Trucos para poder conciliar el sueño

Dormir es importante, o aún más, NECESARIO.

-Es bueno y muy recomendable ir a dormir siempre a la misma hora, ya que nuestro metabolismo acaba adaptándose, como en casi todo, a los ritmos y horarios que le marcamos.

-Si al cabo de tres cuartos de estar acostado no has conseguido dormirte, te aconsejamos que te levantes, intentes relajarte con una ducha caliente o una infusión que no lleve teína: manzanilla, tila…

-No utilices el dormitorio para comer, leer o mirar la televisión, ya que puedes llegar a asumir inconscientemente esas actividades cuando no toca.

-Antes de dormir, revisa ventanas y puertas, ya que las corrientes de aire o una habitación fría son enemigas del descanso. Ciertamente, el calor relaja, siempre que no sea excesivo.

-Come al menos dos horas antes de acostarte, ya que con el estómago lleno el cuerpo está más por digerir que por relajarse y dormir. Tampoco puedes hacerlo con el estómago vacío: el hambre puede ser una molestia y además un impedimento absoluto a la hora de conciliar el sueño.

-Antes de dormir evita hacer un repaso sobre tus preocupaciones. Cuando apagues la luz intenta desconectar de tus problemas diarios. ¿Cómo? Con voluntad. Ni reflexiones, ni evalúes, ni estudies nada, solo deja que tu mente vuele haciendo más pausada la respiración.

-Puede que el insomnio sea también consecuencia de los ruidos, en ese caso intenta cambiar de habitación, y de no ser posible, entonces recurre a los tapones en los oídos.

-Evita practicar deportes o actividades mentales demasiado fuertes tres o cuatro horas antes de acostarte, ya que el cuerpo reacciona y es difícil relajarlo después.

-No tomes café, té o bebidas con cola a partir de las cinco o las seis de la tarde, pues su efecto dura hasta siete horas, en dependencia de la dosis.

-La nicotina es también un excitante de primer grado. Olvídate de fumar. Si ya lo has intentado sin éxito, lo mejor es que por lo menos no fumes las dos horas previas a la hora de acostarte.

-El alcohol, otro elemento que debes evitar. Aunque parezca increíble, el alcohol no ayuda a dormir. Cierto que al principio sí, pero transcurridas tres o cuatro horas, y por su efecto excitante, acaba cobrándose una víctima: tu sueño.

Si, por último, has seguido estos consejos y no notas mejoría alguna, te aconsejamos algo que te sorprenderá: hacer el amor. El orgasmo libera endorfinas y produce un relajamiento tal que el sueño acaba por verse seducido. Pruébalo y te convencerás.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: