¿Rebaño, conglomerado o Sociedad?

Por: Francisco Parada Walsh*

Se define Rebaño como: “Grupo de personas, especialmente si es dócil y dirigible”. Tristemente lo que vive nuestro país semeja más a un rebaño que a un conglomerado y menos a una sociedad; muchas personas son manejadas cual mansas ovejas y el rebaño tuvo tan pero tan mala  suerte  que su pastor no cuida del mismo sino que las esquilma, las avergüenza, las somete; las lleva al matadero y las confundidas ovejas no parecen ni darse cuenta que el pastor solo las verá caer y destriparse en el fondo del precipicio;  debo aclarar, esto no es nuevo ¿Dónde queda la dignidad de un pueblo que prefiere elegir con el hígado y no con el cerebro a sus representantes? Es el salvadoreño sujeto de estudio pues entra en aquella categoría de aparentar saberlo todo y si ese todo es lo que leemos en las redes sociales definitivamente nuestros conocimientos son muy limitados y viene a mi mente a ese indígena boliviano que superando al poderoso blanco, al poder militar, policial y judicial revirtió un proceso electoral dándole el triunfo al partido de Morales y la paliza que recibió Trump dice mucho que el elector advierte el peligro, la división, la  polarización de una sociedad  y manda un mensaje que desea vivir en paz, armonía y no en ese fanatismo  congénito  que vive El Salvador ¿Será que la oveja perdida salvadoreña  es capaz de revertir esa debacle de odio, división y pobreza que vivimos?: Está por verse, sin embargo un pueblo fanático es más un títere  donde el pan y circo prevalece y no un proyecto de vida.

Sean partidos políticos de izquierda o de la derecha más recalcitrante necesitan el voto del pobre, eso es un hecho, sin esos votos no pueden llegar al poder sin embargo el salvadoreño al momento de decidir o elegir gobernantes no es la pobreza o la mejora en su vida la que lo identifica con algún falso redentor sino que prevalece una negación del pasado. Un rebaño completo.

En Sociología, un conglomerado “se conforma por personas que están físicamente próximas, pero no tienen entre sí interacción, como quienes están esperando turno para pagar en una línea de cajas o los que asisten a un espectáculo o a una conferencia, sin ser conocidos entre sí. Ejemplos: “El conglomerado de apasionados por el fútbol que asistió al espectáculo aclamó el triunfo de su equipo”.  Ya el miembro del conglomerado tiene un objetivo, hay una proximidad con el otro sin embargo esa cercanía no está sustentada en valores, principios  y objetivos en común”;  así camina una parte del salvadoreño, no se identifica con algo en particular, sencillamente existe, respira y forma parte de un rebaño-conglomerado donde la proximidad física es notable, y a la vez la oprobiosa pasividad para aceptar lo que el superior ordene; quizá esta combinación es más ignominiosa pues quedan sus valores totalmente abolidos, puede ver que está pasando algo y prefiere dar la espalda, nadie tiene la empatía por ponerse en el lugar del otro, se trata de estar bien, que mi conglomerado esté bien, que mi gremio esté bien sin embargo la pandemia demostró la vulnerabilidad de ese rebaño- conglomerado médico, que ¡ni a gremio aspiran! no hay excusas, creerse que debido a que es un profesional tan exitoso y que eso no le permite el tiempo ni el espacio para asumir responsabilidades propias de un ciudadano o agremiado dice que no pertenecemos a una sociedad, es ese grupo de personas que disfrutan de una actividad artística o deportiva pero no conocen a su vecino, todo se queda en una realidad donde prima el yo y la mansedumbre,  un binomio  triste, sin rumbo.

Recientemente leía sobre la huelga de médicos en España, exigen mejores prestaciones lo que significa dignidad y un colega que ha luchado por el gremio médico me decía: “Acá quieren que unos pocos les solucionen el problema a todos”. Ejemplo más claro de conglomerado no puede haber.  Sociedad: “Es un término que describe a un grupo de individuos marcados por una cultura en común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan sus costumbres y estilo de vida y que se relacionan entre sí en el marco de una comunidad”.

Será cada lector que decidirá asumir a qué categoría pertenece, sin ambages, sin mentiras; estamos en un país sumiso, lleno de traumas nacionales que al ver todo lo que nos  sucede difícilmente podemos considerarnos una sociedad, no, todo es al revés, todo es adverso, todo es irreal pues debe ser la principal autoridad quien dé el  ejemplo de respeto, de legalidad, de honradez ¿Cómo podemos llamarnos sociedad si nos saquean quince millones de dólares al día y no tienen siquiera la decencia de rendir cuentas y nosotros,  menos de reclamar?  ¿Es eso una sociedad?: No lo es, es un país enfermo que camina cual rebaño formando en conjunto un conglomerado sin ser una sociedad.

Un rebaño calla, muge, bala; el conglomerado, siquiera se reúne y ¡grita  gol! la sociedad exige, denuncia ¿Qué hacemos notros?: ¡Pájaro picón picón, éxtasis total!  Costa Rica sí es sociedad, desde el momento que elimina un ejército e invierte en educación dice mucho,  acá, semita y Pizarrín. Lamentablemente una desfiguración de las instituciones responsables de velar por el estado de derecho. Recientemente manifestantes costarricenses salieron a las calles a protestar contra nuevos préstamos al F.M.I. El Salvador de Qué  calla, nos llevan en un silencio cómplice al despeñadero y no despertamos, al contrario, el rebaño desea que sus hijos sigan ese camino de impiedad, de indolencia, de falta de valor, de valores y de un rostro propio. Triste los días que le esperan a El Salvador de Los Indolentes.

*Médico salvadoreño

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