Originaria del sur de Asia, el jengibre es de las especias más saludables que tenemos a nuestra disposición.
Considerado por muchos como un superalimento, esta especia contiene diversos nutrientes y componentes que aportan una variedad de beneficios a nuestro organismo como: Gingeroles, capsaicina, curcumina, salicilato, vitaminas y minerales. La raíz puede consumirse en polvo, fresca, como aceite, e incluso en infusión.
Tres poderes del jengibre
1- En la digestión: favorece la eliminación de bacterias y otros microorganismos intestinales perjudiciales. Tomar habitualmente té de jengibre ayuda a mejorar la composición de la flora intestinal y ayuda a evitar la aparición de putrefacciones intestinales responsables de hinchazones abdominales.
2- Para el mal aliento: según una técnica oriental se utiliza un pequeño trozo de jengibre encurtido con vinagre para quitar el mal
aliento y refrescar la boca después de las comidas.
3- Antiinflamatorio y Antioxidante: Los principales componentes activos del jengibre, sus gingeroles, y responsables de su sabor
picante, son aceites volátiles con propiedades antiinflamatorias muy potentes. El jengibre es rico en antioxidantes, que retrasan el
proceso de envejecimiento.
Cultivo
Aunque actualmente no es difícil de encontrar en varios agros del país, ya no hará falta que vayas de compras, porque tenerlo en tu casa es muy fácil.
Una de las principales ventajas de cultivar jengibre, es que se trata de una planta que crece bien sin necesidad de luz solar directa, por lo que podemos cultivarla en una maceta en el interior de la casa, o si dispones de un pequeño pedazo de tierra, que bien puede ser
un jardín.
