Regresando al porvenir. La encíclica Fratelli tutti y la infodemia

Por: Rolando Macías y Elio Masferrer Kan/ Equipo editorial Actualidad sociopoliticareligiosa-México.

El título de esta colaboración trata de rescatar las estrategias de apoyarse en la historia para construir nuevas políticas que construyan un futuro mejor. En este contexto el Papa Francisco inició su Encíclica con una fuerte crítica al statu quo y desde allí propone la utopía después de la pandemia. La Encíclica Fratelli Tutti sorprendió a los analistas, no por lo que dice, pues el papa Francisco ha criticado y puesto en evidencia en distintas ocasiones las injusticias del Sistema, sino por la contundencia de sus afirmaciones. En América Latina las Jerarquías católicas se llamaron al silencio ante un documento tan abrumador, y optaron por la paciencia y el “ganar tiempo” esperando la pronta sustitución de un Papa muy incómodo. Apostando a una sucesión conservadora.

Francisco salió de inmediato al cruce de los rumores sucesorios, el cardenal Giovanni Becciu prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, fue destituido por desviar fuertes cantidades de dinero de la Santa Sede; perdió además del cargo el rango de cardenal, con lo cual no podrá participar de la sucesión papal. El documento papal fue descartado por los grandes medios mexicanos como El Universal y Reforma que ni siquiera mencionaron la Encíclica. La Jornada, un medio de izquierda analizó adecuadamente la Encíclica con un buen manejo periodístico, pero ninguno de sus colaboradores la destacó. Otro medio importante, como Excelsior, la mencionó muy someramente. Algo parecido hicieron el periódico Milenio que publicó una nota muy breve, al igual que El Sol de México quien hizo una referencia muy pequeña en una edición local de San Juan del Río. Paradójicamente El Heraldo de México publicó una reflexión de Rodrigo Guerra López, miembro supernumerario del Opus Dei, y uno de sus intelectuales más destacados, quién realizó un análisis donde intentó aplicar las enseñanzas papales, sin explicar en qué consisten estas, pues políticamente no está de acuerdo. Terminó proponiendo que “todos los actores descubran en el documento pontificio un punto de referencia y de orientación. La fraternidad y la amistad social no son recursos rosas en momentos de grave crisis. Son un método para una nueva clase de acción política.”. No expuso la crítica al neoliberalismo ni a los políticos católicos de Francisco, pues no quiere caer en el riesgo de ser incluido en los señalamientos y críticas papales. La edición siguiente del semanario Proceso, simplemente no la abordó. Lo que en la jerga local se llama el “ninguneo”, “ni te veo ni te oigo”.

Quien sí tomó el tema fue el presidente de México, Lic. Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia de prensa matutina del martes 6 de octubre, quién celebró sus coincidencias con los planteos de la Encíclica y en forma “coloquial” invitó a la Jerarquía católica mexicana que la leyera y siguiera sus enseñanzas. El Presidente es habitual que mencione al papa Francisco en sus conferencias, a la vez que su relación con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) están “congeladas” y en forma poco sutil la CEM ha puesto en evidencia su disconformidad con las políticas de la Cuarta Transformación (4T) y su respaldo a las propuestas de la oposición política.

El asunto hubiera quedado allí si no fuera por una sorpresiva gira realizada en Europa por su esposa, la Dra. Beatriz Gutiérrez Müller, quien apareció en Francia con motivo de la inauguración de una exposición museográfica sobre los Olmecas; luego se traslado a Italia, se entrevistó con el presidente de ese país, y al día siguiente tuvo una entrevista con el papa Francisco donde le entregó una carta, incluida en este Boletín,  pidiendo el préstamo de códices prehispánicos, aunque lo más explosivo fue el pedido de la anulación de la excomunión de los sacerdotes Hidalgo y Morelos, los héroes de la Independencia Nacional, quienes fueron excomulgados, juzgados por la Inquisición y ejecutados, después de su degradación sacerdotal (analizado por el Dr. Arturo Navarro en esta edición). Además de reiterarle al Papa la solicitud de que pidiera perdón a los pueblos originarios por el genocidio de la Colonia, donde en una perspectiva autocrítica señaló que el Estado mexicano también se incluirá en la búsqueda del perdón de los indígenas. Estas actividades están consideradas en las celebraciones de los setecientos años de la fundación de Tenochtitlan (nombre en nahuatl de la ciudad de México) y el Bicentenario de la Independencia Nacional.

“Juntos haremos historia” se llamó el frente político con el que triunfó el Gobierno de la Cuarta Transformación, quien siempre se fundó en la historia para construir su proyecto nacional que probablemente defina el destino de los mexicanos por un buen período de tiempo. Evidentemente coincide en muchos aspectos con el programa de Francisco que intenta reformular la historia reciente de la Iglesia Católica retomando el Concilio Vaticano II y el CELAM de Medellín, proponiendo la construcción de un mundo mejor. No podemos olvidar que Francisco planteó en Fratelli Tutti que son más cristianos los políticos ateos que aquellos que se reivindican muy cristianos. Un punto donde se cruzan programas y proyectos socio político religiosos, el tema de esta publicación.

 

 

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