Por: Juan Carlos Romero Puga, Periodista – México.
Aquel martes de junio de 2019, cuando Naasón Joaquín García, líder de La Luz del Mundo, aterrizó en su jet privado en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, agentes del Departamento de Justicia de California le confiscaron un iPhone y un iPad, dispositivos de lo cuales se recuperaron miles de mensajes videos y fotografías evidencia de abuso sexual a menores, tráfico de personas y pornografía infantil, entre otros delitos.
Pese a la contundencia de las imágenes y de algunos mensajes de naturaleza sexual explícita entre el líder religioso y sus cómplices, en los que pueden leerse detalles de las fiestas que le preparaban y los deseos que él deseaba satisfacer con varias pequeñas, Joaquín García se declaró “no culpable” ante el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Ronald S. Coen, luego de que le leyeran los 36 delitos por los que se le procesará.
El hijo y sucesor de Samuel Joaquín Flores —señalado también como predador sexual cuando estaba al frente de La Luz del Mundo— ya no sólo enfrentará el arrollador testimonio de cinco personas cuya identidad ha sido protegida, ya que entre ellas hay menores de edad, mientras sus abogados insisten en que no hay evidencia suficiente para afirmar que su cliente enviaba las imágenes y mensajes encontrados en sus dispositivos y buscan minar la credibilidad de una testigo clave, quien habría sido víctima, pero también facilitadora de encuentros sexuales que involucran a niñas.
Alondra Ocampo, una de las dos mujeres detenidas en 2019 como cómplices de Naasón por las autoridades estadounidenses, se rindió tras 16 meses en la cárcel. Acusada de 20 delitos graves, se declaró culpable de cuatro de los cargos, en una audiencia celebrada el jueves pasado, complicando la defensa legal de su pastor. En las relatorías del caso, Ocampo es señalada, entre otros crímenes, de pedir a niñas que se desnudaran y se tocaran mientras les tomaban fotografías que eran enviadas al “Apóstol de Jesucristo”.
El hecho es significativo, ya que se trata de una conspiradora, pero también una de las personas de mayor confianza de Naasón Joaquín. Si bien, algunos despachos afirman que la mujer llegó a un acuerdo con la oficina del fiscal, fuentes cercanas a la investigación rechazan cualquier arreglo, a fin de no restar verosimilitud a sus palabras si decide testificar en el juicio contra el jefe máximo de La Luz del Mundo y su otra presunta cómplice, Susana Medina Oaxaca.
Y es que, al declararse culpable, Ocampo ya no tendrá que vivir un juicio largo y complicado, sino que escuchará sentencia del juez el 22 de abril de 2021. Lejos de seguir con el líder de su iglesia hasta el final de este proceso penal —como se esperaba—, se abre la posibilidad de que escuche consejo de sus defensores legales, acceda a cooperar con la Fiscalía para hundir al principal acusado (Naasón Joaquín) y, a cambio, reciba una condena reducida.
De acuerdo con las acusaciones presentadas, Alondra Ocampo solía advertir a las niñas y adolescentes que engañaba y entregaba al “Apóstol” para ser abusadas que desobedecerlo era desobedecer al mismo Dios. Sin embargo, ese nivel de lealtad al príncipe heredero de La Luz del Mundo podría haber llegado a su fin tras la última audiencia. De ser hallada culpable por un jurado de los cargos fincados en su contra le esperaba la cárcel de por vida, pero al aceptar responsabilidad en cuatro de ellos y convertirse en potencial testigo en contra de Naasón, sólo él tendría que ver el final de sus días en prisión.
