

Lo que duele a la Unión Europea es que los objetivos en este caso sean sus miembros, lo que quizás debería servir, una vez más, de lección de que Estados Unidos no tiene amigos, sólo tiene intereses.

Tomado de Radiohc.cu

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